Dr. Osvaldo Ulloa analizó la importancia de Atacamex en webinar del Minrel
Crédito: Captura
El docente e investigador de la FCNO UdeC, en compañía del documentalista Julián Rosenblatt, participó en la actividad organizada por la Dirección de Planificación Estratégica del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile.
Mares y política exterior de Chile. Reflexiones desde el documental Atacamex, explorando lo desconocido, se denominó la conferencia virtual en la cual los dos invitados expusieron todo el trabajo que significó el gran hito de descender a más de 8 mil metros de profundidad en la Fosa de Atacama, algo inédito a nivel mundial.
La presentación estuvo a cargo del Director de Planificación Estratégica del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, Aldo Cassinelli, quien destacó la relevancia de la relación perpetua de Chile con el mar. “Poseemos el 42% de nuestra Zona Económica Exclusiva bajo protección, lo cual nos posiciona entre los países que lideran la protección del océano”, afirmó, además de resaltar el hecho del reciente ingreso de nuestro país a la Global Ocean Alliance, “la que busca hacer un llamado a aumentar la ambición en la conservación de nuestros océanos”.
Con respecto al documental, Cassinelli señaló que “gracias a científicos investigadores chilenos es posible que hoy lo veamos en nuestras pantallas. Atacamex, explorando lo desconocido es un hito para Chile, pero también para la ciencia y oceanografía mundial, porque arroja nuevos conocimientos que aportan a descifrar los misterios que se ocultan en las grandes profundidades de nuestro mar”.
Luego fue el turno del invitado principal, el Director del Instituto Milenio de Oceanografía (IMO), Dr. Osvaldo Ulloa Quijada, quien se refirió a la génesis de la idea de sumergirse en las profundidades. “La primera reflexión es que si a cualquier chileno le preguntaran si hay que estudiar la Cordillera de los Andes, la respuesta sería obvia: ‘sí, porque es parte de nuestro territorio, parte de lo que somos’. Estudiar la Fosa de Atacama debiera ser exactamente lo mismo. Es la fosa geológica marina más importante que tenemos frente a Chile, pero no está en la cosmovisión de lo que somos como país”.
“La existencia de esta estructura determina, entre otras cosas, que exista la Cordillera de los Andes, que seamos un país sísmico, que tengamos una cantidad inmensa de volcanes, tsunamis; pero sin embargo no está internalizado. Incluso nosotros como oceanógrafos no lo teníamos como prioridad”, añadió Ulloa.
Actor clave y transmisión del conocimiento
Posteriormente tomó la palabra el documentalista Julián Rosenblatt, el hombre detrás de Atacamex, quien recordó la cantidad de elementos que había que coordinar; la logística detrás del buque, pero también desarrollar tecnología que no existía en el mundo para poder llegar a explorar la Fosa de Atacama. “Todo eso además estaba condicionado a que muchos factores se lograran coordinar: piezas en Alemania, Estados Unidos, y eso es parte del proceso que tuvimos que vivir”.
El ingeniero estadounidense Kevin Hardy fue vital para el éxito de la expedición. Fue el encargado de fabricar el vehículo que llevó a completar el hito. Al respecto, el Dr. Ulloa rememoró que “no se podía acceder a cierto tipo de tecnologías por los costos, pero afortunadamente pudimos conocer a este ingeniero que nos permitió hacer una innovación tecnológica, que democratizaba la ciencia y que permitía que países como Chile, con el nivel de desarrollo que tenemos, pudiera entrar a explorar el océano”.
En tanto, Rosenblatt contó que “Kevin fue como un genio-loco que conocí; de estas personas que son capaces de inventar una nave que viaje al espacio con las cosas que tiene en el garaje de su casa. Lo que uno ve en estos científicos es que la colaboración es súper horizontal y buscan objetivos comunes. Ahí uno se da cuenta cómo los científicos viven el descubrimiento y cómo se vuelven niños.
Respecto a la transmisión del conocimiento, el Dr. Ulloa revivió una experiencia surgida de un programa desarrollado en el IMO, la cual refleja —en su reflexión— una de las partes esenciales donde debiese apuntar el trabajo científico. Dicho programa consistió en “enseñarle a escolares a construir pequeños submarinos, acercarlos a la parte tecnológica. La experiencia más linda fue cuando se le preguntó a una niña respecto a qué fue los que le dejó la actividad, y ella contestó ‘nunca pensé que hubiese querido ser ingeniera, después de esto quiero serlo’. Eso es lo que necesitamos”.
Rol estatal y proyecciones
Osvaldo Ulloa considera que el Estado chileno y sus instituciones deben entender que el futuro está en el mar, pero que es difícil considerando que, por ejemplo, ni siquiera la investigación oceanográfica está como mandato en el Ministerio de Ciencia.
Referente a la relación del Minrel con la ciencia, Ulloa explicó que se debe “entender que el nivel de desarrollo de la ciencia nos permite mejores relaciones internacionales, relaciones más horizontales. Partiría por ayudar a construir una cultura marítima nacional, que entendamos que en el ámbito que entremos como sociedad el mar va a estar presente, porque nos determina”.
“Actualmente estamos siendo invitados por el grupo alemán-danés que va a ir a explorar la fosa en las Marianas; nos están pidiendo ser parte porque hay componentes de esta investigación que hemos hecho acá en Chile y estamos al nivel que ellos nos piden ayuda, desde el punto de vista científico, para ir a explorar otras fosas”, complementó.
Debido al éxito de la expedición se han abierto grandes puertas. Científicos de Alemania, Dinamarca y Japón quieren venir a nuestro país a trabajar con sus pares chilenos. “Ahí es clave cómo manejamos esas relaciones, cómo entendemos que cuando se conversa con otro país la ciencia también es parte, no solo es el intercambio comercial. Aquí hay un valor agregado que es ir a sentarse con un socio o potencial socio donde también tenemos ciencia que ofrecer”, sentenció el Dr. Ulloa.
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