Magíster en Bioquímica Clínica e Inmunología logra acreditación hasta 2027
Crédito: F. de Farmacia
La certificación entregada por la CNA, la más extensa obtenida desde que se creó el programa de la Facultad de Farmacia UdeC, destacó la excelencia de su cuerpo de académicos.
Una de las tantas consecuencias de la irrupción de la pandemia de Covid-19 en el mundo, fue la relevancia que adquirió el rol del científico. Los esfuerzos para terminar en el más breve plazo posible con la emergencia causada por el Sars-CoV-2, se centraron en encontrar nuevos tratamientos o vacunas, junto con la implementación y desarrollo de técnicas de diagnóstico más eficientes, que permitieran abarcar a una demanda creciente.
Es por ello que una de las áreas más demandadas durante la crisis ha sido el diagnóstico molecular, ciencia dedicada a «desarrollar el test que permita mejorar el diagnóstico en distintas áreas», explicó Claudio Aguayo Tapia, director del Magíster en Bioquímica Clínica e Inmunología de la Facultad de Farmacia UdeC.
El investigador lidera este programa creado en 1989 y reformulado en 2006 y del cual ya han egresado más de 50 graduados. «Por el contexto sanitario ahora el examen PCR es una técnica ampliamente conocida. Pero desde el año 2000 el Departamento de Bioquímica e Inmunología de la Facultad de Farmacia ha abordado la aplicabilidad de esta técnica en el diagnóstico de enfermedades humanas, tanto en virus, como en el caso del Sars-CoV-2, como en bacterias, enfermedades cardiovasculares y cáncer». comentó el Dr. Aguayo.
«Todo lo que se está haciendo en cuanto a diagnóstico molecular, es información que nuestros egresados manejan desde antes de la pandemia. Por lo tanto, durante esta crisis les ha permitido fácilmente incorporarse al área de diagnóstico», manifestó el académico. «La formación que se les entregó en el Magíster, tanto teórica, como en el trabajo de tesis; fue fundamental para que ellos pudieran incorporarse rápidamente y contribuir a la identificación de este virus», agregó.
Además, la profundización del estudio del diagnóstico molecular fue una de las innovaciones que propuso el Magíster en 2006. «La idea era ampliar el campo, por lo que se sumaron también el estudio de la endocrinología, la función placentaria y la inmunología, entre otras», recordó el director del programa. Planteó que, con ello, avanzaron en la «formación de profesionales especializados tanto en la detección de enfermedades a través de exámenes de laboratorio, como en el desarrollo de investigaciones ligadas al área».
Los buenos resultados del Magíster fueron valorados por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), organismo que recientemente realizó un proceso virtual y le otorgó la certificación hasta 2027, el reconocimiento más extenso que el programa ha obtenido desde su creación.
El investigador declaró que «estamos muy contentos de este logro. Esta acreditación nos destaca por ser un programa cuyo objetivo es formar académicos o investigadores en el área de la Bioquímica Clínica e Inmunología, con un fuerte fundamento de científico y aplicable a patologías de alto riesgo y prevalentes en la población».. Destacó que «si bien este reconocimiento es bueno para el programa, es igual de importante para nuestros estudiantes, porque la acreditación les da la posibilidad de acceder a becas Anid y, también, es un estímulo para conseguir un número mayor de postulaciones».
Sobre el proceso de acreditación, el Dr. Aguayo detalló que «fue bastante lento. Comenzamos con un análisis de la estructura del programa en 2018 y eso permitió la fusión de algunas asignaturas y la creación de otras, como función placentaria, regeneración tisular y células madre y citometría de flujos.».
El experto aclaró que «la diferencia entre la acreditación tradicional y esta versión virtual fue mínima. Los requerimientos y exigencias fueron las mismas, salvo las reuniones presenciales con los empleadores de nuestros egresados y las visitas a las dependencias, que fueron reemplazadas por la entrega de material audiovisual con una visita virtual exhibiendo las dependencias, los laboratorios, los equipamientos con que cuenta el programa».
Aguayo valoró que «el documento que nos hizo llegar la CNA resume los avances del programa y destaca como una de las principales fortalezas la excelencia y productividad de sus académicos».
El académico indicó que, a partir de ahora, los desafíos del programa están enfocados a trabajar para mejorar las debilidades observadas y lograr la máxima acreditación en 2027.
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