Académicas UdeC participan en seminario de salud mental en pandemia
Crédito: Dirección de Comunicaciones UdeC
El primer seminario de Salud Mental Comunal Concepción, Promoviendo el bienestar en tiempos de pandemia, fue convocado por el municipio penquista y reunió, vía Zoom, a distintas especialistas.
Aunque aún no es posible determinar los impactos psicosociales de la pandemia en el largo plazo, diversos estudios muestran que la población ha resentido su calidad de vida y salud mental en estos meses por los cambios que ha debido adoptar en sus rutinas para hacer frente a la enfermedad.
Una encuesta realizada por la UdeC junto a la Universidad de O’Higgins muestra, entre otras cosas, que un 43% de las personas duerme “algo peor” que antes de la pandemia y que un 34% ha aumentado el tiempo que dedican al trabajo. Otros estudios reflejan que este periodo ha incidido en el estado de ánimo de las personas —un 41% reconoce que ha empeorado—, siendo las mujeres, los jóvenes de 21 y 24 años y los mayores de 55 años los más afectados.
“A todo esto hay que sumar el contexto del estallido social, donde los estresores se han ido acumulando, no solo a nivel individual, sino social (…) por hechos de violencia, represión, vulneración de derechos; el hecho de tener toque de queda ha reactivado algunas situaciones del pasado. Estamos en un momento bastante complejo para Chile y, de momento, no se ha medido en términos del impacto social, pero obviamente se puede adelantar que (a futuro) debería aparecer el trauma psicosocial, que es la forma en que las relaciones se van afectado”, señala la académica de Psicología UdeC, Loreto Villagrán Valenzuela.
La doctora en Comportamiento Social y Organizacional fue la encargada de abrir el Primer Seminario de Salud Mental Comunal Concepción. Promoviendo el bienestar en tiempos de pandemia, convocado por el municipio penquista, en el que también participaron las docentes Paulina Rincón González y Carolina Inostroza Covegno.
La especialista basó su presentación en un trabajo del Ministerio de Desarrollo Social y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, que analizó los efectos de la crisis sanitaria en la calidad de vida de los hogares a partir de cuatro dimensiones: postergación en salud, cambios educacionales, en seguridad alimentaria y en salud mental. “Los más afectados son los primeros quintiles; las mujeres, lo que podemos vincular con los roles de genero y la sobre carga (de trabajo) que tienen en este contexto, y las personas que han tenido una disminución de sus ingresos”, comentó.
También hizo referencia a mediciones que dan cuenta de valoraciones positivas sobre el confinamiento, como la oportunidad de disponer más tiempo con la familia y para realizar las tareas domésticas, la importancia de contribuir a la disminución del contagio, así como las acciones altruistas que han surgido en este periodo.
Parentalidad positiva
Si las relaciones filoparentales son un pilar básico para el desarrollo de niñas y niños, suy relevancia es aún mayor frente a un suceso potencial traumático (SPT) como es la crisis sanitaria actual, como expuso la psicóloga Paulina Rincón.
Desde la experiencia del Programa Día a Día UdeC, que ella dirige, la docente entregó una serie de orientaciones para que padres y madres, y quienes tienen niños a su cuidado en general, puedan ejercer una parentalidad positiva en este período.
De acuerdo a la expertas en salud mental y SPT, es imprescindible que niños y niñas tengan espacios de expresión emocional en los que puedan compartir cómo se sienten. “El juego es un muy buen espacio de expresión emocional, sobre todo cuando es dirigido por ellos y ellas”, aseveró.
Otro elemento a considerar es la contención. “Hay que dar cabida a las emociones, asegurarles al niño/niña que las cosas van a estar bien, que sepan de alguna manera que es normal lo que les está pasando y que si están con pena tienen la posibilidad de expresarla; además de ser consolado”.
El cuidado de las rutinas es otro factor que contribuye al bienestar de los más pequeños. “Son clave en los niños, porque les permite tener confianza y sentido de seguridad, anticiparse a las situaciones y eso les da control sobre su mundo”, afirmó la experta.
Por otro lado, enfatizó en la actitud sincera que deben tener padres y madres en momentos de incertidumbre. “No hay que mentir; si hay algo que no sabemos es mejor decir que no sabemos a mentirles, porque ellos se dan cuenta cuando no les decimos la verdad”.
La académica insistió que en el contexto de la crisis sanitaria es necesario realizar evaluaciones de lo que ocurre en las familias desde una visión “no psicopatologizadora”. Esto quiere decir, que el foco debe estar puesto en la evaluación de las necesidades de las comunidades y las personas, explicó.
En ese sentido, llamó la atención sobre la detección de los requerimientos de las personas a cargo de niños y niñas, que no pueden ser consideradas de forma separada de éstos, y el autocuidado en estos adultos. “Es sabido que las reacciones emocionales de niños y niñas dependen en gran medida de las reacciones de los adultos significativos en sus vidas”, aseveró.
Los adultos mayores
En su exposición, la psicóloga Carolina Inostroza abordó las necesidades de los adultos mayores en el contexto de la pandemia, revisando las principales características de este período de vida y los problemas más frecuentes de salud mental de este grupo, para luego, revisar, estrategias de promoción y prevención específicos para ellos.
De acuerdo a la académica, estas estrategias —no solo en tiempos de crisis— deben apuntar a potenciar todos los elementos que tienen que ver con el bienestar, con un énfasis especial en el autocuidado.
“Lo bueno es que sabemos qué es lo que funciona y qué es lo que podemos hacer, cuáles son elementos para promover y prevenir la salud mental en las personas mayores”, aseveró.
Aspectos relevantes dentro los programas de promoción son el ejercicio físico y el entrenamiento cognitivo; el fomento de las actividades sociales y de integración —“en el formato que a los adultos mayores les guste, como ellos se quieran juntar y para lo que ellos se quieren juntar”, aclaró— y el apoyo con habilidades y recursos para resolver problemas.
“Esto es ayudarlos a conectar con recursos comunitarios, a hacer trámites sociales, que a veces son muy complejos (…) ayudarlos a pensar, a hacer planes para resolver situaciones cotidianas y problemas más complejos”, explicó.
Por otro lado, agregó que en el contexto de la crisis sanitaria es importante que mantengan contacto social; cuiden sus rutinas de sueño y alimentación, así como de sus actividades físicas y mentales. Hay que facilitarles el acceso a las tecnologías, ayudarlos a potenciar sus redes de contacto, a mantener la cercanía con la familia, ofrecerles apoyo con compras y trámites, compartir información útil con ellos, entre otros.
Un elemento que destacó la especialista, es el reconocimiento de las estrategias y experiencias previas que este grupo etario tiene con situaciones complejas. “Es bueno hace surgir la sabiduría que ellos tienen por otras crisis que han vivido. Tienen estrategias, han sabido lidiar con esto por otras crisis que han vivido”, expresó.
- Compartir
- Compartir
Noticias relacionadas
Reportajes