Investigación UdeC determina nuevo número de subespecies para bailarín chico
Crédito: Dr. Heraldo Norambuena.
Tras un arduo muestreo de poblaciones, el estudio reconoce una subespecie asociada a las alturas andinas, otra ampliamente distribuida en los pastizales del cono sur de Sudamérica y una tercera en las Islas Georgias del Sur.
Un estudio realizado al amparo del Doctorado en Sistemática y Biodiversidad de la UdeC redefinió el mapa de subespecies asociadas al bailarín chico (Anthus correndera), un ave paseriforme presente desde las alturas altiplánicas de los Andes Centrales hasta el extremo austral de Sudamérica, incluyendo las islas Malvinas y Georgias del Sur.
Usando técnicas avanzadas de análisis genético, la investigación concluyó que existen solo tres subespecies de bailarín chico y no seis como se había descrito previamente en base a observaciones morfológicas y de distribución del ave, según cita un artículo publicado en la revista Zoologica Scripta.
De este modo, hoy se reconoce una subespecie asociada a las alturas andinas, otra ampliamente distribuida en los pastizales del cono sur de Sudamérica y una tercera en las Islas Georgias del Sur, explica el académico del Departamento de Zoología, Pedro Victoriano Sepúlveda, uno de los autores del paper.
Además de un arduo muestreo de poblaciones de Anthus correndera a lo largo de todo su rango de distribución, este trabajo incluyó técnicas genómicas de secuenciación masiva, que permitieron obtener miles de genes de cada individuo para reconstruir la historia evolutiva de la especie.
“En este sentido, en comparación a los métodos clásicos de secuenciación de ADN, que generalmente incluyen pocos genes, la información genética obtenida en este estudio es mucho más eficiente detectando patrones de diversidad y diversificación evolutiva”, afirmó el Dr. Victoriano.
La información genética fue complementada con análisis de variación de cantos y de características morfológicas del bailarín chico, insumos que permitieron determinar la nueva configuración de la especie.
La publicación en Zoologica Scripta recoge parte de la tesis desarrollada en el doctorado en Sistemática y Diversidad por el biólogo en gestión de recursos naturales, Heraldo Norambuena Ramírez, bajo la conducción del Dr. Victoriano.
El Dr. Norambuena, quien actualmente se desempeña como investigador del Centro Bahía Lomas de la Universidad Santo Tomás, cuenta que comenzó a levantar información sobre la abundancia y distribución de estas aves en 2010 al salir del pregrado.
“En ese momento me interesó el grupo y me llamó la atención el nivel de desconocimiento que había de los Anthus a nivel sudamericano. Comprendí que habían problemas con su sistemática, no se conocía con seguridad la cantidad de especies dentro del género, para eso se requería un análisis integral que utilizará genética, cantos y morfología”, dijo. Todo esto se transformó, finalmente, en su tesis doctoral.
“Este trabajo utilizó muestras de museo y de terreno. Las campañas de terreno fueron desde el Altiplano hasta la Patagonia en Chile, y el material de las islas y otros países fue obtenido de muestras de museo. Fue clave el acceso a esas muestras de museo”, comentó.
Los muestreos para su tesis se concretaron a partir de 2015 con redes de niebla u ornitólogicas, para atrapar a las aves, medirlas con pie de metro y obtener muestras de sangre, luego de lo cual eran liberadas en el mismo lugar de la captura.
El investigador pone el acento en el aporte de la secuenciación masiva en este tipo de estudios, señalando que la técnica clásica trabaja con un número bajo de genes, que representa un porcentaje menor del genoma de la especie, usualmente menor al 1%.
“Para resolver las preguntas de investigación que nos planteamos, se requería una mejor cobertura a escala de genoma, sobre el 50%, para evaluar presencia de flujo génico, tiempos de divergencia entre poblaciones/especies y límites entre especies”, precisa Norambuena, agregando que ahora el estudio de la sistemática trabaja “con árboles de especies que requieren una mayor cantidad de información y explican de mejor manera la evolución de las especies”.
De este modo -agregó- es posible concluir con mayor precisión lo que ocurre con la diversidad, a nivel de subespecie, en Anthus correndera. “Las seis subespecies descritas históricamente se basaron en datos morfológicos e información parcial sobre su distribución. Eso fue hace 100 años. El análisis que realizamos incluye información de distribución, genómica, cantos y morfología, analizadas con las mejores técnicas disponibles”, acotó.
El investigador aclara que a pesar de contar con una amplia base de datos sobre estas aves, existen ciertos procesos evolutivos que no son fáciles de caracterizar. “Por ejemplo, aún no sabemos si hay genes sujetos a selección que expliquen las variaciones en coloración que se da en las poblaciones de las Georgias del Sur en relación a las otras poblaciones”.
Pasado y futuro
El Dr. Victoriano llama la atención sobre otro de los resultados del estudio, que dice relación con la diversificación en la especie, que habría sido rápida y de reciente data. Así, comenta que la divergencia evolutiva más antigua, ocurrida entre la subespecie de alturas andinas y las de praderas bajas, se sitúa hace 135 mil años, mientras que la más reciente, entre subespecies de zonas bajas, se habría registrado hace 20.660 años.
“Lo anterior es interesante, pues, al parecer, hay especies que diversifican rápido y asociadas a modificaciones del hábitat debido a cambios climáticos pasados, como por ejemplo, el último Máximo Glacial. Esto también tiene connotaciones de conservación biológica pues, lo que se piensa ha sido un amplio ambiente relativamente continuo y plano en la actualidad, como son las praderas bajas, en el pasado se habrían reducido considerablemente y formado “islas” de hábitats debido a cambios climáticos, repercutiendo en la evolución y distribución geográfica de la especie”, anotó el Dr. Victoriano.
A juicio del experto, esta información es relevante tanto para conocer lo que ocurrió en el pasado como para proyectar lo que puede suceder en el futuro en la perspectiva del cambio climático y sus efectos sobre la distribución de ésta y otras aves de biología similar.
La publicación fue desarrollada durante una estadía postdoctoral que realizó Norambuena en la UdeC y contó con la colaboración de los doctores Paul van Els (Universidad del Estado de Louisiana) y Lacey Knowles (Universidad de Michigan).
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