Iniciativa de mallas foto selectivas destacan en contexto de nuevas proyecciones del cambio climático
Crédito: Cedida
Tecnología que desarrolla la UdeC, diseñada para la protección de cultivos frutícolas, permite seleccionar rangos de radiación adecuados para las plantas y cuenta con mecanismos para protegerlas de eventos de granizo, lluvia y vientos.
La agricultura es una de las actividades que más vulnerabilidades presenta frente al cambio climático, por eso requiere de herramientas para adaptarse a los cada vez más complejos efectos de este fenómeno global.
Esta es la idea detrás de las mallas foto selectivas creadas hace seis años por investigadores de la UdeC con el fin de proteger los cultivos frutícolas de los efectos adversos del clima; tecnología visionaria a la luz de las nuevas proyecciones sobre los impactos del cambio climático.
Uno de los responsables de esta innovación es el académico de la Facultad de Agronomía, Richard Bastías Ibarra, quien cuenta que las mallas fueron pensadas para atacar las pérdidas en los cultivos de manzana por quemadura del sol.
“El problema se estaba acentuando por el alza de las temperaturas, la radiación solar y la falta de agua; se producían pérdidas de hasta el 40% en algunas variedades en el propio huerto y de cerca de seis millones de dólares por fruta no exportada”, señala.
A través de un proyecto del Fondo de Innovación Agraria (FIA), se probaron distintos prototipos de cobertura destinados a reducir la temperatura y la radiación en los cultivos. Así, se llegó a un sistema que consideró un diseño óptico específico (foto-selectividad), que funciona sobre la base de un modelo ecofisiológico, un software que ayuda a establecer el color y tramado de la malla, regulando los niveles de radiación solar, sombra y ventilación óptimos para cada cultivo.
El sistema incluye, además, un diseño mecánico que permite proteger los huertos de eventos de granizo, lluvias y vientos.
Los buenos resultados de esta innovación dieron paso al patentamiento, permitiendo a la Oficina de Transferencia y Licenciamiento (OTL) de la UdeC concretar, en 2016, su licenciamiento en Chile a Desaltek, empresa especializada en cultivos bajo cobertura, que participó como socia en el proyecto FIA.
Más tarde, a través de una licencia gestionada con apoyo del Hub APTA, la tecnología llegó a México, iniciando su proceso de internacionalización.
“Entonces, empezó el desarrollo comercial con la empresa mexicana, que ya tiene una superficie importante de berries, arándano, frambuesa y mora, plantados bajo la malla foto selectiva desarrollada por la UdeC”, indica el Dr. Bastías.
Los investigadores están a la espera de lo que ocurra con el licenciamiento en Europa, mientras que ya han iniciado ensayos en Perú, que se presenta como potencial mercado de apertura para esta innovación.
Además de su uso en huertos de manzano entre la sexta y octava regiones, la tecnología está siendo utilizada actualmente en cultivos de uva y cítricos en el norte de Chile.
Entre los resultados de ensayos y cultivos en que se ha aplicado la tecnología, el Dr. Bastías destaca los mayores rendimientos por metro cúbico de agua logrados en avellanos, así como la reducción en el consumo por riego, de entre 10 y 20% el en manzanos y del 20 a 30% en uvas. “Es un nivel de ahorro significativo de agua por hectárea”, asegura.
Planeta futuro
La tecnología de las mallas foto selectivas ha sido destacada recientemente en el programa de televisión Planeta futuro en el contexto de las alarmantes conclusiones del último informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC).
“Los resultados de la investigación de las mallas y su posicionamiento de mercado llaman la atención por las condiciones del cambio climático, por las condiciones más extremas de temperatura y de escasez de agua; todos los problemas a partir de los cuales fueron pensadas las mallas hoy se ha ido acentuando y por eso han cobrado más relevancia”, dice el Dr. Bastías.
Como ejemplo, cita lo que ha ocurrido en México con la incorporación de las mallas en la producción de berries, donde se han registrado incrementos en el rendimiento en los cultivos y calidad de la fruta, así como menos pérdidas por condiciones climáticas adversas.
“Se ha transformado en una tecnología bastante potente frente a la condición del cambio climático. La fruticultura protegida está creciendo mucho en el mundo y estas mallas son una alternativa interesante para la cobertura de los huertos”, agrega.
El especialista explica que las mallas de protección para cultivos existen hace mucho tiempo, pero que no todas son efectivas para reducir el estrés por altas temperaturas y algunas producen un nivel de sombra que reduce la capacidad productiva de los árboles, acota.
Cerezas mellizas
Con la experiencia acumulada hasta hoy, el Dr. Bastías está preparando un proyecto para estudiar, con dos nuevas configuraciones del sistema foto selectivo, la efectividad de las mallas en un problema cada vez más frecuente en la producción de cerezas en la zona central: los frutos mellizos.
“Por las altas temperaturas se están formando muchos frutos dobles, es un trastorno que se produce en el árbol durante la diferenciación floral, que ocurre justamente en el período de más alta temperatura”, indica.
Las flores -explica- empiezan a desarrollarse muy temprano en las yemas y en verano, cuando hay temperatura de más de 30 grados, se produce deformación de sus órganos.
“Esto hace que en la cosecha siguiente se presenten frutos mellizos. Eso se está transformando en un problema muy grave, aparte de otros problemas asociados a la temperaturas. Vamos a evaluar la malla para prevenir este problema específico”, advierte el investigador.
Y si bien las mallas fueron pensadas específicamente para frutales, el especialista ve que existe un potencial para esta innovación en la horticultura.
“Cuando la malla fue patentada, se hizo abierta a todo tipo de frutales y, de hecho es probable que ser usada en especies hortícolas como tomate y pimentón, que sufren mucho por las altas temperaturas, la falta de agua y el problema de la quemadura de sol”, dice.
De hecho, la semana pasada, Bastías expuso sobre las bondades del sistema en un encuentro coordinado por Hub APTA, en el que participaron empresarios colombianos y ecuatorianos interesados en probar las mallas en producción de hortalizas.
“Son plantas cultivables y están expuestas a las mismas condiciones; aún no tenemos ensayos en ellas, pero existe potencial para usar la misma tecnología en esta área”, añade.
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