investigadores usan ultrasonido para determinar la calidad de las frutas de exportación
Crédito: CDTA
La tecnología, que permite obtener una imagen del fruto para evaluar su calidad, está siendo desarrollada por el investigador Rudi Radrigán.
Según cifras de la Asociación de Exportadores de Frutas de Chile (Asoex) y Decofrut, durante la temporada frutícola 2019-2020, Chile exportó más de dos millones y medio de toneladas de frutas frescas. Su principal destino fue el mercado de EEUU, con un 30,6%; Asia con 24,9%; Europa con un 21,8%; Latinoamérica con un 17,2%; Medio Oriente con un 3,7% y Canadá con un 1,8%.
Es en este contexto y ante la importancia que cada año tiene la industria hortofrutícola para nuestro país, la tecnología se presenta como un aliado estratégico para elevar tanto la calidad como la producción de frutas y verduras.
Y en busca de soluciones, aparece una tecnología innovadora: el uso de ultrasonido en frutas para evaluar su calidad.
Esta tecnología funciona en base a un singularizador (máquina encargada de separar las frutas) que se coloca encima de las bandas de transporte y que a través del envío de ondas de ultrasonido, desde un aparato emisor hacia un receptor, es capaz de analizar el estado óptimo de las frutas que se destinarán a la exportación.
“En Europa ya habíamos realizado un acercamiento con el ultrasonido de potencia en las frutas. Aunque era una tecnología joven no queríamos perderla de vista. Y no nos equivocamos”, comenta Rudi Radrigán, director del Centro de Desarrollo Tecnológico, CDTA UdeC, y desarrollador de esta innovadora tecnología nacional.
Según el Dr. Radrigán, antes de testear el ultrasonido en kiwis, era muy difícil evaluar un problema de maduración en la columella (defecto de calidad que perciben los consumidores de la fruta), por lo que decidieron avanzar con su uso tanto en este fruto como en arándanos, también propensos a tener un núcleo duro.
“Partimos con una tesis y ensayos hasta que encontramos una serie de características base del producto que afectan su calidad. El ultrasonido permitía sacarle una radiografía al fruto. Con esa matriz de datos, pudimos determinar algunas propiedades físicas de los frutos y definir si son aptos para exportarse al comercio global”, agregó.
El académico, que tiene patente vigente para implementar su invención en mercados de todo el mundo, ha contado con el apoyo de hub Apta –una corporación que gestiona oportunidades de negocios basados en ciencia– durante la última fase de desarrollo de la tecnología.
El sistema se instala en las líneas de proceso, para revelar las características que posee el centro del fruto, sin contacto. Esto preserva sus propiedades y facilita la clasificación entre aquellos que son aptos para ser envasados y exportados o reservados para el mercado local.
Esta tecnología además, permite revisar hasta 60 frutas por minuto, ayudando a mejorar los procesos de evaluación y certificar que se trata de un producto de alta calidad.
Nebulizadores para agroquímicos
Otra tecnología adaptada que está mostrando grandes avances, es el uso de nebulizadores para aplicar agroquímicos a la fruta de manera mucho más precisa, minimizando así el impacto para los consumidores.
Consiste en un goteo ultrasónico que cubre la fruta por completo y evita filtraciones de agua. “Cuando exportas fruta tienes que cumplir con normas sanitarias que son básicas, tanto del país de origen como del país de destino. A veces no admite ciertas prácticas, químicos o procedimientos. Con esto, podemos botar algunas barreras que tiene el producto chileno”, agregó Radrigán.
Complementó que con los resultados obtenidos en diversos laboratorios chilenos se pudo determinar que la implementación de nebulizadores a goteo ultrasónico disminuye la contaminación con químicos en la fruta en un 35%.
Una solución que favorece los requisitos solicitados en los países de exportación, dando alternativa a los fruticultores de utilizar otros agentes químicos que no dañen la estructura de la fruta.
Por otro lado, los estudios también revelan un importante descubrimiento relacionado a la segregación de frutas, ya que con este tipo de análisis baja la tasa de pérdidas de cosecha en un 12,5%, ocupando agroquímicos como los nebulizadores de ultrasonido.
Resultados concretos
La alianza entre el hub Apta y la Universidad de Concepción ha permitido a Rudi Radrigán impulsar y gestionar este emprendimiento, logrando tomar contacto con empresas de diferentes partes del mundo dispuestas a negociar para adquirir estas soluciones.
Aquí destacan Pace Internacional (USA): Soluciones de postcosecha para productos frescos; Xeda International(Francia y Chile): Fabricación de maquinaria para la aplicación de empacado y etiquetado individual de frutos y hortalizas; Maf Roda (Francia): Soluciones en sistemas electrónicos del proceso de postcosecha; Decco (Chile y otros países): Productos para la postcosecha, equipos y servicios de almacenaje.
“Lo ideal, sería instaurar un equipo en cada centro de almacenaje chileno, para que lo conozcan y así distribuirlo a nivel internacional. Puede ser el caso que terminemos cediendo la patente a una empresa que lo quiera comercializar. Nosotros estamos abiertos a la negociación, pero seguiremos creando soluciones para el mercado global”, concluye el desarrollador de estas innovadoras tecnologías.
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