Académicos UdeC analizan crisis de Huachipato y advierten graves efectos para el Biobío
Crédito: Archivo Dircom UdeC
La crisis en la Siderúrgica Huachipato, agravada por la competencia del acero chino, puede generar profundas consecuencias económicas y laborales en la región. Docentes UdeC señalaron errores en la estrategia antidumping y subrayaron que las medidas implementadas fueron insuficientes y tardías.
La situación actual de la Siderúrgica Huachipato, que anunció el cese indefinido de sus operaciones y con la renuncia de CAP S.A. a buscar sobretasas para el acero chino, ha generado preocupación tanto a nivel de la región del Biobío como nacional.
La filial de CAP anunció en marzo el cierre por la dificultad de enfrentar con éxito la competencia del acero importado desde China, debido a la venta de productos a precios inferiores a los de producción (o “dumping”), lo que afecta negativamente a la industria local. Esto había motivado la implementación de medidas, y la Comisión Nacional encargada de investigar la existencia de distorsiones en el precio de mercaderías importadas había determinado en primera instancia sobretasas a las importaciones que promediaban el 15,3% para las bolas de acero, mientras que en el caso de las barras era de un 15,1% promedio por un plazo de seis meses. La revisión de esta medida en abril determinó un 24,9% para las barras y un 33,5% para las bolas de acero dentro del mismo plazo que se extingue en septiembre.
Sin embargo, la empresa comunicó que, incluso con las medidas antidumping provisionales recomendadas por la Comisión Nacional, no han podido ajustar sus precios para hacer el negocio viable en Chile. Debido a esta situación, CAP decidió desistirse formalmente de continuar con la solicitud para que se impongan derechos antidumping definitivos contra las importaciones.
La académica de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad de Concepción y Jefa de Carrera de Derecho Chillán, Vanessa Elizondo Núñez, señaló que las primeras medidas tenían un margen bajo de efectividad. Si bien las últimas sobretasas estaban dentro del marco normativo internacional, no lograron frenar las importaciones a precios bajos que continuaron ingresando al país.
«Entre las resoluciones y la investigación, se señaló que también importaba acero por el equivalente a lo que se importaba año pasado durante los primeros seis meses del año. Entonces, la verdad es que la efectividad de las medidas fue casi nula, porque tiene que haber ingresado en los últimos dos meses un acero más caro. Con esta medida no se logró cambiar la estructura del mercado. Básicamente, el acero chino sigue vendiéndose a un precio inferior al que Huachipato lo puede vender», explicó.
La docente añadió que el proceso de implementación de estas medidas es lento y, en muchos casos, las importaciones ya han saturado el mercado antes de que las sobretasas surtan efecto, por lo que los seis meses de plazo no tributan a una solución sostenible.
«En otros países, [las medidas antidumping se implementan] por periodos superiores de tiempo, porque un año en un mercado que tiene costos hundidos, que es un mercado grande, no va a generar un gran impacto. Por un periodo más largo se puede generar cambios estructurales relevantes. En algunos algunos países incluso las mantienen por cinco años, dependiendo de la importancia de la industria», agregó.
En la misma línea el académico de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Universidad de Concepción, Víctor Hernández Roldán, en entrevista con el Canal 24 Horas apuntó a errores estratégicos al lamentar que no se haya acudido a instancias superiores para conseguir plazos razonables que permitieran encontrar otras vías de trabajo.
«Se tomó la decisión de hacer la presentación ante la Comisión Antidistorsiones, y convenir finalmente seis meses para analizar esta situación, en circunstancias que perfectamente las partes y la Comisión podrían haber solicitado a la Organización Mundial del Comercio que el plazo hubiese sido un año, de tal manera de haber tenido el tiempo suficiente para encontrar una solución más amigable», manifestó.
Chile, agregó Víctor Hernández, se encuentra en una posición poco aventajada en comparación con China, que produce entre el 54% y el 55% del acero mundial, del cual llegan 11 millones de toneladas a América Latina.
Esta situación, a juicio del docente de Facea, «va a generar coletazos y salpicará a otros sectores por una serie de costos que va a tener que pagar la región y, sobre todo los trabajadores. Hoy en día tenemos una tasa de desempleo de 8.8% […] que probablemente llegue al 12%».
Vanessa Elizondo, por otra parte, recordó la problemática interna de Huachipato, incluyendo los desafíos financieros y de gestión que ha enfrentado la empresa en los últimos años. A pesar de los esfuerzos para sobrevivir, la situación financiera de la siderúrgica se ha deteriorado, y la falta de modernización y adaptación a las nuevas realidades del mercado global ha exacerbado sus dificultades.
«La medida de suspender operaciones pareciera que al menos en Huachipato ya está tomada. Yo no veo un punto de retorno, salvo que tuviera que intervenir el gobierno con algún tipo de medida. No creo que vaya a subir la tasa aplicada, porque la misma empresa dice que incluso con la tasa como ya se importó para este año, en realidad el efecto es nulo para ellos. Si tú me preguntas a mí qué yo veo para el futuro, está claro que Chile no está en condiciones de competir con el mercado chino o con el acero chino», sentenció la académica.
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