Crédito: César Arroyo / DirCom
Es el menor en el equipo de básquetbol del Club Deportivo Universidad de Concepción. Con experiencia en la Liga Saesa, este año 2022 buscará seguir aprendiendo de los referentes y ganarse un espacio permanente en Basket UdeC.
Ricardo Francisco Maass Moraga nació el 10 de enero de 2003. Juega de base y estudia Nutrición y Dietética en la Universidad de Concepción. Pasó a segundo año aprobando todos sus ramos y está a la espera de los resultados para obtener la Beca Deportiva.
Cuenta que su hermano mayor le decía que jugara básquetbol, hasta que alrededor de los ocho años empezó a entrenar con él, entrando a la escuela de básquetbol del Club Andino de Los Ángeles.
«Era muy inquieto, desde que me empezó a gustar el básquetbol busqué la oportunidad para jugar, incluso jugando con personas más grandes en la calle o en las mismas series mayores de Andino. Se me fue dando bien para ser tan pequeño”, detalla el base.
A los 13 años integró un equipo local que fue a Argentina a disputar un torneo categoría sub-18, siendo titular y levantando la copa. Con el tiempo, se alejó un poco del Club Andino porque le surgió una propuesta del Club Alemán de Los Ángeles —que competía en la Asociación Biobío— y lo llamaron como refuerzo para el torneo provincial y posteriormente para el regional.
Paso por la Liga Saesa
Luego de unos buenos rendimientos a nivel juvenil, Ricardo enfiló al sur a jugar Liga Saesa, específicamente en Lautaro y Carahue. “No alcancé a jugar el segundo año por el tema de la pandemia. En ese lapso también jugué en los Juegos de la Araucanía”, añade.
Debut ante Ab Temuco / Basket UdeC
Su experiencia en Liga Saesa fue muy buena. “Es un cambio súper importante en comparación con la Liga de la Asociación Biobío, en todos los sentidos, empezando por los viajes, por la indumentaria, todo lo pagan. Es llamativo el cambio del básquetbol hacia el sur en las series formativas. El cambio en el público igual es grande, hay mucha efervescencia”, explica.
Siempre estuvo en su horizonte la Universidad de Concepción. “No tenía otra opción en mi cabeza más que el básquetbol y la Beca Deportiva UdeC. Lamentablemente el año 2021 no conté con la beca, porque se me pasaron las fechas de postulación, pero de todas maneras logré entrar a la carrera que quería sin necesidad del 10% de bonificación”, relata.
En cuando a su año académico, manifiesta que hay ramos que serían muy diferentes en modalidad presencial, opción que tendrá este 2022, ya que el año pasado cursó todas sus asignaturas en modalidad virtual. Nutrición y Dietética es lo que quería estudiar. “Quedé conforme con mi año académico, ansioso de ver la evolución de la malla curricular”, dice.
Camino al profesionalismo
El año pasado hubo unas pruebas para integrar el equipo universitario. Era una oportunidad que estaba esperando, ya que en ningún momento dejó de entrenar durante la pandemia. “Quedé en el primer corte y luego ingresé al equipo universitario. En uno de esos entrenamientos jugamos contra los profesionales, ahí el profe Cipriano me vio y al parecer dejé una buena impresión y pude demostrar y lograr lo que quería: integrar el primer equipo”, señala.
Debutó en Copa Chile contra AB Temuco. También viajó al cuadrangular final en Villarrica. Siendo el más pequeño de edad quiere seguir ganando experiencia, ir aprendiendo de los referentes que están en el equipo, superar su nivel, corregir sus errores, pulir detalles y lograr ser un jugador identificado con la Universidad de Concepción. Más allá de su carrera universitaria, Ricardo quiere ser un jugador profesional a toda costa.
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