Proyecto Ciencia Pública fortaleció lazos entre la comunidad y su ambiente
Crédito: Departamento de Ciencias de la Tierra UdeC
La iniciativa dirigida desde la UdeC financiada por concurso del Ministerio de CTCI contempló diversas actividades científicas y culturales.
Promover la revinculación territorial y comunitaria con el ecosistema local es el objetivo central del proyecto ‘Diálogos en movimiento: geoecología y comunidad en torno al estero Nonguén’, financiado por la línea Ciencia Pública del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación.
Con una inversión total de $8 millones, esta iniciativa, tuvo como entidad beneficiaria al Centro Cultural Teatro del Oráculo ubicado en el mismo sector de la capital regional del Biobío y realizó su cierre en diciembre pasado. Este proyecto fue desarrollado por la Asamblea Puchacay y contó con la dirección del académico del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Facultad de Ciencias Químicas de la Universidad de Concepción, Dr. Mauricio Espinoza Vargas.
“En la primera etapa”, detalló el académico, “se trabajó en rescatar información de la memoria de los vecinos de la zona en torno a conceptos de riesgos geológicos, biodiversidad, reconocimiento del espacio y memoria histórica. Esto se desarrolló con distintas metodologías, como mapeos colectivos con los adultos, en que las y los vecinos compartieron sus saberes y reconocimiento de problemáticas, mientras que con las escuelas se trabajó en base a talleres, en los que trabajamos el reconocimiento del concepto de cuenca y su relación con la topografía, la importancia del bosque nativo en la cuenca de Nonguén y su relación con el agua en torno a su capacidad de mejorar su infiltración y calidad del agua. Para esto, se trabajó con una experiencia didáctica con una maqueta tridimensional de la cuenca que se desarrolló en el contexto del proyecto”.
La segunda etapa contempló actividades de reconocimiento en terreno en el parque Nonguén. “Fuimos a terreno con las juntas de vecinos de la zona, organizaciones socioambientales y vecinos/as al sector donde nace el río Nonguén, y conversamos sobre la geología, biodiversidad e hidrología que interaccionan en esta cuenca. Pronto, esperamos ir con las escuelas”, explicó Espinoza.
“La tercera etapa tiene que ver con actividades culturales, artísticas y de valoración, tales como arborización que se realizó en la ribera del estero con árboles nativos con algunas organizaciones ambientalistas colaboradoras. Además, están en desarrollo dos murales, pintado por las/os estudiantes de cada escuela, para lo que, previamente, se hizo actividades sobre cómo sueñan el estero en un tiempo más, cómo sueñan que debería ser. Para ellos, este es un espacio importante en términos naturales y de conservación, donde reconocen fauna importante en la zona, al cual hay que proteger de la contaminación”, afirmó el investigador.
“Otra actividad es la obra de teatro ‘La ruta del agua’, construida en colaboración con el Taller de Teatro Comunitario Puchacay, dirigido por el Centro Oráculo. Esta obra que se basa mucho en el movimiento, como un flujo, trayendo a la memoria el agua En la obra, se rescata un relato que fue construido a partir de la experiencia de uno de los vecinos, rememorando su infancia”, destacó Espinoza. “La obra se presentó en varias ocasiones en el Centro Oráculo, incluyendo el evento que corresponderá al cierre formal del proyecto”.
El Prof. Espinoza, explicó que, en paralelo, durante todo este recorrido, “se estuvo construyendo un mapa geo-ecológico de la cuenca que valora los aspectos geológicos y de biodiversidad, pero también muestra las amenazas que tiene el sector en riesgo geológico y problemas ambientales que las personas identifican. Esto también se presentó en el acto de cierre.
Julia Fernández Viveros es vecina del sector, ha vivido toda su vida en el barrio y ha promovido una gran cantidad de iniciativas sociales y culturales de las que destaca su reciente incorporación a los talleres de teatro comunitario impartidos en el centro cultural ‘El Oráculo’, lo que, a su vez, le permitió participar como actriz en la obra ‘La Ruta del Agua’. “Este proyecto es tremendo, maravilloso”, enfatiza, “porque involucra todo nuestro entorno, todo el ecosistema que nos rodea, por lo que fue sumamente interesante poder plasmar dentro del proyecto esta obra de teatro con el amor y el aporte de todos y las ideas que fueron surgiendo de la gente”.
En ese sentido, Julia destacó que “este proyecto hace conciencia en la gente en momentos en que todo lo relacionado con el rescate del medio ambiente y los temas de ecología se ven como algo teórico, pero en este caso, es algo que se vive realmente”.
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