Crédito: Equipo Campaña Bernardo Castro Ramírez
El inicio del periodo de feriado universitario es una gran oportunidad para desearle a cada miembro de la comunidad universitaria y sus familias un reparador descanso y, al mismo tiempo, invitarles a ocupar este tiempo desarrollando el autocuidado de ustedes y sus seres queridos, en armonía con todo nuestro entorno, pues uno de los principales rasgos de nuestra universidad es ser humanista. Ello, entre otras cosas, implica dar prioridad a la persona y de ahí emana nuestra preocupación por la salud, la seguridad, integridad y calidad de vida de todas y todos quienes integran la Universidad de Concepción.
Del mismo modo, tenemos la firme convicción de que educar es humanizar, potenciando la dimensión humana como factor formativo, lo que permite superar la crisis de convivencia y construir un planeta más sustentable, con mejor calidad de vida y que propenda hacia el desarrollo de una cultura que respete la diversidad, la equidad de género y la naturaleza.
En concordancia con ello y por su propia esencia formadora, es muy importante que la gestión de las instituciones de educación superior esté signada con el compromiso, la sinergia grupal, los estilos de liderazgo transpersonales, la relevancia que se le otorga al autocuidado de los equipos para lograr que laboren en confianza y por un esfuerzo permanente en orden a trabajar armoniosamente, otorgándole importancia al reconocimiento del sentido de realidad vivido y experimentado por su comunidad universitaria, con un equilibrio entre los sueños motivantes y el realismo.
Una universidad humanizada es, entonces, una invitación latente a sus miembros a contener, apaciguar, calmar, acompañar y ensalzar la propia humanidad, para conseguir una máxima conexión con los integrantes de los equipos y los estudiantes. Cuando jefaturas, directivos o autoridades buscan la autoridad en las normas y no en el generar sentido en los otros, los integrantes de la comunidad universitaria pierden referentes, así como sus guías, y se resienten. En función de aquello, mejorar ambientes de trabajo tensos es una prioridad en una universidad como la nuestra.
Para lo anterior es fundamental contar con académicos, autoridades y directivos que puedan actuar desde la propia humanidad y ser un claro ejemplo de cómo los estudiantes deben comportarse a futuro en la vida profesional.
Con más incertidumbres que certezas, los nuevos escenarios requieren de una gestión que permita llegar -por ejemplo- al personal y a los estudiantes que no nos buscan, pero que nos necesitan, y al mismo tiempo, actuar con sinergia en las respuestas que debemos dar frente a las necesidades de las y los estudiantes.
En definitiva, humanizar la universidad es preocuparnos por el desarrollo humano, donde la autoridad y el gobierno central no sean fines en sí mismos, sino que están al servicio de las personas y del proceso educativo, asumiendo también en esto la misión social de la universidad.
Que tengan un excelente descanso.
Un abrazo
Bernardo Castro Ramírez
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