Crédito: Diego Urzúa
Proceso creativo se gestó gracias a un fondo concursable de la Fundación Mustakis para el desarrollo de un modelo educativo, el que contó con la participación de jóvenes de colegios públicos chilenos, quienes fueron parte de un programa piloto durante 2020.
La Compuerta nº12, ópera-monodrama digital de composición y libreto de Miguel Farías y dirección de escena y cine de la chilena Christine Hucke, se estrenó el 22 de enero del presente año a través de la plataforma digital municipal Delivery.
La ópera está basada en una historia de Baldomero Lillo, cuentista y maestro del realismo social chileno, incluida en el libro Sub-Terra.
La ópera experimental narra la historia de un Chile profundo, donde el barítono Patricio Sabaté encarna a Pablo, personaje protagónico, quien envuelto en un aura de ensoñación en su taller recuerda los dolores de la sacrificada vida de los mineros del carbón que marcaron su niñez.
“La compuerta es resultado de un proceso de experimentación sobre otras formas de comunicar un arte que es esencialmente en vivo y que hoy, producto de la pandemia, nos ha empujado a investigarlo desde lo virtual. El proceso creativo fue doblemente interesante, ya que lo vivenciamos en paralelo a un trabajo sobre creación con jóvenes estudiantes, lo que nos hizo conectar con una generación totalmente habituada a lo virtual, sensibles y con opiniones claras”, comentó Christine Hucke.
Por su parte, Miguel Farías expresó que La Compuerta nº12 es una pequeña muestra de la fuerza que tiene la narrativa de Baldomero Lillo. Construir el libreto y la música para crear esta ópera fue un proceso muy interesante, porque los cuentos de Lillo son musicales, y este en particular habla desde la nostalgia del presente, un desgaste de lo cotidiano que es muy poético”.
Durante el proceso de creación de esta propuesta se desarrolló una metodología innovadora en educación tomando como modelo el Aprendizaje Basado en Proyecto (ABP), que será presentada al mundo escolar en marzo de 2021. Ella fue posible gracias a un Fondo de Innovación en Educación de la Fundación Mustakis, postulado por la asociación de teatros Ópera Latinoamérica (OLA) en colaboración con City Lab y el Centro de Extensión del Instituto Nacional (Ceina).
Testimonios
“La crisis a raíz de la emergencia sanitaria nos da la oportunidad de generar puntos de inflexión, cambios e innovación profundos. Los años que vienen producirán un renacimiento creativo y tenemos que poner a las artes al servicio de la sociedad. El haber desarrollado una metodología innovadora en educación, tomando como base el proceso creativo de la ópera, nos lo confirma. Los y las artistas pueden desarrollar grandes contribuciones a otros sectores de las sociedades”, comentó Alejandra Martí, directora ejecutiva de OLA.
“El desarrollo de habilidades como la capacidad de innovación, creatividad o diseño de soluciones ágiles, está en la base de la educación, la cultura y el arte. Este iniciativa es un modelo que fomenta la transferencia y aprendizajes de las habilidades para el siglo XXI”, señala Ana María Raad de Fundación Reimagina.
La producción de la ópera contó con el apoyo del Teatro Municipal de Santiago, la Corporación Cultural Universidad de Concepción (Corcudec) y la asesoría artística de la Fundación Centro de Estudios Avanzados de Música Contemporánea de Argentina, Ceamc.
“La obra de Baldomero Lillo se funda en la vereda sur del Biobío en el siglo XIX. Un Wallmapu minero. Lillo es lotino. La arquitectura de sus cuentos son seres humanos y sus circunstancias en minas de carbón bajo el mar del golfo de Arauco. La Compuerta nº 12 es un susurro del rito de iniciación del ‘ser’ minero y que se traspasa entre generaciones”, explicó Mario Cabrera Delgado, gerente de Corcudec.
Por último, Martín Bauer, director de Fundación Ceamc de Argentina, señaló que “el proceso en torno a la creación de la ópera nos demostró una vez más que los obstáculos no son necesariamente impedimentos. Las circunstancias inéditas en las que imprevistamente nos encontramos, nos obligó a extremar la imaginación, la creatividad y también en algún sentido la audacia».
«Jamás hubiera ocurrido un proceso creativo tan lleno de alternativas diferentes y matices, de no haber existido la pandemia y el confinamiento. El formato digital, si bien estaba a mano, adquirió otra dimensión, y paradójicamente, se humanizó. En el proceso educativo descubrimos que la distancia consolidaba las relaciones interpersonales y estimulaba la creatividad y el compromiso de los alumnos y alumnas: era lógico, de alguna manera había que estar a la altura de un acontecimiento tan extraordinario y de alcance mundial. Todos aprendimos mucho; esta ópera representa un punto de llegada y también de partida de todo este aprendizaje”, concluyó Bauer.
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