Especialista UdeC: las frutas de temporada ofrecen niveles superiores de vitaminas, minerales y antioxidantes

Cualquiera sea la estación del año, las frutas y verduras siempre deben estar presentes en la dieta, con al menos cinco porciones diarias que es la indicación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La ingesta regular de estos alimentos es fundamental para la nutrición por sus aportes de agua, vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes.

“Este conjunto de elementos no sólo es necesario, sino que desempeña un papel fundamental en la salud digestiva, cardiovascular e inmunológica, además de contribuir en la prevención de enfermedades crónicas, entre otros beneficios”, apunta la nutricionista del Centro de Vida Saludable (CVS), Pilar Benítez Cid.

Sin embargo, en Chile el consumo está por debajo de las recomendaciones internacionales -solo dos a tres raciones al día- a pesar de destacar como país productor y exportador de frutas, con una producción hortícola no menor.

“Nos enfrentamos a un desafío significativo relacionado con las preferencias alimentarias de los chilenos, que prácticamente han eliminado el consumo diario de frutas y verduras”, indica la profesional.

El verano trae consigo una mayor oferta de frutas, de variados colores y texturas, ampliando las opciones para una alimentación nutritiva y saludable.

Y nada mejor que consumirlas en su temporada, porque -como dice Pilar Benítez- “tienden a ofrecer un perfil nutricional óptimo, con niveles superiores de vitaminas, minerales y antioxidantes en comparación con las importadas, que suelen ser recolectadas antes de completar su madurez”.

Asimismo, agrega que las frutas de temporada presentan un sabor, textura y frescura particulares, puesto que no han estado sometidas a períodos largos de almacenamiento y transporte.

“Algunos métodos de almacenamiento utilizados en el transporte de frutas importadas pueden comprometer tanto su sabor como su calidad nutricional”, acota la profesional, resaltando, por otro lado, que la decisión de consumir productos locales y de temporada es un aporte a la sostenibilidad ambiental.

“Esta decisión reduce la necesidad de transporte a larga distancia, contribuyendo así a disminuir la huella de carbono asociada con la producción y distribución de alimentos”, asevera.

Y si bien siempre es preferible comer fruta de temporada, Benítez señala que el consumo de las importadas sigue siendo una opción cuando se trata de incorporar este alimento a la dieta.

“En ocasiones olvidamos que pueden ser consumidas de diferentes formas. Como fruta fresca al natural, fruta fresca frappé, compota de fruta, fruta al horno, mermelada de fruta, helado de fruta, jugos de fruta o licuados de frutas, jaleas de frutas”, puntualiza.

La especialista comenta que no existe una forma correcta o incorrecta de consumir la fruta, porque su contenido de agua, fibra y vitaminas puede ser aprovechado de diversas formas y en cualquier momento del día.

Sí advierte que hay casos en que se requiere indicaciones específicas sobre el consumo de frutas y cantidad adecuadas, como las personas con diabetes.

En general, la ingesta de frutas no es una contraindicación para estos pacientes, enfatiza, acotando que ellos y ellas deben preocuparse de sus niveles de glicemia. 

“Es importante destacar que el consumo de frutas en general no está prohibido o no es una contraindicación en personas con diabetes. Sin embargo, en ellos es necesario un manejo de la glicemia y requiere de una consulta nutricional individualizada con un profesional actualizado en el manejo de la diabetes”, explica.

La nutricionista aclara que esto va más allá del simple hecho de restringir ciertas frutas o porciones, ya que “implica comprender cómo diferentes alimentos afectan los niveles de glucosa en sangre, para luego ajustar la alimentación en consecuencia”.