Mycoplasma Pneumoniae: prevención y estudio permanente siguen siendo clave pese a la baja de contagios en verano
Crédito: Archivo DirCom
Aunque su circulación es más notoria en invierno, este año los casos generaron mayor alarma. Especialistas lo monitorean todo el año para comprender su transmisión y prevenir complicaciones, con un tratamiento ampliamente conocido.
Las infecciones por Mycoplasma pneumoniae son altamente reconocidas, no solamente en Chile, sino a nivel mundial. Los ciclos de transmisión de esta enfermedad ocurren por varias razones que combinan factores propios de la bacteria y de cómo las personas interactúan entre sí. Esta patógeno se transmite a través de gotitas respiratorias, explicó el académico de la Facultad de Ciencias Biológicas (FCB) de la Universidad de Concepción, Dr. Gerardo González Rocha, quien agrega que “lugares como colegios, oficinas o casas son ideales para que se pase de una persona a otra, sobre todo en épocas frías, cuando la gente tiende a agruparse más”.
Durante el segundo semestre del 2024 el Ministerio de Salud detectó un aumento sostenido de casos de neumonía asociados a esta bacteria, por lo que el 18 de octubre generó una Alerta respecto a casos de Mycoplasma pneumoniae para reforzar el diagnóstico y tratamiento precoz; y monitoreo de datos de laboratorio 2022-2024. Pese a la especial atención que causó durante el año, su transmisión es estudiada en todas las temporadas y su tratamiento ampliamente conocido.
Según el especialista UdeC, después que las personas se infectan con la bacteria desarrollan defensas, pero estas no son permanentes. “Con el tiempo, esas defensas bajan o nacen nuevas personas que no tienen inmunidad, lo que permite que la enfermedad vuelva a propagarse” detalló. Así la enfermedad tiene un comportamiento epidémico cada tres o cuatro años en que se produce un alza de casos.
Gran parte de estas infecciones son autolimitadas y pueden pasar o los pacientes se recuperan incluso sin tratamiento. “El tema es que hay un grupo particular de pacientes que puede generar infecciones más severas, como neumonías o bien infecciones extrapulmonares”, sumó el Jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas del Instituto de Salud Pública (ISP), Juan Carlos Hormazábal Opazo. El profesional del ISP expuso en la Escuela de Verano 2025 de la FCB UdeC, invitado por el Magister en Microbiología y el Laboratorio de Investigación en Agentes Antibacterianos Microbiología.
El descenso de contagios durante la temporada de calor y la menor demanda en la atención hospitalaria no implican que se deban relajar las medidas de prevención y cuidado. “El Ministerio de Salud está recopilando la información de los casos detectados en el país”, afirmó Hormazábal. De esta forma, pueden crear planes de acción ante el aumento de contagios, entregando directrices a los servicios de salud.
Esta bacteria tiene una constitución estructural bien particular, no tienen pared (peptidoglucano), lo que las hace naturalmente no susceptibles a todos los antibióticos, de manera que necesita medicamentos específicos para ser tratada. “Es fundamental tomar los antibióticos exactamente como los indicó el médico, incluso si los síntomas desaparecen antes de terminar el tratamiento. No terminar el tratamiento puede dejar bacterias vivas: Estas pueden multiplicarse de nuevo y causar una recaída” advirtió el Dr. González. Las bacterias que sobreviven pueden adaptarse y hacerse más resistentes, dificultando futuros tratamientos.
Prevención
Según datos del Minsal cerca de un 20% de quienes poseen la enfermedad no presentan síntomas y el 80% restante presentan molestias que se van incrementando en el transcurso de varios días.
El Dr. González, aseguró que aunque los síntomas pueden ser leves, como tos seca o dolor de garganta, la tos puede durar varias semanas o incluso meses después de haber iniciado el tratamiento y recalcó que “es muy importante tomar medidas de prevención, ya que no hay una vacuna para esta bacteria”. Lavarse las manos con frecuencia, evitar compartir utensilios como vasos o cubiertos (especialmente con pacientes con síntomas), cubrirse la boca y nariz al toser o estornudar, usar mascarilla y ventilar los espacios cerrados son las más sencillas pero efectivas.
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