Adelio Matamala y su libro El vacío de Dimitri: “Encontrarme con este espacio para la esperanza, fue enriquecedor”
Crédito: César Arroyo | Dircom
El lanzamiento del escrito se llevó a cabo en el auditorio Juan Perelló, a capacidad plena, con la presencia de académicos, investigadores, estudiantes, familiares y amigos del autor.
El proceso creativo en ciencia y las vicisitudes que acompañan a quienes optan por el camino de la investigación son los temas centrales de la primera novela del académico de la Facultad de Ciencias Químicas (FCQ), Adelio Matamala Vásquez, que recorre la vida de Dimitri Mendeleyev, autor de la Tabla Periódica de los Elementos.
El libro El vacío de Dimitri (Confinsur) fue presentado en un acto que se llevó a cabo en el auditorio Juan Perelló, a capacidad plena, con la presencia de académicos, investigadores, estudiantes, familiares y amigos del autor, y al que también asistió el Rector Carlos Saavedra Rubilar.
“Este es un libro notablemente bien escrito, pulcro, exquisito, depurado”, expresó la editora, Mariana Soto, señalando que otra de las razones por las que la editorial apoyó este proyecto es el atractivo con que fue tratado su contenido.
“(La tabla periódica) es un tema por todos conocido, por el mundo científico y por el gran público; el libro nos habla del quehacer científico en el día a día, habla del proceso creativo de hacer ciencia”, contó.
Los académicos UdeC, Claudio Pinuer Rodríguez, vicedecano de Humanidades y Arte, y Néstor Novoa Serrado, investigador del Departamento de Química Analítica e Inorgánica (FCQ), fueron los encargados de comentar el texto.
El Dr. Pinuer indicó que el autor ofrece una visión personal de los hechos, reconstruyendo algunos elementos de la historia, que es -como explicó- la forma en que se construye la novela histórica.
“Adelio no es un biógrafo, porque (el libro) no es una biografía; Adelio hace una combinación: construye en parte una novela histórica y una historia novelada en torno a la vida y obra, vicisitudes, amores y desamores del personaje, que nos permite ir conociendo la vida de Dimitri, la época en que vivió”, dijo.
“Para escribir una novela histórica no basta la sola inspiración, que ya es mucho, hay que investigar, documentarse”, agregó.
Desde su perspectiva de investigador, el Dr. Novoa indicó que la novela aborda muy bien cómo los científicos enfrentan su opción de vida y destacó que el autor logra transmitir tanto la personalidad de Medeleyev como las características de la época en que vivió el investigador ruso. Alabar
Asimismo, subrayó la capacidad de investigación del Dr. Matamala, “que nos ofrece la posibilidad de enlazar hechos históricos en una novela, pero simultáneamente nos proporciona valioso material pedagógico (…)”.
A juicio del académico, la carrera de investigador y de docente del autor, “cristalizan en esta obra que tiene el potencial de despertar un interés transversal en la historia (de Dimitri)” aseveró.
En la oportunidad, el Dr. Matamala expuso cómo se fue gestando este proyecto que -como contó- nació en 2019, en el Año Internacional de la Tabla Periódica de Elementos Químicos, que conmemoró los 150 años de la primera publicación del trabajo de Mendeleyev.
Su idea fue interrumpida por el estallido social y tuvo en la pandemia un nuevo impulso, concretándose finalmente en 2021.
El texto no solo resume la historia del científico ruso, es también el homenaje de Matamala a dos académicos que le enseñaron la Tabla periódica desde dos perspectivas diferentes durante su formación -los doctores Burkhard Seeger y Ary Espinosa- y un resumen de reflexiones en torno al vacío del personaje como también en relación al momento que vivía la humanidad mientras el autor concretaba su obra.
“Mendeleyev me dio la oportunidad de ver y recrear, desde mi perspectiva, personas circunstancias, lugares (…)”, dijo, señalando que el libro fue también un ejercicio de reflexión sobre un período especial: los dos años de incertidumbre y temor, sobre todo el primero, generados por la pandemia.
“Fueron momentos bien complejos, por lo tanto encontrarme con este espacio para la esperanza para mí fue muy enriquecedor e intenté, dentro de mis limitaciones, transmitir eso”, indicó.
El autor se mostró emocionado por la presencia de estudiantes que en el contexto de la distancia de la pandemia -reconoció- fueron una importante motivación en su proyecto.
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