FIAUdeC promueve gestión sustentable de la Reserva de la Biósfera Nevados de Chillán-Laguna del Laja
Crédito: Facultad de Ingeniería Agrícola
Conversatorio sobre el Programa de Desarrollo Territorial Sustentable en la Reserva de la Biósfera fue organizado por la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción para celebrar su trigésimo aniversario.
Con la participación del director del Programa Gestión Ambiental Sustentable en la Reserva de Biósfera “Corredor Biológico Nevados de Chillán-Laguna del Laja” y académico de la Universidad de Concepción, Dr. Gerardo Azócar, y del coordinador para la Reserva de la Biósfera del Gobierno Regional de Ñuble, Pablo San Martín; se desarrolló en el campus Chillán de la UdeC un conversatorio con académicos y alumnos de la Facultad de Ingeniería Agrícola sobre el trabajo que se está desarrollando en este territorio, en el marco de la celebración del 30° aniversario de FIAUdeC.
La actividad, encabezada por la decana, Dra. María Eugenia González; y el vicedecano, Mg. Luis Seminario; permitió abordar aspectos ambientales, sociales y económicos del plan de gestión y de los dos programas financiados por el Gobierno Regional de Ñuble, en el que están participando investigadores de FIAUdeC, apuntando a hacer un uso racional de los recursos naturales de la Reserva y a mejorar los ingresos y la calidad de vida de sus habitantes.
El corredor biológico fue declarado Reserva de la Biósfera por la Unesco en 2011 y tiene una superficie de 572.423 hectáreas que se extienden por ocho comunas cordilleranas, desde San Fabián de Alico, en Ñuble, hasta Tucapel, en Biobío.
El Dr. Azócar recordó que el Centro de Ciencias Ambientales Eula-Chile, de la UdeC, se adjudicó en 2018 la elaboración del plan de gestión de la Reserva que, según explicó, es una hoja de ruta para los próximos diez años. “Es la referencia de lo que se debiera hacer en términos de conservación, de desarrollo de actividades productivas, entre otras materias”, explicó.
Programas en la Región de Ñuble
Los profesionales coincidieron en que el compromiso político ha sido clave para el trabajo que se está desarrollando ahora a través de dos programas financiados por el Gobierno Regional de Ñuble.
“En Ñuble se tomó este plan en términos de iniciativas, de líneas de trabajo, de investigación, de difusión, para que finalmente, con voluntad política, se crearan estos dos programas: de fomento productivo y desarrollo territorial e innovación, radicado principalmente en FIAUdeC; y el programa de gestión ambiental sustentable, a cargo del Centro Eula, que integra a académicos de distintas facultades”, detalló el Dr. Azócar.
El investigador precisó que estos programas comenzaron a gestionarse en octubre de 2021 y se iniciaron formalmente en agosto de 2022, con un plazo de tres años. “Estamos en una primera etapa, de instalación de la Reserva en el ámbito público y de la sociedad civil, dado que se conoce poco de la Reserva, entonces, hay un compromiso de la Universidad de transferir sus capacidades, difundir lo que se hace en la Reserva, articularse en el trabajo con los municipios, con los servicios públicos y también con las organizaciones de la sociedad civil”, comentó.
Por su parte, Pablo San Martín contextualizó que “las reservas de la biósfera son territorios donde hoy se tiene la expectativa de que se genere demostración de que el desarrollo sustentable es posible, en términos de que las personas que habitan o trabajan en el lugar vean beneficios materiales, usando los recursos de la Reserva, pero racionalmente”.
En ese sentido, entre los resultados esperados al 2025 se cuentan el posicionamiento del concepto y del territorio de la Reserva en la sociedad ñublensina, pero, además, logros en términos de desarrollo de las comunidades que están insertas. “Hay algunas que están muy atrasadas, que viven de manera muy marginal, con necesidades básicas urgentes. La idea es que, al menos, una o varias de ellas puedan efectivamente tener un cambio en sus condiciones de vida”.
Al respecto, el Dr. Azócar detalló que “poco menos de 9 mil personas viven en la Reserva. Cerca de 25 localidades rurales, aisladas, principalmente en la zona precordillerana, con una economía de subsistencia, campesina, de montaña, una cultura arriera; y también con algunos sectores con un fuerte desarrollo hacia el turismo”.
El Dr. Azócar explicó que se abordarán problemáticas específicas de cada localidad, levantando información para la toma de decisiones, en diversas áreas, como la disponibilidad de agua potable o el diseño de planes de desarrollo, poniendo las capacidades de los profesionales de la UdeC al servicio de las comunidades. “Es muy importante que justamente el conocimiento aplicado permita dar fundamentos para la elaboración de políticas públicas, por ejemplo, en materia de protección ambiental, en recursos hídricos, en turismo de intereses especiales, entre otras”, añadió.
Por ello, San Martín hizo una invitación a los estudiantes que participaron en el conversatorio a desarrollar prácticas y tesis en el marco de estos programas. “Necesitamos hacer más investigación, necesitamos monitorear. Aquí el rol de la Universidad es fundamental. Recién abrimos la convocatoria de los programas para prácticas profesionales y tesis, y esperamos que cada vez tengamos más estudiantes vinculados a temas de la Reserva, con este enfoque de sustentabilidad”.
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