Crédito: LNB
Sin antecedentes directos en su familia respecto a la práctica del básquetbol profesional, el estudiante de Ingeniería Civil Industrial en la Universidad de Concepción intenta abrirse paso en un plantel donde está sumando valiosa experiencia.
El 12 de septiembre del año 2000, en Puerto Montt, nació Juan Pablo Alvarado Sanzana, base de Basket UdeC desde el año pasado. Su llegada al básquetbol se dio por otra vía, no respondiendo a la tradición ni herencia familiar.
“A mí siempre me gustó el fútbol, pero Puerto Montt es una zona muy lluviosa, con mucho viento, y especialmente a mi mamá no le gustaba tanto la idea que practicara fútbol, porque era bastante pequeño y me resfriaba bastante”, argumenta.
Con ese panorama, a Juan Pablo le dieron la opción de practicar un deporte puertas adentro y de forma inmediata se inclinó por el básquetbol, actividad que empezó a desarrollar desde el año 2010, no parando nunca más hasta el día de hoy.
“Jugaba en el colegio y después entré a las categorías menores del CEB Puerto Montt. Competí de igual manera por el colegio y por el club desde la sub-13 hasta la sub-17, y el último año, 2018, me fui a Los Pumas, que era otro equipo profesional de la ciudad”, relata.
Siendo uno de los más bajos en cuanto a estatura en su categoría, empezó a jugar como base y esa posición le gusta mucho. Confiesa que le encanta entrenar, que pasó muchas horas solo en un gimnasio, así que es algo que le agrada. Cuando está triste o contento le gusta ir de igual manera a entrenar, ya que su vida gira en torno a eso.
“Jugué varios torneos aparte de la Liga Saesa, los nacionales, los Juegos de la Araucanía que ganamos el año 2017 con Sebastián Carrasco y Kevin Rubio”, rememora. Con Kevin también ganó el Campioni del Domani al año siguiente. Les iba bastante bien.
Festejando el título de la LNB / Archivo
“Esas experiencias quedan, porque en los viajes se conoce mucha gente. Tengo amigos desde esa época que perduran hasta hoy y espero que sean para toda la vida, así como ahora lo hago con los chicos del Basket UdeC”, revela.
Arribo a la UdeC
Juan Pablo salió del colegio el año 2018 y aún no tenía claro qué estudiar, aunque cuenta que siempre quiso ir a la UdeC, porque la mayoría de los partidos que se transmitían en CDO eran justamente del Campanil. “Crecí viendo varios partidos de Basket UdeC y la idea que teníamos con mis papás era quedar ahí, porque es una universidad buena, con mucho prestigio, aparte que deportivamente le va muy bien”, explica.
Ahí salió la idea de ver alguna beca, por lo que el año 2019 se dedicó a preparar bien la PSU y a entrenar para la Beca Deportiva. Todo resultó bien y desde el año 2020 estudia Ingeniería Civil Industrial en la Universidad de Concepción.
Al respecto, apunta que “a veces se vuelve complicado, obviamente porque se necesita harto estudio y hay que organizar bien los tiempos para que uno no esté demasiado agotado. Hay veces que ando con sueño, más cansado, pero es parte del proceso”, revela.
Juan Pablo disfruta de dicho proceso. Siempre quiso entrar a esta Universidad y jugar acá, es un sueño que está cumpliendo ahora y espera quedarse, terminar su carrera, en la que he pasado todos los ramos y se enfila al tercer año.
Competencia en el puesto y 2022
En la contabilización, Juan Pablo lleva un año entero jugando y ya tiene su primer título de la Liga Nacional de Básquetbol y una Supercopa. Pero entiende muy bien los procesos y sabe que sumar minutos es una tarea compleja muchas veces por la gran cantidad de bases del equipo.
Celebrando la obtención de la Supercopa / LNB
En su puesto, dice, “Diego Silva quizás está en su mejor momento deportivo, Seba Carrasco siempre ha jugado muy bien, ahora llegó Luzcando… Sé que mi posición es complicada y comprendo cómo son las cosas”, aclara.
Pero se toma el presente de la mejor manera. Ha estado aprendiendo mucho de ellos, con todos tiene muy buena relación, además de la confianza para preguntarles cosas del juego con el objetivo de ir mejorando.
“Esto se trata de oportunidades y de ser perseverante; al final, si uno no juega de repente algunos partidos y se desanima y deja de entrenar bien se va quedando atrás. No es el caso mío, siempre he sido muy perseverante, es solo confiar en los procesos y en algún momento las oportunidades van a llegar”, expresa.
Está consciente que este 2022 se viene súper intenso, con muchos partidos. A diferencia del año pasado, este año jugarán en todas las zonas, debiendo viajar más al sur, a Chiloé, por ejemplo.
Además, en el plano académico, la Universidad de Concepción retomará la presencialidad en marzo, entonces, “es una carga que quizás será mayor que el año pasado, pero a la vez es muy linda. Creo que tenemos un equipo muy bueno al igual que la temporada pasada, por lo que esperamos pelear arriba. Nos preparamos bien, entrenamos bastante, siempre en función de obtener buenos resultados”, sentencia Juan Pablo Alvarado Sanzana.
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