Especialista UdeC y sismo: “El hecho de que sea más profundo implica que se perciba en un área más extensa”
Crédito: Centro Sismológico Nacional.
El académico del Departamento de Ciencias de la Tierra, Dr. Jorge Quezada, explicó que el sismo de anoche corresponde a un evento del tipo “slab pull” o intraplaca: se situó al interior de la placa de Nazca, bajo la Sudamericana, con una profundidad de más de 200 kilómetros.
Quedaba poco menos de una hora para el término del domingo y un sismo de magnitud 6.6, con epicentro a 50 km al noreste de Lonquimay (en territorio argentino) sorprendió a la población del centro sur del país.
Lo llamativo del temblor -que ocurrió a las 23.05, según consigna el Centro Sismológico Nacional- es que se sintió, con distintas intensidades, en una amplia zona, abarcando desde las regiones de Valparaíso a Los Lagos.
“Fueron dos sismos y claramente uno gatilló el otro, primero se sintió el ruido, que es la onda P (primaria) y a los 10 segundos empezó la onda S (secundaria), el movimiento del primero; después paró y todavía seguían las ondas superficiales; volvió el ruido (onda P) y luego la onda S del segundo, que fue más intenso”, explicó el geólogo Jorge Quezada Flory, académico del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias Químicas UdeC.
Según explicó el investigador, el de anoche corresponde a un evento del tipo “slab pull” o intraplaca; es decir, se situó al interior de la placa de Nazca, bajo la Sudamericana, con una profundidad de más de 200 kilómetros.
a“Esto se debe a que la Placa de Nazca, la que se está subductando (hundiendo) bajo la Sudamericana, experimenta esfuerzos tensionales en su parte más profunda. La parte más profunda es más pesada y al ser más pesada se hunde más rápido, entonces se estira por esfuerzos tensionales”, agrega.
El Dr. Quezada apunta que este tipo de sismo intraplaca ocurre en zonas cordilleranas y de fallas geológica, a mayor profundidad, y por ello generan aceleraciones más grandes. Eso explica que el movimiento se haya percibido en zonas alejadas del epicentro.
“El hecho de que sea más profundo implica que se perciba en un área más extensa”, acota el académico, añadiendo que estos sismos de tipo tensional generan menos réplicas, a diferencia de los eventos interplaca -de carácter compresional y más superficiales-, que se sienten en una zona más limitada y, a la inversa, es seguido de varios movimientos.
“En este caso hubo un precursor y vino un segundo; pero es poco probable que venga otro, aunque no digo que no vaya a ocurrir”, aseveró el especialista.
“Estos sismos hay que tenerlos muy en cuenta; porque se ha demostrado que generan aceleraciones más grandes. Es el caso de lo que ocurrió en Chillán de 1939, que es el más mortífero de Chile”, dijo.
El investigador puso el acento en ciudades cercanas a las zonas cordilleranas como Santiago, Rancagua y Temuco que -dijo- podrían ser epicentros de eventos tipo “slab pull” como el de este fin de semana cerca de Lonquimay.
Y, al igual como ocurre cada vez que se registra un sismo, los expertos llaman a la población a estar siempre preparada para un nuevo evento, porque finalmente habitamos uno de los países sísmicos del mundo.
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