Investigación UdeC crea inventario de remociones en masa para apoyar la planificación en el Gran Concepción

Crédito: Diario Concepción
La investigación doctoral de Francisco Castro Venegas determinó que existen 1288 registros de deslizamientos de tierra en el Área Metropolitana de Concepción entre 1990 y 2023.
Mejorar las evaluaciones cuantitativas de la susceptibilidad a remociones en masa en el Área Metropolitana de Concepción, desarrollando un inventario completo de eventos que incluye deslizamientos, caídas de roca, aluviones, entre otros, durante el período de 1990 a 2023, fue uno de los principales objetivos de la investigación doctoral de Francisco Castro Venegas, estudiante del doctorado en Ciencias Geológicas de la Universidad de Concepción e investigador del Grupo Multiamenazas Biobío, con sede en la misma universidad.
La investigación buscó consolidar información histórica y reciente de diversas fuentes, para proporcionar un inventario detallado y actualizado que pueda ser utilizado para realizar modelos más precisos de susceptibilidad a remociones en masa y apoyar la planificación urbana en la región del Biobío.
Este inventario, explicó el investigador, “es un insumo para ser consultado por los entes planificadores; la idea de este recurso es no solamente crear un mapa de susceptibilidad que sea leíble, sino que permitir que el planificador puede ver tanto dónde han ocurrido los eventos y cuáles son las áreas críticas”.
La investigación revisó 1288 eventos, de los cuales 1240 ocurrieron en Chile continental y fueron utilizados para el estudio. De ese total, más del 70% corresponden a deslizamientos de tierra, cuyo principal desencadenante fueron las lluvias intensas (90% de los registros) y subordinadamente el terremoto del 2010 (6% de los registros). Además, entre las comunas más afectadas se encuentran Talcahuano, Tomé, Lota y Concepción.
Importante insumo
A la fecha, el Servicio Nacional de Geología y Minería es el encargado de registrar los lugares donde ocurren deslizamientos de tierra. Esta tarea la realiza un mismo equipo que reparte sus funciones con otras tareas del Servicio, por lo que la dedicación a esta tarea es compartida con otros requerimientos de la repartición.
Es por eso que los catastros del Estado no están actualizados, explicó Castro, quien resaltó que por lo mismo “faltaba una base de datos robusta para hacer análisis cuantitativos y análisis estadísticos más actualizables (…) Este estudio nos permite cruzar datos y, desde el punto de vista estadístico, podemos extrapolar el análisis a áreas donde no tenemos información generar mapas de susceptibilidad con la probabilidad espacial de ocurrencia de estos procesos de remoción en masa, y así ubicar otras áreas donde podrían ocurrir una remoción en masas bajo las mismas condiciones que ya registrado”.
“No podemos evitar que ocurran remociones en masa, porque son parte de la evolución natural del relieve. Pero sí podemos evitar que se conviertan en tragedias. Para eso, necesitamos saber dónde, cuándo y por qué ocurren”, concluyó el investigador.
Proyecciones
Entendida la necesidad de contar con este insumo para mejorar la planificación urbana y anticipar los efectos de los deslizamientos de tierra en las personas, Castro dijo que están avanzando en dos líneas para darle continuidad a la investigación; una de ellas vinculada al término de la misma investigación doctoral en sí y otra en disponibilizar los datos de manera pública para que otras personas o instituciones los utilicen, ya que por el momento están disponibles vía correo electrónico al respectivo investigador.
“Estamos avanzando en métodos estadísticos y de aprendizaje automático, utilizando herramientas de machine learning como regresión logística y algoritmos de tipo random forest, para identificar los factores más relevantes en la predicción de remociones en masa. Gracias a que el inventario llega hasta 2023 y ya contamos con datos del año 2024, podemos validar los modelos con información real y no solo con estimaciones”, explicó el investigador.
Agregó que “además, como cada registro del inventario incluye la fecha y el evento desencadenante, en la mayoría de los casos lluvias intensas, estamos analizando umbrales de precipitación que gatillan estos eventos. Esto nos permitirá en el futuro alimentar sistemas de alerta temprana, tanto a nivel académico como aplicado en terreno”.
Con respecto a los pasos para disponibilizar la información, mencionó que “actualmente los datos están disponibles mediante solicitud por correo electrónico, pero también estamos postulando a fondos, como los de ANID, para poder automatizar este sistema de análisis y disponibilizarlo en plataformas accesibles. La idea es que no solo generemos el inventario y los mapas de susceptibilidad, sino que estos estén actualizados y sean útiles para los municipios, muchos de los cuales hoy no cuentan con información cuantitativa, sino solo con análisis cualitativos basados en la experiencia del consultor o en metodologías heurísticas”.
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