Crédito: Archivo
«Solo estamos seguros de que nuestra existencia humana representa un porcentaje insignificante en la historia del universo».
Sabemos que no somos el centro de nuestro sistema solar, ni el de la galaxia y es muy poco probable que seamos el centro del universo. Perdidos en el cosmos, en una infinidad de otras estrellas, donde la nuestra, el Sol, tampoco se ve muy especial.
Solo estamos seguros de que nuestra existencia humana representa un porcentaje insignificante en la historia del universo.
Aristarco de Samos (310-230 a. C.) supuso que la Tierra no era el centro del universo, usando geometría básica y las sombras de nuestro planeta proyectadas en la Luna, hizo cálculos de distancia y tamaños, así él pudo notar que el Sol era mucho más grande que la Tierra.
Sin embargo, sus ideas no fueron escuchadas por múltiples motivos, principalmente religiosos. Durante siglos nos impusieron la ideología de que éramos el centro del universo, hasta que Nicolás Copérnico propuso el modelo heliocéntrico, basado en las ideas de Aristarco, pero su intento por difundir una idea contraria a la iglesia fue en vano. Su obra fue prohibida por esta entidad y se publicó varios años después de su muerte, en 1543.
En 1642 moría Galileo Galilei un astrónomo, físico, ingeniero, matemático y filósofo, condenado por la iglesia católica por propugnar las ideas de Copérnico, su único crimen fue intentar mostrarle la verdad a las personas que en su época aún no estaban preparadas para recibirla.
Hechos como estos fueron recurrentes; pero, ¿Qué ocurre hoy?
Si tienes una idea contraria a la de la mayoría, no vendrá la inquisición a torturarte, pero sí tendrás un triste rechazo social. Por ejemplo, la sola idea de negar a Dios les molesta a muchos y es motivo para que algunos editores de diarios puedan censurarte; sin embargo, afortunadamente hay un sinfín de plataformas donde uno podría expresar sus ideas e igualmente la gente las leería, independientemente de que les guste o no lo que uno escribe.
Solo nos queda preguntarnos, ¿Cuántas ideologías más tenemos arraigadas en nosotros y que nos imposibilitan ver la verdad?.
Política, religión y cultura tienen en común más cosas de las que crees, todas ellas son altamente transferibles desde tus padres o las personas que te rodean; es decir, ideas que no han surgido de ti pero si las han puesto en tu cabeza. Quizás, en estos momentos pienses que tienes una posición privilegiada en la misma tierra.
Lo cierto es que el universo se observa homogéneo e isotrópico (igual en todas las direcciones), tuvo unos inicios violentos y hoy vemos cómo las galaxias colisionan, estrellas nacen y mueren a cada minuto, junto con ellas sistemas planetarios completos.
Pero de las cenizas nace la nueva vida, un ciclo que estamos destinados a cumplir en algún momento, un final del cual no podemos escapar.
Según lo que se observa empíricamente, la creación y destrucción de objetos cósmicos (galaxias, estrellas, planetas, etc) es completamente normal y recurrente.
Columnista(s)
Katherine Henríquez Brocal
Licenciada y Magíster en Astronomía UdeC.
- Compartir
- Compartir
Noticias relacionadas
Reportajes