Secretos de Algol: La Estrella Vampiro del Antiguo Egipto
Crédito: Archivo
Más allá de su importancia astronómica, Algol ha dejado una marca profunda en la cultura y la lingüística. Su nombre derivado del árabe resalta como las estrellas han influido en mitologías y leyendas a lo largo de la historia humana.
Hace 3000 años, los antiguos egipcios registraron en el Calendario de El Cairo eventos auspiciosos y desafortunados vinculados con Algol, a la que representaron como Horus, símbolo de divinidad y realeza. Este astro, situado en la constelación de Perseo, es famoso por su peculiar variabilidad en brillo. Inicialmente considerada una estrella variable y luego descubierta como un sistema binario, hoy sabemos que Algol es en realidad un sistema múltiple compuesto por tres estrellas: β Per A, β Per B y β Per C. El sistema AB tiene un período orbital de aproximadamente 2.867 días y su brillo varía entre 2.09 y 3.30 magnitudes, según registros astronómicos.
El apodo de «Estrella Vampiro» proviene de la raíz árabe ra’s al-ghūl, que significa «cabeza del ogro», destacando la influencia cultural y mística que Algol ha tenido a lo largo de los siglos. Este nombre evocador no solo captura la imaginación, sino que también subraya la fascinación que ha despertado entre astrónomos y aficionados por igual.
Más allá de su importancia astronómica, Algol ha dejado una marca profunda en la cultura y la lingüística. Su nombre derivado del árabe resalta como las estrellas han influido en mitologías y leyendas a lo largo de la historia humana.
Pero Algol no es la única en su clase. En nuestra galaxia existen varios sistemas binarios similares donde una estrella primaria, en su evolución, comienza a transferir materia a una compañera más compacta. Este proceso puede resultar en espectaculares fenómenos astronómicos, desde la formación de discos de acreción hasta colisiones estelares debido a la proximidad extrema entre las estrellas.
A medida que estas estrellas binarias Algol avanzan en su ciclo de vida, la estrella más masiva puede llegar a envejecer y transformarse en una enana blanca, mientras que su compañera rejuvenece gracias a la materia transferida. En algunos casos extremos este proceso culmina en explosiones cósmicas como supernovas, marcando un final dramático para estas intrigantes estrellas.
Explorar estos sistemas binarios no solo revela los misterios de la evolución estelar, sino que también nos conecta con la fascinación eterna por el universo y sus maravillas. Algol y sus compañeras continúan desafiando nuestra comprensión del cosmos, recordándonos que en el firmamento estrellado siempre hay historias cautivadoras que explorar.
Columnista
Jaime Rosales Guzmán
Doctor en Ciencias Físicas
Post-doc UdeC
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