Viviendo en pandemia: las molestias no relacionadas al Covid-19 que estamos experimentando
Crédito: Freepik
Especialistas UdeC analizan padecimientos físicos que se han vuelto comunes en estos seis meses de pandemia y entregan consejos para evitarlos.
Cuando iniciamos las medidas de distanciamiento en marzo, pensamos que esto duraría algunas semanas. Tras 200 días adaptándonos al teletrabajo y casi sin posibilidad de reunión con amigos o familiares, nuestro cuerpo ya está evidenciando el estrés físico y emocional.
Hay una serie de adaptaciones y cuidados que podemos realizar para que esta etapa sea más llevadera, evitando incomodidades y mejorando nuestra calidad de vida.
Un concepto que se hizo común en estos meses de encierro es “fatiga visual”. Mónica Troncoso, directora del Departamento de Tecnología Médica UdeC, explica que esta molestia se conoce como “Síndrome Visual Informático”. Aparece cuando enfocamos mucho tiempo y de forma ininterrumpida en una pantalla de computador.
Se manifiesta con ardor, resequedad y/o picazón en los ojos, cefalea y la posibilidad de ver ligeramente borroso.
Troncoso afirma que “hay un movimiento en los aparatos, porque son eléctricos. Cuando hay un titilar en la pantalla no lo vas a percibir a simple vista, pero si nuestra retina lo percibe. Y eso produce estrés, cansancio, irritación, lagrimeo, fotofobia y un cansancio tal que tienes que dejar de estar mirando el computador”.
Para evitarlo, la profesional recomienda un máximo de dos horas de trabajo en pantalla y luego descansar de 15 a 20 minutos. “Una pausa de cinco minutos no es nada. Y en ese momento levantarse del asiento, caminar, dar una vuelta donde este. Y tener cosas naturales en el lugar: flores, frutas o una fuente de agua, o un exterior que tengan como un jardín, algo que te saque de ese titilar que tiene la pantalla”.
“Cuando usamos el computador ejecutamos movimientos de cabeza y de ojos entre 12 mil y 35 mil veces”, explica Troncoso. “La pupila se contrae o se dilata, por la luz se agita y cuando empieza a oscurecer se agranda”. Este trabajo constante es normal, pero no natural.
“Una pantalla común de un computador tú la tienes que colocar 35º por debajo de tu eje horizontal. Pero, hoy en día es transitable, tú la llevas a todos lados: o es una tablet, o una computadora menor y lo llevas a todas partes”, agrega la docente de Tecnología Médica UdeC. Con los celulares, o las pantallas de una tablet, a los ojos les exigimos mucho más. Peor si su uso es en la cama, mal ocupando no solo la capacidad visual; el cuello, el brazo, la muñeca, todo sufre.
¿Y qué puedo hacer si ya llegué a la etapa de molestias o ver borroso? “Lo ideal es que controlen cómo está su visión. La salud visual parte por un diagnóstico”, afirma Mónica Troncoso. “Con esto del computador, lo primero es saber si su corrección visual es la correcta, si su lente es pertinente. Cada dos años tenemos que cambiar de lentes”.
Aunque no lo parezca, sentarse bien a la hora de trabajar o utilizar el ordenador es bueno para nuestra visión, así como colocar la pantalla a una altura y distancia adecuadas. ✍️#Funsavi #SaludVisual #Visión pic.twitter.com/4mwSQwuYux
— Funsavi (@funsavi) September 22, 2020
Otras medidas a tomar incluyen tratar de usar la menor cantidad de colores posibles cuando tenga una tarea densa o extensa. Además, la luz debe ser parte del ambiente y no que el foco de luz principal sea la pantalla, ya que produce más cansancio y agotamiento visual. Troncoso destaca también el uso de los filtros amarillos o modos nocturnos en los computadores. Consultada por el filtro de luz azul en los lentes, afirma que “lo están usando mucho para las pantallas. Se usa también en algunos casos de estrabismo. Ayuda mucho en ese sentido”.
Su recomendación principal para las jornadas de teletrabajo es que “veamos la mejor manera en que nos sentemos con la cintura cómoda, los brazos apoyados, la pantalla la miremos de frente y no tengamos que bajar ni levantar la cabeza, porque esto es ideal para que tengamos un trabajo más cómodo”.
Un entorno saludable y ergonómico
El diseño del puesto de trabajo es muy importante, pues estaremos en posiciones estáticas o forzadas durante un tiempo prolongado. Richar Cárcamo, Magíster en Ergonomía, aconseja varias adaptaciones que se pueden hacer para disminuir la cantidad de riesgos.
Partamos con un básico: utilizar un espacio distinto a la cama y adaptar un puesto para que sea tu lugar de trabajo con una silla y una mesa. “Tratar de que esa silla cumpla la mayor cantidad de requisitos, como que tenga un respaldo e, idealmente, un apoyabrazos. O que la altura de la mesa sea cómoda para que tú puedas descansar tus brazos en la mesa y no los tengas suspendidos en el aire”, explica el profesional del Centro de Vida Saludable UdeC. La mesa de centro en el living queda descartada, pues es muy baja y eso forzaría la posición de la espalda.
