La hegemonía de la Selección Masculina de Gimnasia Artística UdeC en el siglo XXI
Crédito: Gimnasia Artística UdeC
Numerosos campeonatos nacionales universitarios ganados por la casa de estudios penquista, dan cuenta de un largo proceso que comenzó en los años ochenta. En la actualidad, la idea central es conformar un nuevo equipo que de acá a dos años esté en condiciones de llegar otra vez a lo más alto.
José Fritz Andrade, entrenador de la Selección Masculina de Gimnasia Artística UdeC, ingresó en 1981 a dicha casa de estudios, donde cursó la carrera de Educación Física. Ya en 1985 se hizo cargo de la selección de gimnasia de reciente formación.
Anteriormente el entrenador era Miguel Cornejo Améstica, uno de los docentes que instaló y desarrolló la gimnasia en la Universidad de Concepción, quien luego, por motivos académicos, dejó el cargo y José asumió la dirección técnica en damas y varones.
Luego de cinco años en dicha función, a través de algunas gestiones internas se logró oficializar la participación de la UdeC a nivel nacional, tanto en la rama masculina como femenina, designándose un entrenador para cada disciplina. José siguió a cargo de las mujeres hasta 1995, año en el que asumió como DT de los varones.
Su interés por la gimnasia viene desde el Colegio Salesiano, donde se acercó al grupo de la especialidad en segundo medio, cuando la actividad era aún bastante incipiente. “Ya en la UdeC, cuando cursaba la asignatura de gimnasia, el profesor Cornejo me invitó a mí y a otros compañeros a participar de aquella nueva rama deportiva que se estaba formando”, cuenta.
Como entrenador, José ha realizado cursos a nivel nacional e internacional, capacitaciones por la Federación Nacional de Gimnasia de Chile y un desarrollo a través de escuelas deportivas que estaban en su primera época dentro de la UdeC, luego lo mismo, pero esta vez asociadas al CD Universidad de Concepción.
2002: año de la inflexión
Hace 20 años, apoyados por el programa de Becas Deportivas UdeC, fueron incorporándose algunos gimnastas de muy buen nivel incluso en el concierto sudamericano, lo que permitió potenciar el equipo que se estaba construyendo, el que finalmente ganó por ocho años consecutivos los torneos nacionales universitarios.
Campeones nacionales universitarios de gimnasia artística masculina / Universidad de Playa Ancha, año 2002.
Ese 2002, Francisco Rodríguez Silva ingresó a Pedagogía en Educación Física en la Universidad de Concepción. El oriundo de Santa Cruz cuenta que en el colegio debían tener obligatoriamente un extraescolar, por lo tanto, “probamos algunos deportes con mi hermano y nos decidimos por la gimnasia”.
Esto pasó cuando él tenía seis años. “Luego, empezamos a entrenar sistemáticamente. Logré ser seleccionado nacional, competir por Chile, siempre con el desafío de entrar a la Universidad de Concepción, porque teníamos el antecedente de gimnastas anteriores del colegio que estaban estudiando con Becas Deportivas en la UdeC”, detalla.
Francisco relata con orgullo el hecho que, durante su estadía en la UdeC, jamás perdió en una competencia por equipos. Fuera de esto, su rendimiento personal era descollante. En la gimnasia artística a nivel universitario hay ocho medallas en disputa: suelo, salto, arzones , anillas, paralelas y barra fija, más el all around (la suma de la puntuación de todas las pruebas) y la sumatoria por equipos.
“Más de una vez volví con las ocho medallas; tengo muy buenos recuerdos de competencias y de mi rendimiento gimnástico, pero principalmente lo que me marcó en la UdeC y en los eventos fueron esas ganas de pasarlo bien, de disfrutar la competencia, de hacerlo bien por nosotros, por nuestro equipo, por la UdeC, creo que eso me inculcaron José Fritz y Edgardo Inostroza —entrenador del equipo femenino—, disfrutar lo que hacíamos, nos decían siempre que si éramos buenos no teníamos por qué fallar. La gimnasia a mí me cambió la forma de ver el deporte”, explica.
Pero no todo fue miel sobre hojuelas. Francisco llegó siendo finalista sudamericano en salto, pero se encontró con la triste realidad de que en esa época en la UdeC los trampolines estaban quebrados, no tenían caballetes adecuados para saltar, por lo que se fue inclinando más por la prueba de las anillas.
Luego, Francisco se presentó a un clasificatorio sudamericano. “Me lesioné y no logré clasificar. Antes de la Universidad de Concepción sí competí por Chile, pero luego —estando en la UdeC— si bien me mantenía en la selección nacional adulta, no competía, ya que el rendimiento no era el mismo sin el entrenamiento que se necesitaba. Tuvimos la suerte que se hizo una muy buena compra de aparatos y la implementación cambió y ya pudimos entrenar mucho mejor”, cierra Francisco Rodríguez Silva.
2014: el otro año que marcó la diferencia
También desde Santa Cruz, el año 2014 llegó Pedro Pablo Varas Echeverría a la carrera de Odontología. Él empezó en la gimnasia más temprano aún, a los cuatro años, ya que su papá era profesor de educación física en el Instituto Regional Federico Errázuriz.
