Muere Carmen Torres Ihle, una de las fundadoras de la Orquesta Sinfónica UdeC
Crédito: Carmen Torres, al centro/gentileza Corcudec
La violinista fue impulsora de la agrupación musical que con el tiempo que se transformaría en la orquesta universitaria que en julio celebrará 70 años.
En Yumbel, donde residía, falleció este lunes Carmen Torres Ilhe, ex alumna de Odontología y a quien se reconoce como una de las fundadoras de la Orquesta Sinfónica de la UdeC.
Fue impulsora de la agrupación musical que, con el tiempo, se transformaría en la orquesta universitaria, la cual en julio celebrará 70 años.
Todo partió en Talcahuano cuando invitó a Gastón Bianchi, Alfonso Carrillo y Jorge Landaeta a formar un cuarteto de cuerdas. Solían reunirse en su casa, apoyados por su madre, la pianista Gertrudis Ihle.
Hacia fines de 1948, la violinista se incorporaría a la Orquesta del Liceo de Hombres, donde conocería al flautista Eduardo Meissner, quien se sumaría a la iniciativa de formar una agrupación musical.
“A casa de Carmen fueron llegando más y más músicos que afianzaron sus relaciones en el proyecto del Liceo, al cual pronto dejarían porque la mayoría tomaría carreras de formación diametralmente distintas a su pasión musical. Al cabo de un tiempo Carmen Torres se cambió de casa y se fue a vivir a Concepción. No había espacio para todos sus seguidores y los ensayos se volvieron inoperantes y nadie podía seguir al otro. Para ordenar la formación, alguien propuso a un callado e introvertido veinteañero como director, su nombre era Wilfried Junge”, señala el gerente de Corcudec, Mario Cabrera, en una columna publicada en julio de 2020.
Así, en julio de 1952 los y las jóvenes agrupados en el Conjunto de Música de Cámara ofreció su primer concierto junto a la pianista Edith Fischer. “Don Enrique Molina Garmendia vio el importante potencial del conjunto, por lo que entregó su apoyo y el de la casa de estudios creando la Orquesta de Cámara y en 1958 pasó a ser la Orquesta Sinfónica Universidad de Concepción”, recuerda Cabrera en su texto.
Carmen Torres “fue una especie de personaje bisagra para dar vida a la Orquesta, a partir de la agrupación que ya existía previamente”, señala el académico del Departamento de Música, Nicolás Masquiarán Díaz, quien la entrevistó en 2010 para su investigación de magíster sobre el desarrollo de la institucionalidad musical en Concepción entre 1934 y 1963.
El musicólogo comenta que la creación de la Orquesta en Concepción era “una necesidad casi imperativa de una élite local (…), porque nos creíamos el cuento de la ciudad de la cultura, idea que se venía desarrollando desde fines del siglo XIX a propósito de recuperar un sitial de importancia en relación a Santiago que finalmente había terminado siendo la capital del país”.
De este modo, fueron varias las iniciativas orientadas a crear un conjunto musical para la ciudad “y, finalmente, ella estuvo vinculada a la que logró prosperar y que terminó siendo la de la UdeC, pero que parte como una intención de un grupo de jóvenes que tocaba en la Orquesta del Liceo Enrique Molina, incluida ella y que cuando dejaron el Liceo siguieron desarrollando la actividad de forma particular. Aquí no es importante solo Carmen Torres, sino también su madre, Gertrudis Ihle, que ponía la casa, dando las facilidades para que este grupo de jóvenes que quería tocar pudiese hacerlo”.
Carmen Torres se mantuvo activa en la Orquesta hasta entrados los años 80 y, como cuenta Masquiarán, debió pasar los procesos de profesionalización que vivió la agrupación formada en su origen por músicos aficionados.
El profesor recuerda que a fines de los 50 hubo un decreto que apuntaba a la profesionalización de los músicos, de modo que “los que quisieran seguir, pudieron hacerlo en la medida que rindieran pruebas (…) ella se mantuvo así. De hecho, ella en principio tocaba violín, después fue violista por muchos años”.
En ese sentido, dice, el itinerario de Carmen Torres en la Orquesta pasó del amateurismo al profesionalismo, asumiendo las exigencias que ello imponía.
En las conversaciones con Masquiarán, la violinista recuerda que hacia 1960 ya había empezado la profesionalización. “Automáticamente nosotros… quedamos expulsados. No dimos ningún examen, yo estaba llena de guaguas en ese tiempo. Me retiré, sencillamente no podía tocar porque tenía muchas cosas domésticas que hacer”.
“Cuando llegué (de vuelta a la Orquesta) me pusieron de zopetón a Mendelssohn. ¡Chitas, qué terrible. La italiana de Mendelssohn! Al principio yo iba a dar vuelta la página y los otros ya llevaban como tres páginas más adelante. Así que me puse a estudiar furiosamente. Las guaguas quedaron con una nana y yo me puse a estudiar de frentón. Porque había que rendir ahí, había que dar examen de vez en cuando. No como ahora que ya es… ya es profesional de frentón (…) tuvimos anécdotas a montones porque al principio profesionales eran bien pocos (…)”, contaba a Masquiarán.
La Corporación Cultural Universidad de Concepción lamenta el fallecimiento de la violinista Carmen Torres Ihle, quien fuera integrante fundadora de lo que es hoy la Orquesta Sinfónica Universidad de Concepción.
— Corporación Cultural UdeC (@TeatroUdec) April 6, 2022
Enviamos nuestras condolencias a sus familiares y amigos. pic.twitter.com/YHFaeT99zO
Para el también académico del Departamento de Música, Alejandro Gallegos el testimonio artístico de su tía Carmen Torres, es su profesionalismo, honestidad y consecuencia con su arte.
“Tal vez su gran dilema fue conciliar su carrera profesional como odontóloga y su eterna pasión por la música. Pudo más lo segundo, consagrando finalmente todo su compromiso a la Orquesta Sinfónica de la Universidad, como violista hasta el final de su vida laboral», afirma.
Los restos de Carmen Torres Ihle fueron despedidos este miércoles 6 de abril en el Cementerio General de Concepción.
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