La investigación educativa en torno al liderazgo escolar ha demostrado que la capacidad de dirección es uno de los factores más influyentes en la mejora continua de los establecimientos escolares. Su influencia, aunque indirecta, repercute en dimensiones como la motivación docente, el desarrollo de habilidades profesionales, las prácticas pedagógicas y las condiciones de trabajo en las cuales se desempeñan los equipos educativos.
Sin embargo, las evidencias del proyecto VRIMLAB2509 de la Universidad de Concepción revelan un escenario desafiante: directores y directoras enfrentan demandas administrativas crecientes, contextos de alta vulnerabilidad y tensiones que dificultan su rol pedagógico.
El estudio, basado en observación etnográfica en cuatro escuelas y liceos de la provincia, dio lugar a un coloquio académico que puso en diálogo experiencia práctica y saber universitario.
“Hemos ratificado lo que la literatura nacional ha dado cuenta: los directores están altamente presionados”, subrayó el académico de la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción y responsable de la iniciativa, PhD. Jorge Rojas Bravo.
Alta presión administrativa en el liderazgo escolar
Los resultados son el fruto del análisis y la sistematización de notas de campo elaboradas a partir de la observación de prácticas de liderazgo escolar de directivas en el Liceo Santa Leonor —Talcahuano—, Escuela Lisa Peter Teubner —Tomé—, Liceo Polivalente Lucila Godoy Alcayaga —Concepción— y el Colegio Martin Luther —San Pedro de la Paz—, con un total de 34 horas de acompañamiento distribuidas en siete jornadas.
Estos hallazgos fueron compartidos en el auditorio de la Facultad de Educación de la Universidad de Concepción, en el marco del coloquio “La complejidad de ser director(a) escolar en Chile: un diálogo entre experiencia y saber académico”.
El encuentro, realizado el jueves 21 de agosto, marcó el cierre del proyecto realizado junto a los estudiantes de Doctorado en Educación de la Universidad de Concepción: Cristian Pincheira Martínez, Yesenia Olate Pastén, Dayans Estrada Parra y Paula Poveda Becerra. Más de treinta personas se reunieron para analizar las condiciones actuales del trabajo directivo y las tensiones del liderazgo escolar que atraviesan en escuelas y liceos, entre representantes del mundo académico, ministerial y escolar.
Entre las conclusiones obtenidas, el profesor Rojas destaca que la convivencia escolar es una de las dimensiones que concentran mayor atención.
“También hay una alta presión en el sistema escolar, en cuanto a la gestión administrativa. Damos cuenta que el liderazgo pedagógico, si bien es una gran pretensión de los directores, también queda menos tiempo para desarrollarse plenamente. Ahí surge la distinción entre lo urgente y lo relevante. Nuestros directores llaman mucho la atención sobre estos aspectos, de cuidar los tiempos de gestión, pero también de contar con mayores facilidades desde el sistema escolar”, explicó.
Un liderazgo escolar que se ejerce en contextos atravesados por la alta vulnerabilidad social, escasez de recursos materiales y humanos, junto a una creciente complejidad normativa.
Hacia la co-construcción del conocimiento
Es la segunda vez consecutiva que se implementa esta iniciativa, financiada en 2025 por el Fondo de Vinculación con el Medio a través del Laboratorio de Aprendizaje Vivencial (UCO 2495).
Su director ejecutivo, Dr. Jorge Gajardo Aguayo, participó en el coloquio final y enfatizó en la relevancia del proyecto al articular la universidad y las comunidades educativas bajo el principio de co-construcción.
“La co-construcción con el medio es uno de los niveles de interacción más difíciles de lograr, pero también uno de los que más enriquece. Que estudiantes de Doctorado puedan vincularse, hacer seguimiento a directores y directoras por varios días, discutir y luego compartir estas observaciones, nutre de valor la experiencia del laboratorio. Porque precisamente buscamos que los actores principales del medio y nuestros estudiantes —de pre y posgrado— interactúen horizontalmente para desarrollar soluciones a problemas que conjuntamente estamos identificando”, señaló.
Por su parte, la coordinadora regional de Educación de la Alta Dirección Pública, Ximena Umaña García, valoró la instancia como una oportunidad de acercarse a la realidad de los líderes escolares desde una mirada “holística” y “práctica”.
“Nos interiorizamos sobre qué aspectos debemos mejorar en los procesos de selección, a través de los mecanismos en las distintas fases del concurso, para poder contribuir en la selección de directores y directoras, que tienen una responsabilidad tan relevante en la conducción de la educación pública y los cambios que esperamos que se produzcan en ella”, destacó.
Así, el proyecto VRIMLAB2509 no solo fortaleció las competencias de indagación cualitativa y la comprensión del medio escolar en estudiantes de posgrado, sino que también reconoció a los líderes directivos como agentes activos en la producción de conocimiento y, al mismo tiempo, formadores de nuevos investigadores.
La directora del Liceo Santa Leonor y participante de la jornada, María José Retamal, valoró el espacio como una instancia que permitió profundizar en el quehacer cotidiano de directores desde una “visión estratégica”, orientada a ejecutar acciones a corto, mediano y largo plazo.
“La experiencia es provechosa porque, al poder aportar en estas investigaciones, indirectamente aportamos también a la educación, puesto que los investigadores son quienes después despliegan evidencia empírica para poder sustentar el quehacer de los profesionales de la educación”, afirmó.