La Facultad de Farmacia de la Universidad de Concepción participa como institución asociada en un proyecto nacional adjudicado al Instituto de Salud Pública (ISP), orientado a fortalecer la fiscalización de dispositivos médicos sin registro mediante el desarrollo de una herramienta basada en Inteligencia Artificial (IA).
La iniciativa, titulada “Herramienta basada en IA multimodal para fiscalización de Certificado de Destinación Aduanera de dispositivos médicos sin registro en Chile”, fue seleccionada en el concurso del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación y tendrá una duración de 18 meses.
El proyecto es liderado por el QF. Lukas Gallegos, de la Agencia Nacional de Dispositivos Médicos, y Nicole Leyton, de la Agencia Nacional de Medicamentos del Instituto de Salud Pública (ISP), como investigadores principales. Participan además como coinvestigadores el académico del Departamento de Farmacia de la Facultad de Farmacia UdeC, Dr. Claudio Müller Ramírez y la Dra. (c) Carolina Gutiérrez Cáceres, colaboradora de Farmacia Clínica de la misma unidad.
IA para la fiscalización de dispositivos médicos
Según explicó el Q.F. Lukas Gallegos, el objetivo del proyecto es diseñar un prototipo de herramienta basado en inteligencia artificial que permita detectar importaciones de dispositivos médicos sin registro sanitario que requieran investigación profunda por parte de los fiscalizadores del ISP.
“Hoy este trabajo se realiza manualmente, y recibimos cerca de 200 solicitudes diarias. La idea es optimizar los procesos para proteger la salud pública de manera más eficaz”, señaló.
Gallegos comentó que la inspiración del proyecto proviene de experiencias internacionales, como NightCrawler en Suiza, que utiliza machine learning para detectar productos médicos ilegales en línea, junto al auge reciente de las inteligencias artificiales generativas. Agregó que, en Chile, la principal brecha radica en la normativa: “Actualmente, solo 11 tipos de dispositivos médicos están sujetos a control sanitario obligatorio. Por eso, herramientas como esta pueden ayudarnos a priorizar la fiscalización y detectar usos fraudulentos del Certificado de Destinación Aduanera”.
En el desarrollo del prototipo, el equipo busca entrenar un modelo que aprenda a reconocer atributos comunes de las importaciones que deben ser investigadas, clasificándolas como “sospechosas” o “correctas”.
“Nuestro objetivo es imitar con la mayor sensibilidad posible el ejercicio que realiza un inspector humano. Es más grave que el modelo omita una importación sospechosa que el que falle en exactitud. Así podremos optimizar el tiempo de los inspectores y fortalecer la vigilancia del mercado”, explicó.

El investigador destacó además la etapa de preprocesamiento y clasificación de datos como una de las más exigentes del proyecto: “Requiere mucho análisis para obtener un conjunto de datos robusto. Luego se explorarán diferentes modelos de machine learning hasta determinar cuál ofrece mejor rendimiento”.
Asimismo, explicó que, al tratarse de un proyecto de investigación, es posible que los resultados muestren limitaciones con los datos o con los enfoques utilizados. En ese caso, señaló que esto también sería valioso, porque permitiría orientar los ajustes necesarios y definir nuevos caminos para avanzar hacia una herramienta realmente funcional.
Colaboración interdisciplinaria
El Dr. Claudio Müller apoya en el análisis de datos, la validación del prototipo de inteligencia artificial y la comunicación de riesgos para la salud asociados al uso de dispositivos médicos fraudulentos. Para el académico, esta colaboración “representa una oportunidad estratégica de impacto nacional”, donde la Facultad de Farmacia aporta su experiencia científica al fortalecimiento de la fiscalización sanitaria.
Müller añadió que uno de los principales desafíos es equilibrar el rol del fiscalizador humano con las capacidades de la inteligencia artificial. “Se trata de lograr un complemento adecuado entre la experiencia técnica del profesional y la potencia analítica de la herramienta tecnológica”, comentó. En esa línea, anticipó que los resultados del proyecto podrían abrir nuevas líneas de investigación aplicada, “con posibilidades de escalar hacia otros productos como medicamentos, suplementos alimenticios o cosméticos”.
La Dra. (c) Carolina Gutiérrez, también coinvestigadora del proyecto, explicó que su principal contribución se centra en el diseño metodológico y los aspectos éticos de la investigación. “Mi aporte fue asegurar que la recolección de datos y la validación de la herramienta se realicen de forma apropiada, garantizando resultados confiables y aplicables posteriormente”, señaló. Agregó que su formación en Química y Farmacia, junto con su actual especialización en inteligencia artificial aplicada en salud, le permite “actuar como un puente de comunicación efectivo con el equipo técnico, asegurando que los requerimientos científicos y tecnológicos dialoguen de forma fluida”.
Sobre la relevancia de esta iniciativa, Gutiérrez destacó que el proceso de fiscalización enfrenta hoy una sobrecarga de solicitudes que deben resolverse con rapidez y precisión. “Realizar esta labor manualmente es un proceso lento y susceptible a errores. Una herramienta basada en IA puede identificar patrones de riesgo, generar alertas tempranas y optimizar recursos, lo que finalmente se traduce en una mayor seguridad para los pacientes”, subrayó.
Innovación con impacto nacional
Para el Dr. Claudio Müller, la colaboración con el Instituto de Salud Pública representa una oportunidad estratégica de impacto nacional. “Esta iniciativa surge a partir de un convenio marco existente entre ambas instituciones y de la vinculación con el QF. Lukas Gallegos, nuestro exalumno, quien hoy forma parte de la Agencia Nacional de Dispositivos Médicos”, explicó.
“Como exalumno, es un orgullo contribuir de esta forma al espíritu de la Universidad de Concepción, especialmente al promover la capacidad que tiene de formar profesionales que impulsan iniciativas de cambio dentro y fuera de la Universidad, dentro y fuera de la región, y por qué no, dentro y fuera de Chile. Formar parte de un equipo que me formó y me vio crecer desde estudiante a profesional me llena de satisfacción y refuerza que la UdeC siempre te lleva por el camino correcto”, agregó Lukas Gallegos.
Tanto Gutiérrez como Müller coinciden en que el carácter interdisciplinario del proyecto es uno de sus mayores valores. “Si queremos obtener un producto que genere un impacto positivo, debe desarrollarse de la forma más completa posible”, señaló la Dra. (c) Gutiérrez. “El trabajo conjunto entre la academia y las instituciones públicas no solo fortalece la fiscalización, sino que también contribuye directamente a la salud pública del país”.