Coronándose en Talca, año 2017
Su ascenso fue rápido. “Me fui desarrollando, llegué a ser deportista de alto rendimiento, seleccionado del club, seleccionado nacional en categorías infantiles, juveniles, incluso adultas, lo que me permitió obtener la Beca Deportiva que hizo la diferencia a la hora de elegir la Universidad en la que iba a estudiar, ya que sabemos que los aranceles en Chile son carísimos, aparte, los materiales de la carrera también son muy costosos”, explica.
En su etapa final en la enseñanza media fue cuando obtuvo sus mayores logros en la gimnasia en alto rendimiento. Ya como seleccionado de gimnasia de la UdeC, en paralelo asistía a los clasificatorios para las competencias internacionales de la Federación Nacional de Gimnasia de Chile.
“Seguía compitiendo a nivel federado y universitario. De los cinco años que competí por la Universidad de Concepción, en cuatro fui campeón, en el all around fui cuatro veces el mejor, mis pruebas más destacadas eran salto y suelo. Justo el primer nacional en el que representé a la UdeC fue como local. Recuerdo que era mechón y tenía un buen grupo de amigos que me fueron a apoyar: venía con todo el envión de la enseñanza media, fue por lejos el torneo universitario que más me marcó”, manifiesta.
Ya estando en tercer año de su carrera, logró clasificar a una Copa del Mundo que se disputó en Sao Paulo, contando con el apoyo de la UdeC. Era una Copa del Mundo de Especialidades, donde compitió en suelo y salto. En esta última prueba pasó a la final y quedó sexto. En dicha cita compartió equipo con Tomás González, el mejor gimnasta chileno de la historia.
Sobre su vida académica, relata que los tres primeros años “no fueron tan complejos, porque eran asignaturas de ciencias básicas, más teóricas que clínicas, con horarios hasta las 17.00 horas. Luego se puso más complicado con las clínicas y atención de pacientes; a veces salíamos a las 21:00 horas y los entrenamientos de gimnasia eran de 20:00 a 22:00 horas. Estaba todo el día en la UdeC y después me iba corriendo arriba al estadio a entrenar lunes, miércoles y viernes”, rememora.
Camino recorrido hasta hoy
Pedro Pablo es el que está más alejado de la gimnasia, pero no es algo que haya buscado. “Hasta el año 2020 seguía en la gimnasia, pero en enero de 2021 me corté el tendón de Aquiles, estando parado seis meses y después no he vuelto a la práctica, además, empecé a trabajar casi de inmediato. Emprendí, tengo mi clínica con un amigo y estoy cursando la especialidad. Lo único que quiero es volver a entrenar, pero no me da por el momento”, confiesa.
Equipo Nacional de Gimnasia, especialidades de suelo y salto, en la Copa del Mundo de Sao Paulo 2016.
Francisco sigue ligado a la gimnasia. “Luego de mi paso por la UdeC hice mis primeros cursos de juez y empecé a subir bastante rápido por la experiencia de ser gimnasta; hoy estoy en la Comisión Técnica de la Confederación Sudamericana de Gimnasia. Me ha tocado evaluar cuatro mundiales, dos Juegos Panamericanos, Juegos Sudamericanos, etc. Me ha ido muy bien en la parte de evaluación de la gimnasia y estoy muy bien catalogado por mi rendimiento como juez”, señala Francisco Rodríguez Silva.
Además, estando aún en Educación Física UdeC empezó a trabajar como entrenador y actualmente es el head coach del Club Manquehue en Santiago; el año pasado tuvo la oportunidad de ser el entrenador nacional para el Sudamericano de la categoría adulta.
Por su parte, José Fritz sigue al frente de la gimnasia artística masculina UdeC. Durante la pandemia siguieron los entrenamientos virtuales, donde si bien señala que tuvieron buena acogida, nunca fue lo que los profesores esperaban ni los estudiantes tampoco, sino que era una oportunidad de aglutinar nuevamente a las personas interesadas en la disciplina.
Detalla que en este año 2022 ha existido mucho interés de los universitarios por conocer y practicar la disciplina. “Tenemos algunos deportistas que practicaron algo de gimnasia en su época escolar; ahora ya están en segundo o tercero de sus carreras y reconocieron que existía gimnasia dentro de la UdeC y se han acercado. En este momento contamos con un número bastante significativo para nuestra disciplina, que se traduce en cerca de una veintena de varones en los entrenamientos”, expresa.
Las actividades de este primer semestre se concentran en una competencia organizada por Fenaude en julio, donde el anfitrión será la Pontifica Universidad Católica de Chile. Ya para el segundo semestre, “nosotros como UdeC tradicionalmente tenemos un campeonato en agosto, que nos sirve como preparación para el Nacional Universitario a disputarse en noviembre”, indica.
“Tenemos expectativas, pero por lo nuevo del equipo, estas están concentradas mayoritariamente en las competencias individuales. Para construir un equipo nuevo nos va a llevar unos dos años más de entrenamiento con los mismos elementos que tenemos en este minuto para poder ir por el primer lugar”, concluye el histórico profesor Fritz.
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