Las recientes intensas lluvias mantuvieron a distintas regiones del país en una situación de catástrofe, cuando todavía el país no superaba del todo lo ocurrido durante el verano pasado con los devastadores incendios que afectaron a zonas principalmente de las regiones del Biobío y Ñuble.

Este ambiente de alerta constante, el cual se relaciona directamente con el cambio climático, obliga a que las autoridades y expertos doblen esfuerzos en materia de prevención. Y en esto una duda que hoy es normal en la ciudadanía es ¿Estamos preparados para el verano que viene?.

Durante los días 22, 23 y 24 de agosto la Facultad de Ciencias Forestales de la Universidad de Concepción desarrolló el ‘Congreso Internacional Megaincendios: diversas dimensiones de los impactos del fuego en los bosques y el territorio’, el cual abordó en parte cómo se puede evitar la ocurrencia de este tipo de catástrofes.

Uno de los aspectos tocados fue el manejo de las plantaciones. Sobre esto, el Presidente de la Comisión Organizadora del Congreso y académico de la Facultad, Dr. Rafael Rubilar Pons, mencionó que en las presentaciones se plantearon alternativas de prevención como la organización territorial en relación a unidades de fuego, por ejemplo, a través de cuencas que permitan un manejo priorizado y estratégico del elemento combustible, el cual se entiende como la vegetación viva o muerta que permite la propagación del fuego.

“Se habló mucho de la temática del combustible, de cómo reducirlo de alguna manera. Se le mostró como elemento central, más allá inclusive que el del cambio climático, y eso fue una cosa bien interesante, porque el cambio climático es importante, pero obviamente uno de los componentes más relevantes pasa a ser esta temática de cómo reducir los riesgos a nivel regional de la distribución del combustible”, mencionó el académico.

El Dr. Rubilar añadió que las empresas forestales presentaron su estrategia para evitar lo anterior, esto a través de “medidas y fajas de protección respecto a caminos y poblados y zonas aledañas, para de alguna manera reducir la probabilidad de propagación de incendios”.

Una de las conclusiones mayoritarias del congreso, fue que se tendrá que aprender a convivir con los megaincendios, puesto que actualmente es difícil de combatirlos, tal como se ve en Canadá y Europa, donde las crisis no tienen que ver con el tipo de vegetación, sino que a extremas olas de calor y al material combustible disponible para la propagación.

Ahí es donde en el debate entró un tema central para la discusión: la utilización del fuego para eliminar la alimentación de los incendios. Sobre esto expuso el investigador del World Research Institute de México, MSc. Iván Zúñiga Pérez, quien relató cómo en comunidades agrícolas existe una cultura del fuego en la que se utiliza este elemento para reducir combustible, lo que resulta en una ocurrencia de incendios bastante menor respecto a Chile.