La Dirección de Equidad de Género y Diversidad Sexual (DEGyD) de la Universidad de Concepción llegó hasta el Campus Los Ángeles para ofrecer un taller enfocado en promover la educación inclusiva y el respeto a las diversidades en el espacio académico.
El documental fue presentado por sus protagonistas, Víctor Hugo Robles y Jorge Droguett, quienes compartieron con estudiantes y docentes sus experiencias de vida, marcadas por la discriminación, la resistencia y el orgullo.
La iniciativa cuenta con la participación de SernamEG Biobío, Los Ríos y Los Lagos, permitiendo que mujeres de distintos territorios y contextos socioculturales accedan a una formación gratuita y especializada en liderazgo político.
La charla “Potenciando espacios laborales sanos, libres de acoso y violencia en la UdeC”, impartida por la abogada Paulina Maturana, profundizó en la Ley Karin y el Convenio 190 de la OIT, abordando los avances en protección laboral y el compromiso institucional por promover un ambiente inclusivo y respetuoso en sus tres campus.
El estudio, que identificó ocho tipos de violencia de género, reveló que el 80% de las mujeres teme salir de noche, mientras que la violencia psicológica es la más prevalente.
Este nuevo diplomado que inició el pasado viernes 27 de septiembre, es una iniciativa clave en la formación docente y busca transformar las prácticas educativas promoviendo la equidad de género en las diversas cátedras de la Casa de Estudios.
Esta iniciativa se enmarca en el proceso de Certificación en Igualdad de Género del PNUD, un compromiso que la UdeC ha asumido para garantizar la equidad de género y el respeto de las diversidades en el entorno universitario.
Esta iniciativa busca capacitar al cuerpo académico y administrativo para convertirse en referentes dentro de sus comunidades brindando apoyo y orientación a personas que vivan violencia de género.
La ley N° 21.643 (Ley Karin), modifica el código del trabajo en materia de prevención, investigación y sanción del acoso laboral, sexual o de violencia del trabajo. La Universidad de Concepción modificó sus protocolos ya establecidos, buscando beneficiar a trabajadoras y trabajadores.
