Crédito: Archivo
En estos días, muchos egresados de 4to medio están recibiendo sus puntajes para optar por la educación superior. Mientras tanto, en el ecosistema emprendedor, Sercotec (Servicio de Cooperación Técnica) ha dado a conocer los resultados del “Test de Caracterización del emprendedor/empresario”, el cual al igual que la PAES es un requisito superar el puntaje corte para acceder al fondo de financiamiento de Sercotec.
Este test se ha aplicado durante más de una década, y a diferencia de la PAES, ha mantenido las mismas preguntas a lo largo del tiempo. Su puntaje de corte ha experimentado un incremento considerable, pasando de 289 puntos en 2014 a más de 600 en 2023 en la región del Biobío.
Sin embargo, es importante señalar que esta prueba no refleja la realidad individual de cada emprendedor; más bien, identifica a aquellos que responden dentro del perfil del “emprendedor ideal” según los parámetros de Sercotec, sin considerar criterios territoriales o por rubros. Por ejemplo, una de las preguntas indaga sobre el alcance del negocio, ofreciendo opciones como internacional, nacional, barrial, entre otras. Obtienes la nota máxima al responder “internacional”, aunque esta opción no corresponda a la realidad del negocio.
A nivel nacional, para alcanzar una puntuación superior a 600, se requiere tener la perspectiva empresarial de alguien con sólidos conocimientos, experiencia y un entorno proempresarial, o bien conocer las preguntas y las respuestas correctas. La mayoría de los emprendedores que postulan y son el público objetivo de este instrumento no encajan en la caracterización ideal del test, generando así una desigualdad marcada entre las grandes urbes y las pequeñas comunas.
Los fondos de capital semilla y Crece tienen como objetivo apoyar a micro y pequeñas empresas. En mi experiencia, a menudo estas empresas carecen del conocimiento necesario para superar este test, pero sí poseen la experiencia y el saber hacer para desarrollar un plan de negocios y una presentación (pitch) de alta calidad. No obstante, al no alcanzar el puntaje requerido, su esfuerzo en la postulación queda en el olvido y, simplemente, el sistema las rechaza.
Por otro lado, es evidente el sesgo del test al mantener las mismas preguntas durante más de una década. El mundo de los negocios está en constante cambio, y un test que no se actualiza corre el riesgo de quedar obsoleto y de no reflejar la realidad actual.
Considero que hoy en día tenemos un ecosistema con actores robustos que perfectamente podrían colaborar con el estado en actualizar un instrumento que realmente sea un filtro acorde a la realidad de las emprendedoras y microempresas de Chile.
Columnista
Jorge Bizama Gallegos
Gerente General UdeC Capacita
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