Director de Incar es nombrado integrante del Grupo de Expertos de ONU sobre salud de los océanos
Crédito: Incar
Instancia fue creada tras la Cumbre Mundial de Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible de Johannesburgo de 2002 con el fin de contar con un procedimiento de evaluación del estado de los mares mundiales al alero del organismo.
El académico del Departamento de Oceanografía y director del Centro de Interdisciplinario para la Investigación en Acuicultura (Incar), Renato Quiñones Bergeret, fue nombrado integrante del Grupo de Expertos para Evaluar el Estado del Ambiente Marino a nivel mundial de Naciones Unidas.
Este grupo nació tras la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible realizada en Johannesburgo (Sudáfrica) en 2002, en la que los estados acordaron establecer un procedimiento al alero del organismo multilateral para evaluar la salud de los océanos a nivel mundial basándose en evaluaciones regionales existentes, incluyendo escenarios socioeconómicos actuales y sus proyecciones.
Con este nombramiento, el Dr. Quiñones adquiere el estatus legal de Experto en Misión de Naciones Unidas para el tercer proceso ordinario de Evaluación del Estado del Medio Marino a Escala Mundial.
El investigador explicó que estos procesos tienen por objetivo “disponer de una panorámica exhaustiva de los océanos y la relación entre éstos y la humanidad”. Se trata, dijo, de una evaluación interdisciplinaria e integral que abarca los aspectos ambientales y ecológicos, así como los sociales y económicos.
“Esta panorámica global del estado de salud de los océanos se utiliza como base de las numerosas decisiones que se han de tomar en este ámbito a nivel internacional, nacional y local en aras del desarrollo sostenible”, indicó
Los primeros dos procesos concluyeron en 2015 y 2020, mientras que el nuevo grupo de expertos -25 en total, de los cuales ya han sido nombrado 20- deberá entregar los resultados de su trabajo en 2025.
Para ello deberá convocar y coordinar a un “pool de especialistas”, unos 800 investigadores de todo el mundo que con sus conocimientos contribuirán a elaborar el diagnóstico y evaluación del estado de salud de los océanos en los últimos años.
A su vez, el grupo debe coordinar, en conjunto con los estados, la realización de talleres regionales para identificar temas relevantes que deben ser incluidos en la evaluación del estado de los océanos, así como también capacitaciones sobre gobernanza sostenible de los mares, agregó el Dr. Quiñones, quien tuvo su primera actividad como Experto en Misión en el encuentro realizado en Nueva York, del 9 al 13 de mayo, en formato híbrido, al que el académico asistió de manera virtual.
De acuerdo al oceanógrafo, el nuevo proceso se da en un contexto en el que continúa presente la necesidad de contar diagnósticos más completos sobre los diversos factores que ejercen presión sobre los océanos y el desconocimiento de lo que ocurre en muchas partes del mundo, cruzado también por la pandemia. “La pandemia ha afectado la capacidad de colectar información y la calidad de la data mundial para enfrentar este desafío”, expresó.
Asimismo, agregó que los trabajos que se están realizando en este momento reconocen que la humanidad no ha sido capaz de alcanzar un manejo integrado de las costas ni de reducir los riesgos para la salud de los océanos, como la insuficiente protección de la biodiversidad, el deterioro de los hábitats y ecosistemas, y usos no sustentables de sus recursos.
“Lo que se hace con este diagnóstico es poder visibilizar con información científica sólida todas estas situaciones que amenazan los océanos del mundo”, indicó, señalando que en estos estudios también se consideran los conocimientos ecológicos locales y de los pueblos originarios a nivel mundial.
En los últimos cinco años, el investigador ha estado asesorando al Ministerio de Relaciones Exteriores, en relación a negociaciones en Naciones Unidas en Nueva York sobre protección de la biodiversidad más allá de la jurisdicción de los países, función que -dice- le ha permitido conocer la dinámica del trabajo de Naciones Unidas, “pero esto es una responsabilidad distinta”, reconoce.
“Es un nombramiento muy significativo; es una responsabilidad y una oportunidad importante como persona, como profesional y como científico; pero también creo que hay una responsabilidad y una oportunidad de representatividad del trabajo que se realiza en la Universidad de Concepción, a nivel internacional”, indicó.
En ese sentido, expresó que “dada la importancia de la capacidad científica de la UdeC en el área de las ciencias del mar, reconocida internacionalmente, no hay ninguna duda que nuestra comunidad universitaria puede hacer un aporte importante a la elaboración de este diagnóstico, por ejemplo mediante aportes concretos en las reuniones regionales”, expresó.
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