Gobierno abierto como propuesta de gestión para la UdeC

En este tiempo, nos hemos dado cuenta del valor de la libertad, de nuestras acciones y responsabilidades, de la importancia de las personas que componen nuestras comunidades y la relevancia que tiene tratarlas con respeto, escucharlas, comprenderlas y apoyarlas en la resolución de problemas, empatizando con sus dificultades y necesidades. Un Gobierno Universitario debe hacerse cargo de escuchar y entender las transformaciones que su comunidad necesita con una gestión ágil, eficiente, transparente y participativa.

La Universidad de Concepción requiere de una gestión abierta, para que las personas que la integran no sientan que las decisiones son impuestas y que no existen oportunidades ni espacios para poder participar. No se trata de liberar información de toda índole sin sentido ni razón, sino de una invitación a participar en el desarrollo de los procesos. Una gestión abierta que nos permita recomponer las confianzas interpersonales, que destierre todo atisbo de discriminación, que sea inclusiva, y que trabaje en que nuestra comunidad se reencuentre con su patrimonio cultural y su misión histórica. En Atenea UdeC hemos trabajado este tema en Diálogos sobre Universidad Abierta, disponible en nuestra web.

Estamos ante desafíos de profundas transformaciones, nuevas formas de entender el servicio público y la responsabilidad social de nuestra organización; por lo tanto, trabajaremos en liderar y proponer acciones para los nuevos tiempos, de forma libre, donde todas las corrientes de pensamiento converjan. Nuestra propuesta promueve el desarrollo de la Universidad en su esencia, humanista y social, que contribuya al desarrollo social generando conocimiento, no solo aquel que tiene un valor comercial, transferible y explotable, sino aquel que ilumina los caminos del ser y de la construcción social que nuestra Universidad ha visto evolucionar en sus casi 103 años.

En ese contexto, nuestra UdeC necesita una gestión eficaz y sostenible que permita enfrentar el desafío de la revolución digital, con excelencia y la calidad de su quehacer, respetuosa de las personas, dialogante y capaz de escuchar, con inclusión y equidad, con participación, propositiva y con protección del medio ambiente.

El camino a la frontera del conocimiento está trazado, pero ni la tecnología ni los avances innovadores pueden ser ajenos al desarrollo de las personas en su rol y responsabilidad de hacer un mundo equitativo y sostenible, y con organizaciones preparadas para los desafíos sin claudicar en el cuidado y seguridad de las personas. Esta es la Universidad que vamos a liderar en el 2022-2026.