Universidad de Concepción precisa su participación en estudio sobre compuesto Interferón
Crédito: Esteban Paredes Drake – DirCom UdeC
Tras constatar que ha circulado información incorrecta e imprecisa acerca del rol que desempeñó la UdeC en el estudio sobre el compuesto, la Casa de Estudios descarta categóricamente su distribución y reitera que la producción solo consideró muestras con fines analíticos y para estudios de estabilidad, transporte y almacenamiento.
Durante los pasados días, ha circulado en medios de comunicación información imprecisa y errónea relativa al convenio para el análisis del compuesto de interferón alfa-2b (IFN-a2b) suscrito en 2020 por la Universidad de Concepción y la Asociación Chilena de Farmacias Populares (Achifarp). Al respecto, es necesario precisar que dicho convenio, que se firmó en el contexto más crítico de la pandemia por COVID-19, tuvo como propósito poner a disposición del sistema de salud de atención primaria o de competencia municipal, actual o futura, soluciones y productos de Investigación y Desarrollo (I+D) que permitieran contribuir a enfrentar la grave crisis sanitaria vivida en ese momento. Esto en concordancia con lo propuesto, en enero de 2020, por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en relación, por ejemplo, con uso compasivo de productos en investigación, referencia clave que muestra que la OMS estaba llana a la posibilidad de medicamentos experimentales.
Antecedentes
En la primera quincena de marzo de 2020, a pocos días de que se confirmara el primer caso de COVID-19 en Chile, investigadores del Centro de Biotecnología y Biomedicina (CBB) y la Plataforma Innbio de la Facultad de Ciencias Biológicas liderados por el Dr. Jorge Toledo Alonso, junto con la Decana de la época, Dra. Soraya Gutiérrez Gallegos, informaron de las investigaciones que realizaban desde hacía un tiempo con interferones, lo que describieron correspondía a antivirales de amplio espectro, antecedentes posteriormente complementados por el Dr. Oliberto Sánchez Ramos, indicando que el uso de interferones representa un posible abordaje para enfrentar la pandemia.
Estos estudios habían comenzado al menos dos años antes del inicio de la pandemia de COVID-19. En desarrollos previos del Centro de Biotecnología, Biomedicina y de la plataforma Innbio, a nivel de laboratorio, se había utilizado interferón alfa de ratas y porcino como potenciador del sistema inmune, y el desarrollo del interferón alfa humano mediante un proyecto I+D Aplicada a Empresas de CORFO, código 17-IDAE-74707, titulado “Desarrollo de una formulación nanoencapsulada de liberación prolongada con efectos terapéuticas y/o profilácticas en base a interferón alfa porcino recombinante para aplicaciones veterinarias porcinas”. Dicha iniciativa, de titularidad del Centro de Biotecnología y Biomedicina Spa, y que se desarrolló durante el periodo comprendido entre agosto de 2017 a julio de 2019, permitió además la obtención de interferón alfa humano recombinante, que son moléculas proteicas que naturalmente produce nuestro cuerpo cuando se infecta con algún patógeno, y su validación a escala de laboratorio, según informaron los propios investigadores a cargo del proyecto.
La difusión de investigaciones realizadas en interferones hasta esa fecha por parte de la Facultad de Ciencias Biológicas llamó la atención de autoridades regionales, lideradas por la Seremi de Ciencia de la época, Paulina Asmann Segura, quienes buscaron mecanismos de financiamiento para eventuales estudios clínicos con IFN-a2b, con positivo interés de autoridades, que incluyeron al Intendente regional de ese momento, Sergio Giacaman García, y al Director del Hospital Guillermo Grant Benavente, Carlos Capurro Dupre, quien indicó su disposición de apoyar los estudios. En particular, el Intendente del Biobío convocó a una reunión en la Intendencia el domingo 15 de marzo de 2020 al Rector de la Universidad, Dr. Carlos Saavedra Rubilar, y a la Decana de la Facultad de Ciencias Biológicas, a fin de abordar las posibilidades de desarrollo del antiviral y del financiamiento de los estudios correspondientes.
