Investigador del IEB es parte del cambio de paradigma en la investigación y conservación de aves en América Latina
Crédito: IEB
El artículo “Ornitología Neotropical: Reconsiderando supuestos históricos, eliminando barreras sistémicas y reimaginando el futuro” publicado en la revista científica Ornithological Applications, reúne a una comunidad de 109 científicas y científicos latinoamericanos, entre ellos el Dr. Cristóbal Pizarro -investigador asociado del Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB- quienes comparten una visión crítica de cómo se ha desarrollado la ciencia en el actualmente denominado “Sur global”, particularmente sobre aves, pero que es un fenómeno transversal a la ciencia.
Una barrera importante para el avance de la ornitología -estudio de las aves: su diversidad biológica, evolutiva, ecológica y taxonómica- es la exclusión sistémica de los profesionales del sur global, siendo que esta región posee un tercio de las especies de aves de todo el mundo.
Una colección especial de artículos publicada recientemente en la revista científica “Advances in Neotropical Ornithology”, incluyó un análisis de deficiencias que involuntariamente sigue un largo patrón de destacar a personas, conocimiento y opiniones de EEUU y Europa -norte global- mientras que se omite en gran medida las perspectivas de personas basadas en el neotrópico. Según el Dr. Pizarro, el concepto de neotrópico o neotropical ya es una conceptualización eurocéntrica de las regiones tropicales de las Américas: “se habla de viejo mundo y nuevo mundo. Para el viejo mundo, Europa, el trópico es el norte de África y zonas tropicales de África, Asia y polinesia, y el neotrópico son las áreas tropicales de América, entonces ya partimos por una clasificación colonialista de las zonas geográficas que comprende desde el sur de México hasta el norte de Perú, Bolivia y Argentina”, señaló.
Por muchos siglos este territorio fue interés de conquista y descubrimiento desde los paradigmas del norte global sobre naturaleza y biodiversidad. “Los primeros naturalistas llegaron como parte de expediciones de exploración y colonización, como los casos icónicos de Charles Darwin y Alexander von Humboldt, quienes desarrollaron paradigmas de investigación de naturaleza, evolución y recursos naturales con la visión de ser colonizados. Por esa razón los reyes de imperios financiaban expediciones científicas. Y a pesar de que siglos después se desarrollaron universidades y centros de investigación en países de América, ese sesgo quedó marcado y seguimos perpetuando el patrón colonialista que tiene la ciencia en nuestros países”, destacó Pizarro.
El artículo en que participó Pizarro, convocado por las doctoras Leticia Soares y Kristina Cockle -investigadoras brasileña y argentina, respectivamente-, fomentan una ciencia más colectiva, visibilizando a quienes investigan aves en Latinoamérica, para compartir fortalezas y oportunidades actuales en la práctica de la ornitología neotropical. Además se discute el problema de evaluarla según una visión del norte, incluida la propagación de narrativas de descubrimiento, una imagen incompleta -y sesgada- de su historia y avances, y la promoción de preguntas, herramientas y enfoques que, si bien son populares actualmente EEUU y Europa, no necesariamente encajan en la agenda y realidades de la investigación latinoamericana. La investigadora Valeria Ojeda, quien es parte del artículo y es investigadora del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medio Ambiente de Argentina, señala que se ha cumplido el objetivo de dejar precedente. “Esto ha sido muy rápido. El trabajo disparó incluso una serie de trabajos similares en otras disciplinas; por ejemplo de hongos y otro de botánica. También en las sociedades ornitológicas, aunque reconozco que éstas ya venían en un proceso de apertura y resignificación del conocimiento del sur global con todo el peso que amerita”, señaló.
Las y los autores señalan que los avances futuros en la ornitología neotropical dependerán críticamente de identificar y abordar las deficiencias sistémicas que frenan a las y los ornitólogos que viven y trabajan en el neotrópico: financiamiento limitado y poco confiable, exclusión del liderazgo de la investigación internacional, difusión restringida del conocimiento -por ejemplo, a través de la hegemonía del idioma y el sesgo de citación- y barreras logísticas. En el futuro, queda examinar y reconocer las raíces coloniales de la disciplina y promover agendas de investigación, capacitación y conservación que sean explícitamente anticoloniales. Además de fortalecer nuevos modelos de gobernanza que establezcan prioridades de investigación según cada territorio, con diversas perspectivas, promoviendo el desafío de abordar la discriminación y los sesgos de clase y socioeconómico, el racismo, misoginia, homofobia, exclusión simbólica y capacitismo.
Realidad científica latinoamericana
Reconocer el trabajo ornitológico, y poner en diálogo las barreras sistémicas que coartan el desarrollo científico de la ornitología neotropical, es uno de los objetivos de este trabajo, visibilizar por ejemplo el funcionamiento de revistas de investigación ornitológica en varios países latinoamericanos, sociedades ornitológicas que poseen más de un siglo de vida en este territorio, estudios a largo plazo, programas de investigación en distintas regiones y países sudamericanos, entre otros. “El primer problema, es que el mundo se ordena bajo los paradigmas del norte global, y tratamos de que el objeto o sitio de estudio se ajuste a esa visión, cuando lo que vemos a través de investigaciones locales es que algunas veces los paradigmas son contrarios a lo que se impone, y muchas veces esa información cuesta mucho publicarla, incluso es excluida”, destacó Pizarro.
Además, es necesario tener apertura hacia nuevas visiones de la naturaleza e incorporar el conocimiento científico local: “sabemos que las perspectivas locales indígena y rural, poseen procesos similares de indagación en base a ensayo-error, experiencia contrastada, pero almacenada y comunicada de forma diferente. En este sentido, los naturalistas obviaron miles de años de saberes por el reemplazo en base a sus propios sistemas de conocimiento, y hoy es importante que se realicen esos diálogos de saberes, especialmente con la biodiversidad y en particular las aves”, destacó Pizarro. “Este tema es fundamental para Chile, para la Estrategia Nacional de Conservación de Aves, que impulsa el Ministerio de Medio Ambiente, y que posee una línea de acción dedicada a la vinculación y empoderamiento de las comunidades locales”.
Ésta es la primera aproximación para un trabajo colaborativo, un paper que pretende trabajar sobre las barreras que están impidiendo avanzar de esa forma. “Es un llamado de alerta a colegas del norte global a cambiar sus aproximaciones. Es importante descolonizar la ciencia en el norte global y también en la ornitología donde hay una baja representación de mujeres y afroamericanos. Tenemos que desarrollar un enfoque decolonial a la ciencia en general, considerando que se nutren de distintas fuentes y que hay un aumento de movilidad humana”, afirmó el investigador. A su vez destaca que la misión de la ciencia es seguir la evidencia, “cuando tenemos pruebas de disparidad de números, deberíamos ser los primeros como científicos en asumir estas nuevas realidades. Una nueva gobernanza del conocimiento, establece prioridades que tengan sentido en la región, recuperar el respeto por visiones y realidades locales particularmente de sociedades indígenas que son herederas de miles de años de conocimiento, apuntar a una ciencia más equitativa con metas claras sobre inclusión y biodiversidad, para encontrar mecanismos para derribar esas barreras de financiamiento, publicaciones y colaboración”, señaló.
- Compartir
- Compartir
Noticias relacionadas
Reportajes