El ergónomo también recomienda que, dentro de lo posible, tratemos de ocupar un computador de escritorio, “porque tiene todas las interfaces separadas: el teclado en una parte, mouse en otra, la altura del monitor la puedes adaptar. En cambio, el notebook tiene todo junto, porque no está hecho para el trabajo durante tiempos prolongados, está diseñado para ratos en los que no puedes trabajar en tu casa”.
Para quienes no cuentan con un computador de escritorio, lo ideal sería “separar” lo máximo posible los implementos. Trabajar en el notebook pero usar mouse y teclado externo, pues eso nos va a dar la oportunidad de regular la altura del monitor.
Cárcamo aconseja “descansar y elongar, sobre todo la cintura escapular (hombros) y los músculos del cuello cada 20 minutos. Si es que se puede, tratar de trabajar un rato de pie y otro sentado”. Además, recuerda que la pantalla del computador siempre se debe ubicar de frente y no al costado, para no estar trabajando con rotaciones de cuello.
Como complemento, y para que el entorno laboral sea cómodo, el profesional sugiere regular la temperatura para que sea confortable y evitar tener el computador con una ventana adelante o atrás, porque tanto el reflejo como la luz directa de la ventana van a provocar fatiga visual.
Irritación y picazón en las manos
Sentir las manos resecas o dañadas se convirtió en algo más común desde marzo. Para los trabajadores de la salud, de la construcción, personal de aseo o de la industria alimenticia es un panorama conocido, debido al constante lavado. Este hábito es positivo y recomendado, pero el aumento en la frecuencia de limpieza altera la barrera grasa natural de la piel.
Cuando salimos a hacer trámites o compras, no siempre tenemos acceso a baños donde asearnos las manos. Aquí aparece el ya conocido alcohol gel, antiguamente rara vez visto en nuestros bolsillos. Pese a que es una opción buena, solo se debe utilizar en caso de no tener acceso a agua y jabón, pues los alcoholes deshidratan la piel, lo que los lleva a estar contraindicados en personas con sensibilidades o pieles secas. Su uso en exceso puede provocar inflamación, irritación y, en casos más graves, heridas.
Ya se ven mejor!! Pero estaban irritadas, con edema (hinchadas), estaban agrietadas, la crema no la soportaba. Lavarse las manos constantemente y con jabón del hospital, está canijo, y más cuando mi piel es sensible 😩 pic.twitter.com/NZt8Dnm7bV
— Oti (@oti15) April 24, 2020
En un día normal nos tocamos la cara cientos de veces con las manos. Desde la aparición del Coronavirus nos han recomendado evitar esta práctica, pues el virus se transmite por la vía respiratoria. Si una persona usa guantes y después igual se toca la cara, de nada sirve.
Para las manos irritadas, los profesionales recomiendan el uso de crema humectante que sea regeneradora, pues de esta manera ayudamos a reponer la grasa natural de la piel. Cuando la irritación es grave y las manos están muy rojas, hay que consultar al dermatólogo y se recetan tratamientos más específicos.
Otros químicos altamente utilizados son los amonios cuaternarios. La Dra. Berta Schulz, toxicóloga y académica de la Facultad de Farmacia UdeC, explicó en TVU Noticias que “el uso exagerado y en concentraciones más altas que la recomendada va a producir daños sobre la piel y los ojos. El estar expuesto a un ambiente no ventilado va a causar irritación. Puede llegar a vómitos, a malestar general como dolor de cabeza y otra sintomatología”.
#TVUNoticias | ¿Estás usando correctamente los productos de limpieza? Conoce aquí consejos básicos para evitar consecuencias en tu salud y la de tu familia. https://t.co/bWnQeuNBfv
— TVU (@TVU_television) September 15, 2020
En este punto radica la importancia del correcto manejo de las sustancias peligrosas o potencialmente tóxicas, con especial atención en el cuidado de los menores. La recomendación es mantener envases bien cerrados y etiquetados, lejos del alcance de los niños, pues “debido a su desarrollo, son más propensos a tener complicaciones a nivel respiratorio”, explicó la profesional.
Maskne o “acné por mascarilla”
El encierro de la cuarentena, la incertidumbre económica o en el trabajo, las largas horas en la casa, no poder salir a distraerse libremente, todo provoca que aumente el estrés. Y en situaciones de estrés aumentan los cuadros de acné, caída de pelo, picazones, entre otros.
Usuarios alrededor de todo el mundo refirieron la aparición de granos y espinillas en la zona cubierta por mascarilla. Fue tanto el eco que se popularizó el término “maskne” (vocablo anglo que mezcla mask y acne)
Granos debido al uso de mascarilla | Pixabay
Esta irritación se presenta frecuentemente alrededor de la boca y labios, mejillas, cuello mentón. El aumento en la temperatura y la humedad de la zona al estar cubierta, puede agravar los problemas en personas con piel grasa o con tendencia seborreica.
Se aconseja limpiar y humectar toda la cara al iniciar el día y antes de ir a dormir, evitar el uso de maquillaje mientras se use la mascarilla, tener un periodo de descanso de 10 a 15 minutos cada cuatro horas con ella puesta y mantenerse hidratado.
Para casos más graves de maskne hay tratamiento dermatológico, lo importante es consultar y no automedicarse.
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