Convenio con Achifarp
En paralelo, conocida públicamente la noticia de la capacidad de los investigadores de la Plataforma Innbio de la Facultad de Ciencias Biológicas de producir IFN-a2b, como un posible abordaje para enfrentar la pandemia, como explicó el Dr. Oliberto Sánchez durante la segunda quincena de marzo de 2020, el Presidente de Achifarp, Daniel Jadue, se contactó con el Rector de la Universidad de Concepción a fin de proponer un convenio para la producción del IFN-a2b Humano Recombinante, a través de un acuerdo a nivel nacional. El convenio se firmó en junio de 2020 y se estructuró considerando el cumplimento de tres etapas, correspondiendo la primera (Hito 1) a la producción para estudio clínico de IFN-a2b Humano Recombinante, la cual contemplaba dos aspectos: la fabricación de 5.000 dosis disponibles para uso experimental (fase pre clínica) y la modificación de las instalaciones de la Unidad de Prototipado y Escalamiento (UPE) INNBIO, dependiente de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad de Concepción. Este hito se entendería cumplido una vez que la Universidad obtuviera por parte del Instituto de Salud Pública (ISP) la aprobación de planos de laboratorio de producción farmacéutica y la autorización de instalación, apertura y funcionamiento del laboratorio de producción farmacéutica.
La Universidad de Concepción obtuvo la primera de las autorizaciones, es decir, la aprobación del plano de modificaciones a la Unidad de Prototipado y Escalamiento por parte del ISP, mediante Resolución Exenta N° 366 del 29 de enero de 2021. Sin embargo, cotizadas las adecuaciones que se requerían efectuar a las instalaciones universitarias para ajustarlas al plano aprobado, y obtener así la segunda autorización, se constató que estas excedían el presupuesto contemplado, lo que generaba un déficit de financiamiento de $53.500.000 del Hito 1. Estos antecedentes se informaron a Achifarp dada la necesidad de suplementar los aportes del Hito 1; sin embargo, no hubo resultados positivos, por lo que la ejecución del convenio se detuvo. De esta manera, los hitos 2 y 3 del convenio, que correspondían a los estudios clínicos y fabricación de unidades autorizadas para uso humano, nunca fueron iniciados.
De acuerdo con el convenio, el financiamiento total de los tres hitos para su ejecución era de $301.349.276. En Carta ADMN. N° 013/2021 de fecha 26 de mayo 2021, suscrita por la Decana de la Facultad de Ciencias Biológicas de la época y dirigida al Presidente del Directorio de la Achifarp, Daniel Jadue, se constata que se recibieron e ingresaron al sistema financiero de la Universidad de Concepción $25.000.000 (veinticinco millones de pesos), de acuerdo con lo establecido en Convenio de colaboración, para dar cumplimiento al Hito 1. Estos aportes fueron recibidos entre julio 2020 y mayo 2021. La información pública que muestra los resultados y alcance del cumplimiento del primer hito puede verificarse en las declaraciones de Nelson Rojas Velis, director ejecutivo de la plataforma Innbio, quien en nota del 18 de noviembre de 2020 de Radio Biobío, declaró que:
“Le hicimos entrega de una cantidad de esas dosis a la asociación de farmacias populares con la intención que ellos pudieran constatar que nuestros prototipos están en condiciones de acceder a un ensayo clínico, pero bajo ningún motivo esas dosis pueden ser utilizadas para personas sin antes pasar por un proceso de ensayo clínico y sin antes contar con la autorización del Instituto de Salud Pública para esto”.
