Por Dr. Jorge Fuentealba Arcos

Por Jorge Fuentealba Arcos

Marzo de 2022 nos plantea como gran desafío la oportunidad de reencontrarnos con nuestros y nuestras estudiantes y de reiniciar nuestro trabajo presencial volviendo a las aulas. Ello ocurrirá oficialmente este lunes 14 y ya se nota en nuestros campus la emoción del reencuentro. Sin embargo, tenemos sentimientos encontrados, por un lado, alegría de retomar nuestra función frente a frente, de retomar nuestra rutina y de poder compartir espacios comunes en nuestra querida universidad. Nos alegra poder conversar con estudiantes, mirarles a la cara y describir en conjunto la alegría que significa volver a establecer las relaciones docentes – estudiantes que nos vincula en una comunidad y permite abocarnos al objetivo superior de formar con excelencia a las futuras generaciones de nuestra sociedad.

Se ha instalado en la opinión pública el concepto de sostenibilidad y desarrollo sostenible, término acuñado por la ONU que se concreta en los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 que los países se han comprometido a alcanzar.

Toda buena política que tenga intención de permanencia en el tiempo, que produzca beneficios concretos y se adecue tanto a necesidades de la Universidad y comunidad universitaria como al entorno internacional, debe concebirse desde sus inicios de manera seria. Para ello, es fundamental un buen diagnóstico, estrategia y política de internacionalización, seguimiento y evaluación para su adecuación a nuevas realidades.