Vóleibol UdeC y un 2022 que contará con un segundo semestre plagado de intensidad
Crédito: Diario Concepción
Jefe técnico de dicho deporte en la Universidad de Concepción, Juan Ignacio Armoa, visualiza el panorama que incluye competencias estudiantiles y federadas, tanto en la rama masculina como femenina.
El vóleibol de la Universidad de Concepción tuvo un 2021 lleno de compromisos oficiales desde el 25 de septiembre, fecha en que las mujeres debutaron en la Liga A-1 con triunfo ante el Club Deportivo Alemán, en una nueva versión del clásico del Gran Concepción.
Una vez finalizada la excursión de las mujeres, vino el turno de los hombres, que iniciaron su camino en la Liga A-1 el 6 de noviembre, cuando dieron cuenta de Doñihue. En el balance, ambos representativos estudiantiles ocuparon el séptimo lugar.
Este 2022 encuentra al vóleibol universitario en otro escenario, mucho más cercano a la normalidad. “Ahora empezamos el año sabiendo lo que tenemos por delante: competencias regionales que nos pueden posibilitar clasificar a los nacionales universitarios y además también contamos con competencias nacionales por parte de la Federación de Vóleibol de Chile”, señala Juan Ignacio Armoa, jefe técnico del Vóleibol UdeC.
Armoa valora esta nueva “normalidad”, dado que al tener una fecha estipulada de inicio se puede generar una planificación que permita ir desarrollando los equipos, tanto masculinos como femeninos, en miras de estas competencias y llegar de mucha mejor manera.
Respecto a los objetivos, el nacido en Ciudad Evita apunta que aquellos se basan en entrar en los nacionales y ser aún más competitivos en ambas ligas A-1. “Pienso que estamos para un poquito más, así que en la primera reunión que tuvimos con los equipos se tocaron las proyecciones y los objetivos, que incluyen el poder consolidarnos realmente como el mejor equipo de la región, esa es la visión que tenemos como rama”, explica.
Series menores
El trabajo con las series menores se viene haciendo en el Club Deportivo Universidad de Concepción desde hace mucho tiempo, pero este año está íntimamente relacionado con la selección universitaria. “Las chicas y los chicos van a estar un poco más presentes: tenemos estudiantes de la carrera de Pedagogía en Educación Física que nos han estado dando una mano con actividades y entrenamientos” precisa Armoa.
Juan Ignacio Armoa / Crédito: Sebastián Rubio
Esos mismos y esas mismas estudiantes compiten en la selección universitaria, así que de a poco se van generando vínculos y lazos que fomentan el crecimiento y desarrollo del vóleibol en la UdeC.
“Eso creo que es lo más proyectable que tenemos como Rama de Vóleibol: que la gran masa que hoy vemos encuentre en este deporte un espacio para poder desarrollarse y aprender; con eso se puede salir de un montón de situaciones que se generan en la calle dentro de una normalidad establecida que por ahí no son saludables. Dentro de la UdeC proponemos esa proyección”, expresa.
Calendarización
A juicio de Armoa, no alcanza con la calendarización que se ofrece desde la Federación de Vóleibol de Chile, Fevochi, que básicamente se jugará en la parte final del segundo semestre del año en curso y a principios de 2023.
“El estímulo de competencia que ofrece Fevochi es corto, de poca duración y muy intenso. Esa corta duración hace que cueste poder prepararse para un torneo que va a durar tan poco, es como que empezamos ya en el segundo tiempo a jugar el partido”, manifiesta.
El argentino señala que, en cambio, cuando se puede hacer un torneo más proyectable en el tiempo, se puede también empezar a buscar sponsors y diferentes recursos que posibiliten aumentar el rendimiento del equipo, ya sea a partir del entrenamiento, de la convocatoria de jugadores extranjeros, entre otros. “Creo que el torneo debería ser más largo, de al menos un semestre, para poder darle un poquito más de nivel y de visualización”, concluye.
- Compartir
- Compartir
Noticias relacionadas
Reportajes