Ahora bien, al no existir de parte de Achifarp una solución para lograr un financiamiento complementario que permitiera ejecutar la remodelación de la Unidad de Prototipado y Escalamiento (UPE) de INNBIO, y dar así cumplimiento a los requerimientos del ISP para estar en condiciones de producir Interferón de manera farmacéutica, la Universidad adoptó la decisión de no perseverar en el convenio, conforme a lo dispuesto en la cláusula tercera del mismo, a contar del 12 de junio de 2022. Esta decisión se comunicó a Achifarp mediante Carta de Rectoría N°33/2022, de fecha 19 de abril de 2022, y se fundó en la imposibilidad material de dar cumplimiento al objeto específico del mismo, al no obtener la autorización de apertura y funcionamiento de laboratorio de producción farmacéutica y la autorización para la elaboración de un producto farmacéutico.
De esta forma, al no ejecutarse los Hitos 2 y 3 del Convenio de colaboración, no resultaba jurídicamente procedente que Achifarp materializara los aportes contemplados para dichas etapas, y que correspondían a un total de $204.976.800, por lo que no es correcta la afirmación contenida en Informe N° 909/2021 de la Contraloría General de la República, que indica que Achifarp adeuda a la Universidad de Concepción la suma de $215.476.800 pesos. Habiéndose ejecutado solo el Hito 1 del convenio, Achifarp estaba obligada únicamente a traspasar el monto contemplado para dicho hito, lo que –conforme se expuso- efectivamente ocurrió, de manera que no era procedente que la Universidad iniciara gestiones de cobro por el resto de los montos contemplados en el convenio, ya que solo se ejecutó la primera etapa.
Muestras para estudios de estabilidad, transporte y almacenamiento
En el mismo contexto, y pese a lo anteriormente descrito, la Universidad de Concepción fue sancionada por el ISP por fabricar y enviar dosis a Achifarp. Específicamente, el ISP multó a la UdeC por fabricar, en un establecimiento no autorizado para tal efecto, así como liberar y distribuir un producto farmacéutico que no contaba con registro sanitario. En el mes de abril de 2022, el Directorio de la Corporación UdeC encargó a la Contraloría Universitaria una auditoría y una investigación en torno a la ejecución del proyecto y la sanción emanada desde el ISP, las cuales arrojaron como resultado las responsabilidades personales existentes en el etiquetado incorrecto de los productos en etapa de preformulación enviados para pruebas de estabilidad, al no incluir en forma explícita que se trataba de muestras no aptas para uso humano.
Al respecto, el Secretario General de la Universidad de Concepción, Marcelo Troncoso Romero, aclara que la resolución del ISP fue impugnada mediante los recursos administrativos que la ley le confiere y que están aún pendientes de veredicto. Uno de los fundamentos de la impugnación consiste en que “las muestras generadas no tenían valor o uso farmacéutico, porque solo fueron desarrolladas con fines analíticos y para estudios de estabilidad. Dichas muestras fueron enviadas a Achifarp para que desarrollaran parte de las pruebas de estabilidad, transporte y almacenamiento”.
Esta misma impugnación reafirma, además, que la ejecución del convenio no pasó de una etapa preliminar, pues habiendo obtenido la aprobación del plano de modificaciones a la Unidad de Prototipado y Escalamiento por parte del ISP, mediante Resolución Exenta N° 366 del 29 de enero de 2021, esta no pudo materializarse por falta de fondos.
En definitiva, “la Universidad de Concepción siempre estuvo consciente de que no tenía un laboratorio apto para generar un producto farmacéutico, lo que se produjo fue un compuesto para la realización de diversos análisis. Prueba de ello es que justamente la Universidad estipuló entre los hitos del convenio el cumplir con las especificaciones del ISP para realizar la producción. Para desarrollar un producto farmacéutico o medicamento era requisito adecuar las instalaciones con esa finalidad, lo que nunca llegó a ocurrir”, sentencia la Vicerrectora de Investigación y Desarrollo, Dra. Andrea Rodríguez Tastets.
Tags
- Compartir
- Compartir
Noticias relacionadas
Reportajes