Basket UdeC ya está en Río de Janeiro y prepara la revancha ante Flamengo

Luego de un viaje aéreo marcado por las turbulencias, la delegación del CD Universidad de Concepción aterrizó en el Aeropuerto Internacional Tom Jobim de Río de Janeiro a las 16:15 horas.

Luego de instalarse en el hotel, el plantel y cuerpo técnico se dirigió al gimnasio Maracanazinho, donde en menos de 48 horas se medirá nuevamente a Flamengo, en el partido 2 de cuartos de final de la principal competencia de básquetbol en esta parte del mundo.

Para este desafío, el plantel está compuesto por 11 jugadores: Diego Silva, Sebastián Carrasco, Eugenio Luzcando, Eduardo Marechal, Lino Sáez, Michael Rivera, Andrés Domínguez, Carlos Milano, Kevin Rubio, Miles Bowman Jr. y Jerry Evans Jr.

Por distintas complicaciones, en la jornada de hoy no entrenaron con normalidad Marechal ni Rubio, quienes en la sesión de este miércoles 8 de marzo volverán a practicar a la par de sus compañeros. 

Justamente Rubio entregó su testimonio acerca del importante desafío de este jueves. “No tenemos nada que perder, en Chile no hicimos una buena actuación. Ellos tuvieron un muy buen partido y nosotros uno muy malo. Creo que ahora es nuestro momento, hay que jugar como lo venimos haciendo en el último tiempo y aprovechar nuestras oportunidades”, comentó Rubio. 

Pero en el balance de la competencia, las cuentas son alegres. “Es muy bueno para nosotros tener este roce a nivel internacional, nos sirve para medirnos y establecer el parámetro en el cual estamos. Creo que la competencia chilena cada vez está mejor y lo hemos demostrado en este torneo internacional”, añadió.

Por su parte, el experimentado Eduardo Marechal apuntó que las ganas están y que si hay algo en lo que todos coinciden es en que hay que disfrutar estas instancias. “Es una oportunidad única de estar en unos cuartos de final en un torneo como este, con la calidad de equipos que compite y con todo lo que puedes aprender”, puntualizó.

Hace 15 meses, Basket UdeC estuvo en este escenario y Marechal establece las diferencias. “Aquella vez veníamos a ver si éramos capaces o no de competir y hoy la realidad es otra. Sabemos que podemos hacer daño si hacemos nuestro juego. El grupo en general está con esa mentalidad, de venir a entregar todo lo que tenemos, de tratar de hacer un buen papel. No hay que descartar nada. Un mal día de ellos y uno bueno de nosotros puede dar vuelta la tortilla”, cerró.