Crédito: BCLA
El base del Club Deportivo Universidad de Concepción, quien es estudiante de Kinesiología en la casa de estudios penquista, cuenta su historia ligada al baloncesto desde temprana edad, fruto de una potente herencia familiar.
Sebastián Carrasco Barría nació el 11 de enero del año 2000 en Ancud. Al igual que muchos otros casos ya presentados de Basket UdeC, el interés por el básquetbol viene por su familia. Su papá fue jugador profesional de baloncesto, por lo que desde niño Sebastián llevaba la pelota para todos lados, no importando si era en la plaza de armas de su ciudad o en cualquier parte, no se separaba de ella.
La historia familiar ligada al baloncesto es aún más profunda. “Mis dos abuelos jugaron básquetbol, al igual que mis tíos; una tía fue preseleccionada nacional. Mi papá, Héctor Carrasco, también fue entrenador, presidente de Ancud, jugó por la Universidad de Concepción, donde se tituló como profesor de Educación Física, compatibilizando sus estudios con el deporte, siendo jugador del plantel profesional de Basket UdeC”, relata.
Siguiendo esa herencia, el ancuditano señala que siempre quiso compatibilizar los estudios y el básquetbol. Y así lo hace hasta el momento. Estudia Kinesiología y acaba de terminar el tercer año, en un proceso no exento de complicaciones.
“Ha sido duro; al principio fue más difícil cuando llegué el año 2018, porque en Ancud vivía con mis papás; acá vivo solo y tengo que preocuparme de llevar la casa y todo lo que implica: el aseo, cocinar, que todo esté bien y aparte de eso tengo que entrenar y estudiar. Cansa, pero después uno se acostumbra a la rutina y ve la importancia de administrar bien los tiempos”, apunta, consciente del cansancio físico y mental que tras consigo la realización de dos actividades paralelas muy demandantes.
Netamente sobre su carrera deportiva en la casa de estudios penquista, el base considera que su evolución ha sido buena, que es lo que esperaba: estar en un equipo de muy buen nivel como es Basket UdeC.
Celebrando el título en Valdivia / LNB
“Desde que llegué he ganado varias cosas con la UdeC. Salimos campeones nacionales universitarios en 2018 en Viña del Mar, al año siguiente en profesionales ganamos una Libcentro; ahora nos consagramos en la LNB y luego sumamos una Supercopa”, recapitula el base, quien está enfocado en terminar su carrera, rendir en el básquetbol profesional y luego recién empezar a analizar propuestas para emigrar.
Del infierno a la gloria: lesión y consagración
En el proceso previo al Sudamericano de Lima 2017, donde Chile se consagró campeón sub-17 al derrotar a Argentina en la final, Sebastián Carrasco se lesionó gravemente. El cartílago de la rodilla izquierda no resistió más y bien es sabido que no se regenera. El doctor tratante incluso le dijo que había probabilidad de que no volviera a jugar si es que el injerto que le puso no pegaba bien.
“Gracias a Dios pegó bien. Con el tiempo me fui sintiendo mejor. Siempre estuve motivado por volver y creo que esas ganas me ayudaron mucho. Cuando estaba en Ancud, lesionado, me llamó el entrenador de la sub-17, Galo Lara. Me dijo que quería conversar conmigo de mi lesión, que quería tenerme en el Sudamericano”, recuerda.
Esto fue en marzo de 2017. Sebastián conversó con su familia y decidieron que fuera a Santiago —tres semanas antes de la concentración— a un tratamiento intensivo con el kinesiólogo Marco Cornez de la Clínica Meds, quien es el actual profesional del área en la selección nacional de básquetbol.
Allá lo trató por tres semanas con ejercicios adaptados para volver a la cancha. “Pude volver de a poco, me fui sintiendo mejor. Regresé a Ancud y ahí empecé a jugar la Liga Nacional de Básquetbol, hasta que apareció la nómina final conmigo presente. Con un poco más de ritmo logré demostrar que podía estar, después de un año de estar parado”, añade.
De visita contra Flamengo / BCLA
El resto es historia. Logró estar y salir campeón rodeado de amigos, como sus actuales compañeros de Basket UdeC, Kevin Rubio y Lino Sáez, más Nacho Arroyo, con quien jugó mucho tiempo en Ancud.
En la interna, sabían que podían dar el gran golpe. “Antes de viajar al Sudamericano fuimos a jugar a Argentina contra ellos, les hicimos tremendo partido y perdimos por dos. En la cena posterior nos juntamos con los chicos y vimos que se podía, tenÍamos el nivel, podíamos ir por todo y nos decidimos a eso. Viajamos a Perú a ganar y así fue”, cuenta sobre uno de los grandes logros chilenos en la historia del básquetbol.
Inicio en Ancud. Presente y futuro en Basket UdeC
Debutó en la LNB a los 15 años (2015) por Ancud, encestando cuatro puntos en su primer partido. Al año siguiente, 2016, integró el equipo adulto en la primera parte del año, hasta que llegó la nombrada lesión jugando en un torneo regional.
“El año 2017 retorné e integré el equipo profesional de Ancud y tuve buenos minutos. Fue mi primera aparición de calidad en la LNB, fui segundo base, algunos partidos de titular, lo pude hacer bien, presenté buenos números y ahí me contactaron desde la Universidad de Concepción”, recuerda. Carrasco también tiene gratos recuerdos de unos Juegos de la Araucanía que ganó representando a la Región de Los Lagos con Kevin Rubio el año 2017, donde derrotaron a un equipo argentino en la final.
Sobre su presente y futuro con Basket UdeC, el base ancuditano expresa que “siempre hemos dicho que tenemos equipo para ir por todo. La calidad, el rodaje que da poder jugar la BCLA —que significan un peldaño más en nuestras carreras, ya que son equipos de mucha calidad como Boca y Flamengo—, enfrentarnos a ellos nos da un roce mayor que lo vamos a poder ir demostrando día a día, cuando nos podamos ir acoplando más. Vamos a jugar cada vez mejor. Creo que tenemos que conocer aún más a Arnold Louis y a Eugenio Luzcando, son dos tremendos jugadores, que una vez que ya se integren al cien por ciento al trabajo que traemos de arrastre se va a notar. Podemos subir cada vez más el nivel y eso es lo que queremos conseguir con el equipo”, cierra Carrasco.
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