Con el objetivo de abordar el creciente problema de la expansión del retamo (Cytisus striatus) y su impacto en los ecosistemas, la biodiversidad y el riesgo de incendios forestales, se conformó en Antuco la primera Mesa Interinstitucional para el Manejo Integral del Retamo.
La iniciativa, impulsada por la comunidad y respaldada por la Facultad de Ciencias Forestales y el Laboratorio de Invasiones Biológicas (LIB) de la Universidad de Concepción, el Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), CONAF, SAG, autoridades municipales y empresas privadas, busca articular un trabajo sostenido entre ciencia, gestión pública y participación ciudadana para enfrentar esta amenaza ambiental desde el territorio.
Lo notable de esta iniciativa es que fue impulsada desde la propia comunidad y autoridades locales, quienes detectaron la urgente necesidad de frenar el avance del retamo, una planta altamente inflamable y de rápida propagación.
La alcaldesa de Antuco, Sandra Bobadilla Cisterna, valoró el hito como una respuesta directa a la inquietud ciudadana, «esto nace desde nuestra gente. Sabemos que tenemos a la naturaleza, pero debemos cuidarla. El retamillo ha ido avanzando por años y ahora, con respaldo científico, entendemos que no se podrá erradicar del todo, pero sí controlar. La comunidad debe sensibilizarse y participar activamente. Me alegra ver a jóvenes y a la directora DAEM, porque la educación ambiental es clave para cambiar el futuro”.
El concejal Diego Ovalle, impulsor de esta articulación, añadió que este trabajo partió inspirado en el trabajo de CONAF en el Parque Laguna del Laja. “Estoy convencido de que debemos generar espacios de diálogo y alianzas con el sector privado. Tenemos que dejar atrás los prejuicios y confiar en la ciencia. Esta mesa demuestra que los jóvenes podemos ser agentes de cambio real desde el territorio”.

Aporte científico del IEB: monitoreo, percepción y control
La participación del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) se canaliza a través de su investigador Rafael García Araya, quien además dirige el Laboratorio de Invasiones Biológicas (LIB) de la Universidad de Concepción. Su rol será clave para apoyar el monitoreo del manejo de esta especie invasora y cuantificar su impacto.
“Nuestra colaboración busca generar evidencia científica para orientar el control del retamo. Trabajaremos en el seguimiento del manejo realizado por CONAF, además de evaluar la acumulación de biomasa en zonas de interfaz urbano-rural y la percepción de la comunidad sobre los impactos. También apoyaremos técnicamente con nuestra experiencia nacional e internacional en invasiones biológicas”.
Sobre el caso de Antuco, el investigador García destaca que este caso representa un hito, «es la primera vez que una municipalidad se acerca formalmente a nosotros para enfrentar una especie invasora. Este problema nace desde el territorio y eso le da más valor. No es la academia quien levanta el tema, sino la comunidad que lo vive a diario».
El retamo ha sido identificado como una especie invasora de alto riesgo, presente incluso en áreas protegidas como los parques nacionales Laguna del Laja, Vicente Pérez Rosales, y la reserva Lago Peñuelas. Según información técnica difundida por la Mesa, su capacidad de propagación, inflamabilidad y resistencia al control lo convierten en una amenaza seria para la biodiversidad.

El jefe provincial de CONAF Biobío, Juan Carlos Bascur, explicó que “llevamos años trabajando en el control del retamo dentro del parque. Hoy nos proyectamos hacia las zonas de interfaz, para reducir su densidad y proteger a las comunidades del riesgo de incendios forestales. Estamos capacitando a juntas de vecinos y escuelas, y vemos que la comunidad empieza a empoderarse frente al problema”.
Desde el SAG, Juan Macaya recalcó la necesidad de integrar la educación ambiental cuando se trabaja con la comunidad, «mientras más conservado esté el entorno, mayores son las posibilidades de supervivencia para las personas. La bioseguridad debe entenderse como un continuo, desde prevenir la llegada de especies hasta controlar su propagación. Una visión interdisciplinaria es esencial”.
Educación, comunidad y compromiso multisectorial
Además del trabajo técnico y científico, la estrategia considera una dimensión educativa y cultural. El material visual y educativo elaborado con apoyo y creatividad del Laboratorio de Invasiones Biológicas IEB-UdeC –como el póster técnico sobre el retamo– ya está siendo difundido en escuelas y organizaciones sociales, con apoyo del Departamento de Educación Municipal -DAEM-.
La Mesa Interinstitucional de manejo Integral del retamo en Antuco ha logrado, en poco tiempo, articular esfuerzos públicos y privados, sumando actores como Colbún y Enel, para explorar nuevas formas de financiamiento de acciones concretas y sostenibles. Como señaló Rafael García, “el impacto de esta planta no es solo ecológico, también puede afectar la producción ganadera, la calidad de productos como leche o carne, e incluso la salud humana. Son temas que se deben investigar, pero el paso que ha dado Antuco es ejemplar y merece ser replicado”.








