Tenis de estudiantes UdeC destaca en torneo organizado en Concepción

Mucha gloria suman entre los dos a nivel universitario, tanto en sudamericanos como panamericanos. Las vidas de Jordan Iturra Fuentealba y Bastián Acevedo Olmos se volvieron a cruzar y a llenar de arcilla, esta vez no para defender a la Universidad de Concepción, sino para participar en el novedoso torneo que trajo de vuelta el tenis a la capital del Biobío la semana pasada.

Hace más de dos meses, un llamado de Juan Pablo Aguilera, Director de Menores de la Federación de Tenis de Chile, les indicaba que ambos estaban en la órbita para ser parte de la Copa ReCell by Oncocit, la que para realizarse —y debido al contexto de Fase II que impide la práctica de deportes los fines de semana— su comité tuvo que pasar por reuniones con el Intendente y con la Secretaría Regional Ministerial de Deportes para llegar a buen puerto.

Finalmente, la tan anhelada competencia se anunciaba y los ojos se volvían a posar después de mucho tiempo en el Club de Tenis de Concepción, uno de los más antiguos del país. 15 jugadores determinados más uno venido desde la qualy conformaron el cuadro final que los dividiría en cuatro grupos —en formato todos contra todos—, donde los dos primeros de cada grupo pasaban directamente a cuartos de final; allí los esperaba un nuevo sorteo (solo a los segundos) donde se determinaría a qué ganadores de grupo debían enfrentar.

Así, el grupo A quedó conformado por Bastián Malla, Javier González, Sebastián Vidal y Ramón Gutiérrez. El grupo B estaba integrado por Oliver Becerra, Felipe Escalona, Marcelo Barros y Bastián Acevedo. El grupo C tuvo como integrantes a Francisco Olivares, Sebastián Santibáñez, Nicolás Iraira y Cristian Canto, mientras que finalmente el Grupo D vio patinar en la arcilla a Cristopher Kohl, Jordan Iturra, Mori Sáez y Gonzalo Ambiado.

Participación de las raquetas UdeC

Jordan Iturra destaca el trabajo de Juan Pablo Aguilera en la realización del evento. “Él gestionó todo el tema con el Intendente y con la Secretaría Regional Ministerial de Deportes para darle un poco más de vida al tenis acá en la región, que estaba muy botado a diferencia de Santiago, donde todos los fines de semana había torneos con muchos circuitos jugándose, entonces, Biobío estaba muy a la deriva”, comenta el estudiante de Enfermería.

Juan Pablo Aguilera lo llamó hace dos meses y le contó que tenía planeado hacer un torneo grande, con buenos premios y jugadores de renombre, idea que finalmente se concretó.

Con respecto a su participación en el round robin, Iturra ganó dos partidos (6-1 / 6-0 a Mori Sáez y 6-2 / 6-0 a Gonzalo Ambiado), cayendo con Cristopher Kohl por 3-6 y 2-6.

Luego, el sorteo le daría la posibilidad de tomarse revancha deportiva, ya que quedó emparejado con el mismo Kohl, a quien esta vez derrotó por parciales de 6-3 y 6-0, instalándose en las semifinales del torneo, donde acabaría cayendo ante Francisco Olivares, en lo que fue una excelente actuación, jugando cinco partidos en una semana después de meses de inactividad.

Consultado sobre la posibilidad de volver a pensar en el tenis profesional, Iturra confiesa que “con el tema de los estudios es muy difícil optar a ello. Este torneo fue de muy buen nivel, con jugadores que siguen vigentes y el tema físico es fundamental, hay que dedicarle mucho tiempo; el tenis quizás lo tenga y pueda recuperar mi nivel pronto, pero no para volver a pensar en intentar una carrera en el profesionalismo”, detalla, además de señalar que su físico no estaba en condiciones de jugar otro partido más.

Por su parte, Bastián Acevedo también destaca de sobremanera la gestión de Juan Pablo Aguilera, quien le preguntó si quería jugar el torneo por los antecedentes que tenía tanto a nivel sudamericano y panamericano en el ámbito universitario, además de haber sido número uno de Chile en menores de 16 y 18 años. A pesar de todas las vicisitudes, aceptó gustoso.

En cuanto a la preparación, reconoce que no estuvo ni cerca de ser la ideal. “No contaba con las canchas para entrenar, ya que en este contexto de pandemia para entrar a los clubes hay que ser socio. La preparación física tampoco fue la mejor, así que prácticamente llegué con lo puesto, y dadas las circunstancias quedé bastante conforme con mi desempeño”, afirma Acevedo.

En el round robin enfrentó a Oliver Becerra, a la postre campeón de la Copa ReCell by Oncocit, quien en su momento supo ganar puntos ATP y que ahora se desempeñaba como entrenador de Bastián Malla. “Perdí 2-6 el primer set, donde sentí que en cuanto a velocidad de pelota no estaba mal, pero sí en la parte física. En el segundo parcial iba 4-3 arriba y 40-0 para quedar 5-3, pero no lo pude aprovechar y fuimos al tie break, donde caí por 4-7”.

Pero también tuvo una alegría. “Gané a Marcelo Barros, que fue 1.400 ATP, por lo que fue muy meritorio. El otro partido que perdí fue ante Felipe Escalona, quien está radicado en Italia y venía con ritmo de competencia. Realmente la pasé muy bien, estoy muy agradecido de la invitación, de la tremenda gestión de Juan Pablo Aguilera y del Club de Tenis de Concepción, que contra viento y marea lograron tener un torneo con todos los protocolos en una ciudad tan complicada por la Covid-19. Los jugadores que venían de otras partes quedaron muy conformes igual”, sentencia el estudiante de Odontología UdeC, que además se desempeña como entrenador de tenis en la Academia Gonzalo González en el Club de Campo Bellavista de la Universidad de Concepción.