Día Internacional del Celíaco: académicas de la Facultad de Farmacia hablan de la enfermedad y cómo se sobrelleva
Crédito: Esteban Paredes Drake – DirCom UdeC
El 5 de mayo se conmemoró el Día Internacional de la Enfermedad Celíaca, una patología que según la Encuesta Nacional de Salud 2009-2010, el 0.76% de la población es susceptible y solo puede ser controlada por medio de una dieta estrictamente libre de gluten.
El gluten es una proteína que está presente en cereales como el trigo, avena, centeno y cebada (TACC), y le proporciona a esto la elasticidad y consistencia que podemos observar, por ejemplo, en un trozo de queque. Sin embargo, para el paciente con enfermedad celíaca (EC), esta proteína significa una amenaza a su salud.
La enfermedad celíaca es un trastorno autoinmune que afecta principalmente el intestino delgado, pero que tiene manifestaciones multisistémicas. En un paciente con EC el gluten causa una respuesta inmunitaria en el intestino que, con el tiempo, causa que las vellosidades de este se dañen y no permitan la correcta absorción de los nutrientes.
Según comenta la nutricionista y académica de la carrera de Nutrición y Dietética, Damaris Zapata, “en personas con EC no tratada se puede presentar déficit de micronutrientes, entre ellos, fierro, ácido fólico, vitamina B12, vitamina B6, vitamina D, cobre, zinc y carnitina”.
Los síntomas de una persona celíaca pueden tardar años en aparecer, y asimismo, el intestino puede tardar hasta dos años en recuperarse una vez que se inicia una dieta libre de gluten, lo que hasta el momento es el único método de controlar la enfermedad.
“Es fundamental que las personas con EC sigan una «dieta» libre de gluten (DLG), de manera estricta y de por vida. Esto no siempre es fácil, dado que muchos alimentos, así como medicamentos o productos cosméticos, contienen gluten entre sus ingredientes”, señala la nutricionista. Y agrega que “al iniciar la DLG se aprecian cambios favorables en el organismo, reduciendo significativamente los síntomas, sin embargo, en ocasiones puede haber efectos secundarios, que pueden requerir otros tratamientos, como ocurre en la anemia ferropriva”.
Si bien, los alimentos que con mayor facilidad se identifican como aportadores de gluten son los cereales, el gluten se encuentra incorporado en muchos alimentos, debido a sus propiedades de elasticidad y a que se usan como espesantes. Es por esto que, para los pacientes con EC, es de suma importancia identificar los alimentos que tengan el logo de “libre de gluten”.
En Chile ha existido un aumento en la disponibilidad de alimentos libres de gluten en los últimos años, de la mano con un aumento del diagnóstico de la enfermedad. Sin embargo, el desafío sigue siendo el elevado precio de estos productos, tal como lo afirma la Dra. Sigrid Mennickent, químico-farmacéutica y paciente con EC, quien asegura que hace unos años la canasta celiaca superaba cuatro veces el valor de la canasta regular.
Uno de los obstáculos para el mejor acceso a una DLG es que no todos los productos libres de gluten son certificados, porque el proceso debe realizarse periódicamente y significa un gasto económico importante para las industrias. Entonces los pacientes, desconociendo la existencia de estos productos, ven su alimentación más restringida.
La Dra. Sigrid Mennickent afirma que, además, el peso de la enfermedad y su cuidado suele recaer de manera excesiva en el paciente, quien tiene que estar siempre preocupado de mantener su dieta libre de gluten, inclusive evitando medicamentos que pueden contener esta proteína como excipiente.
“Tenemos que fijarnos porque si consumimos un medicamento que tenga alguno de estos excipientes derivados de trigo, vamos a presentar toda la sintomatología nuevamente dañándose el intestino, no absorbiendo otros nutrientes, Pero además ese daño el intestino se demora más o menos un año en recuperarse.”
Como en la industria alimentaria, la farmacéutica no está totalmente certificada, haciendo que en muchos casos ni el cuerpo médico ni los pacientes conozcan la disponibilidad de medicamentos libres de gluten.
Según la Dra. Mennickent, el ejemplo de países como España, donde la oferta de productos libres de gluten es amplia y accesible, debería guiar los pasos de nuestro país, de la mano de legislaciones efectivas, que garantice la disponibilidad de dichos alimentos, la educación respecto a la EC, y además la inclusión de esta enfermedad en el GES.
La educación en torno a la enfermedad celíaca es muy importante. Así lo sabe Damaris Zapata, académica de la Facultad de Farmacia.
“La información en relación con la EC debe ser cada vez mayor y más amplia, de modo que, los colegios desde la primera infancia y en todo el ciclo vital, apoyen las medidas de manipulación, cuidado e integración de las personas con la condición de celiaca”, aseguró la nutricionista”.
En cuanto a educación, la Facultad de Farmacia ha contribuido con la creación de la Corporación Pro Paciente Celíaco, que lleva desde el año 2012 generando instancias de aprendizaje a través de talleres prácticos donde las personas pueden aprender a elaborar preparaciones libres de gluten.
Zapata enfatiza el rol de la familia del paciente, y la sociedad en general, en el tratamiento de la enfermedad, ya que, como menciona la Dra. Mennickent, el peso suele recaer exclusivamente en el enfermo celíaco.
“La dieta libre de gluten es para toda la vida, de ello depende la sanidad del intestino y el control de la sintomatología. Las familias se deben empoderar en el tema”, aseguró la nutricionista.
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