Auge de fármacos para la diabetes en tratamientos de pérdida de peso: Expertos advierten su uso responsable
Crédito: Freepik
Distintos medios han reportado como varias celebridades los utilizan para perder peso. Expertos UdeC explican para quienes están correctamente indicados, la importancia de un equipo interdisciplinario en su tratamiento y los efectos adversos que pueden experimentar quienes los consumen.
Fármacos con semaglutida, o también medicamentos con dulaglutida, inicialmente desarrollados para tratar la diabetes, han ganado notoriedad por su capacidad para reducir el apetito y facilitar la pérdida de peso. Nombres como “Ozempic”, ya se han hecho conocidos por estos efectos estéticos causando un impacto en su stock.
Con la base del Péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1), este grupo de medicamentos fue creado inicialmente para el tratamiento de la diabetes. No obstante, dentro de sus efectos también se detectó su eficacia para bajar de peso, “básicamente por un mecanismo central, hipotalámico, que hace que la persona baje el apetito, se ordena y les ayuda si tienen cravings, como ganas de picoteo”, explicó el docente del Departamento de Medicina Interna UdeC, Dr. Patricio Salman Mardones.
Hay varios efectos adversos estudiados, como el que enlentece el peristaltismo gastrointestinal, movimientos de nuestro tracto digestivo, pero específicamente los intestinos, para procesar los alimentos y liberar los nutrientes a través del torrente sanguíneo. Esta lentitud genera un nivel de saciedad constante, lo que evita que la persona coma constantemente y, por tanto, que suba de peso por comer en exceso. El Dr. Salman explicó que se observa que los pacientes experimentan náuseas, vómitos, distensión abdominal y otros efectos gastrointestinales.
“La FDA (Food and Drug Administration, Estados Unidos) los aprobó también para su uso en personas con obesidad, aunque no tengan diabetes, porque no generan hipoglucemia”, explicó el Dr. Salman. Ahondó en la diferencia de las dosis: el medicamento inyectable tiene una dosis para personas con diabetes y otra, más alta, para quienes lo utilicen como tratamiento contra la obesidad. Hay versiones del medicamento inyectables diarias y otras semanales.
“Es válido ocuparlos en personas que tienen obesidad como tratamiento coadyuvante. Yo como endocrino y diabetólogo no creo que los medicamentos sean la solución en una persona con obesidad, es parte de la solución”. Para el docente UdeC es importante contar con un tratamiento no farmacológico, que incluya manejo nutricional, conductual, psicológico y de ejercicio físico.
El apoyo y acompañamiento es fundamental en este proceso, tanto en la pérdida de peso como en el tratamiento de una enfermedad crónica como la diabetes. “La persona está expuesta tanto a la influencia del entorno como del ambiente que rodea, siendo un desafío, en algunos casos, cambiar ciertos patrones de conducta o hábitos ya instaurados” explicó la Psicóloga del Centro de Vida Saludable UdeC, Marcia Stuardo Álvarez.
Para generar el cambio conductual y los resultados esperados, ejemplificó Stuardo, es fundamental atender la sintomatología ansiosa y los cuadros depresivos que puedan surgir al respecto al tipo de tratamiento e incluso, a la adopción de estilos de vida. “Conocer de donde surgen estas creencias y emociones permite enfocar de mejor manera el tratamiento”, dijo la también Magíster en Psicología de la Salud, destacando que, al trabajar de manera multidisciplinar, se favorece la implementación de estrategias que potencien el bienestar y control en la toma de decisiones, “disminuyendo el impacto negativo que esta enfermedad puede tener a nivel psicológico”.
¿Cuándo NO es apropiado utilizar este medicamento?
En personas que tienen sobrepeso y no tienen comorbilidades, o sea, un IMC menos de 27 por ejemplo y sin antecedentes de diabetes o hipertensión, no es recomendable el uso de este tratamiento. «Si no estás en ese contexto la verdad que son medicamentos que no deben ocuparse y menos en personas normales de peso. Este medicamento en personas que tienen peso normal o apenas un poco sobrepeso, pero quieren bajar de un par de kilos por el verano, no tienen una indicación científica”, razonó Salman. La FDA aprobó su uso en pacientes investigados: diabéticos y/o obesos. Los problemas que podría generar su uso en personas de peso normal aún no son ampliamente estudiados.
Aquí toma total importancia algo que siempre se menciona: la importancia de tomar este tipo de tratamientos con los profesionales especializados. “Uno les enseña cuáles son los potenciales efectos gastrointestinales y hay protocolos para ir subiendo la dosis de a poco, para ir disminuyendo la probabilidad de los efectos adversos gastrointestinales que son conocidos”, indicó el Dr. Salman.
Fuera de esos efectos adversos gastrointestinales, estos medicamentos inyectables son considerados “bastante seguros y no debería haber mayores problemas” manifestó el endocrinólogo. Pese a eso, explicó, si existen contraindicaciones, lo que significa que, pese a su seguridad, hay personas que no pueden recibirlos. Salman contó que estos están claramente establecidos: “Tener antecedentes de cáncer medular de tiroides, una neoplasia endocrina múltiple tipo 2b, pancreatitis aguda previa, la colelitiasis (cálculos en la vesícula biliar) se tiene que resolver primero antes de iniciar estos medicamentos, o una persona que tenga algún tipo de problema de movilidad gástrica severa”.
El Dr. Salman llama a un uso racional de este medicamento, bien indicado previo a un estudio personal a cada paciente. Diversos medios han hecho eco a la baja en su disponibilidad, “no solamente en Chile sino en Latinoamérica y en el mundo está descontinuado. La versión oficial del laboratorio es que hay un problema de abastecimiento de producción del medicamento”, afirmó.
Como comentario final, el diabetólogo contó que «estos son muy buenos medicamentos. Para personas con diabetes la verdad que son uno de los medicamentos más eficaces, después de insulina probablemente son uno de los medicamentos más potentes para la diabetes. Estos medicamentos tienen un beneficio cardiovascular demostradísimo, no solamente son buenos para la diabetes, sino que sabemos que son muy buenos para el corazón. Y en personas con obesidad también sabemos que son bastante buenos, por eso fue aprobado por la FDA muy rápidamente porque la evidencia fue muy contundente en cuanto a su beneficio”.
El consejo es nunca automedicarse y asesorarse con un equipo multidisciplinario que tenga experiencia en esto. “No demonizar este tratamiento, pero tampoco permitir su abuso y su mal uso que sabemos que también ocurre”, cerró el profesional.
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