Lotería de Concepción: La historia de una audacia que cumple 100 años
Crédito: Libro «Lotería de Concepción. Cien años de historia»
En 1921, los fundadores de la UdeC buscaban una fórmula para mantener a flote la institución y para ello crearon un sistema de donaciones por sorteo, que con los años se transformó en Lotería. Un libro recién publicado repasa esta historia, íntimamente ligada al proyecto universitario.
La fundación de la Universidad de Concepción, en el año 1919, fue el resultado de las gestiones y organización de un grupo de personas de la comunidad penquista, que elaboraron un proyecto educativo que a la larga sería la primera universidad fundada en regiones, con el impulso de su comunidad.
A pesar de que el Estado apoyó la iniciativa, y de que en mayo de 1920 la Universidad ya contaba con su personalidad jurídica, en términos económicos peligraba su continuidad seriamente, según explican en su libro “Lotería de Concepción. Cien años de historia”, los autores Carlos Muñoz Labraña y Maximiliano Díaz Soto.
Portada del libro, editado por Editorial UdeC
La solución que el grupo de directivos de la Universidad creó para conseguir los recursos necesarios para la naciente institución fue bastante particular: dado que estaban prohibidos en el país los juegos de azar, se inventaron las “donaciones por sorteo”. Es decir, sortear un monto en dinero entre todos quienes hicieran donaciones voluntarias al proyecto universitario.
Este es el antecedente de la Lotería. Una idea creada por Luis David Cruz Ocampo, secretario general de la Universidad y compartida por Desiderio González Medina, quien fuera el principal organizador de esta iniciativa.
El libro recuerda que, si bien las intenciones de los fundadores fueron crear un centro de estudios de excelencia para los estudiantes del sur, las precarias condiciones con las que partió el proyecto de la Universidad eran de una pobreza “casi franciscana”, según señaló el rector Enrique Molina Garmendia, en un discurso posterior. Recordó el rector que el primer curso de Química Industrial, a cargo del profesor Salvador Gálvez, no tenía más materiales que “tubos de Aspirina Bayer y un pequeño anafe, que él mismo debía llevar, de su casa a la clase, en el bolsillo”.
Hasta 1920, las labores del comité a cargo de la Universidad se financiaban con donaciones. A través de la idea del sorteo, y posteriormente, de la Lotería, la Universidad obtendría una fuente estable de financiamiento para proyectarse y crecer.
Balotas y tómbolas usadas en los sorteos/Dircom
“Hay un diálogo permanente entre lo que hace Lotería y el impacto que tiene en la Universidad. Diría que existe una relación causal entre lo que pasa en Lotería y lo que puede o no hacer el rector Molina y luego Stitchkin o González. Alguien tenía que financiar este desarrollo libre del espíritu y ese fue la Lotería, por muchos años. Es indisoluble la idea de tener la Universidad si no tienes financiamiento”, explicó el Dr. Carlos Muñoz, académico de la Universidad de Concepción.
Éxitos y sobresaltos
El primer sorteo de la Lotería, bajo la figura de las donaciones se realizó el 8 de octubre de 1921 y sus resultados fueron un premio mayor de 20 mil pesos, con una utilidad de 4 mil pesos. Tras los primeros éxitos, se creó una Oficina de Subsidios, para gestionar tanto los premios como la entrega de las utilidades a la tesorería universitaria. En 1922, la suma de entradas era bastante cuantiosa: 257.751 pesos. Sin embargo, el éxito de este sorteo hizo proliferar otros organizados por distintas instituciones, lo que a su vez llamó la atención del Parlamento, que buscó prohibirlos o acotarlos. En 1924, tras la caída del gobierno de Arturo Alessandri Palma, la Junta de Gobierno suspendió los sorteos. Tras un año de angustias, en 1925 se retomaron y apara el año 1926 se repartían premios por más de 1 millón de pesos.
Anverso y reverso de boleto de agosto de 1933/Libro «Lotería…»
Con el paso de las décadas, los éxitos de Lotería se sumaron, aunque no estuvieron exentos de dificultades, como las crisis económicas que bajaron sus ventas o las iniciativas de ley que intentaron limitar su funcionamiento. En 1944 se inauguró el edificio que hasta el día de hoy se mantiene en las esquinas de calle Colo Colo con Freire, en el centro de la ciudad de Concepción.
A fines de los años 60 y comienzos de los 70, hubo una distancia comunicacional entre la Universidad y la Lotería, ya que las memorias universitarias ya no entregan detalles del quehacer de los sorteos, según da cuenta el libro. En tanto, el golpe militar de 1973 tuvo los mismos efectos sociales y personales que en la vida nacional; los sorteos se realizaron sin público por la prohibición de reunión y de a poco se empezó a dejar entrar a más personas.
La década de 1980 vio una caída de la venta de boletos por la crisis económica, mientras que en los 90 comenzó un proceso de transformación tecnológica que estaba pendiente. Bajo la rectoría de Augusto Parra, se ordenó administrativamente la dependencia de Lotería del Directorio de la Corporación UdeC, y se creó el juego Kino, uno de los productos más vendidos de las ultimas décadas.
Procesos artesanales
Entre las historias que se destacan en el libro, están todos aquellos procesos que se realizaban de manera artesanal, y que luego fueron reemplazados por la tecnología. Los días de sorteo, por ejemplo, eran momentos especiales; desde el trasladar las balotas al salón de sorteos hasta invitar a escolares para cantar los números.
Asimismo, el proceso de fabricación y repartición de los boletos en las distintas agencias fue muy artesanal, hasta la década de 1980, según rescata el libro, de una entrevista realizada a Rosalina Benavente Hidalgo, trabajadora de esa época. “Los boletos eran impresos en la Casa de Moneda en Santiago y de allí eran enviados a Concepción en el tren nocturno directo a la Estación de Ferrocarriles, ubicada al final de la calle Barros Arana”. Los paquetes eran retirados por funcionarios de Lotería, casi siempre en carretón. Luego, venía el proceso de despacho a los agentes, que demoraba hasta tres días. “Se confeccionaban los paquetes (…) se envolvían en un papel café, que luego eran envueltas con género, que era cocido para que fueran más seguro y ahí se despachaba. Era un trabajo muy artesanal”.
Antiguo edificio y tómbolas de la Lotería/Archivo Fotográfico UdeC
Lotería hoy
En la actualidad, Lotería cuenta con 844 agentes distribuidos en todo el país y cinco gerencias que dependen de su gerente general, cargo ocupado por Mario Parada Araya.
El Comité de Lotería, dentro del Directorio de la Corporación Universidad de Concepción, es presidido en la actualidad por el rector de la UdeC, Dr. Carlos Saavedra Rubilar.
Durante la presentación del libro, el Rector Carlos Saavedra señaló que “Lotería, como una repartición nuestra, es una de las entidades relevantes en el quehacer institucional. Tal como se destacó en las intervenciones hoy, está el aporte que ha tenido durante todo el desarrollo histórico de la Universidad”.
Asimismo, el Rector Saavedra agregó que “desde la perspectiva del cuidado y quehacer de todas las personas involucradas en este proceso, ha sido un desafío la búsqueda de mecanismos de financiamiento que permitan desarrollar la obra que se planteó la ciudad. Lotería nace en momentos de precariedad absoluta en términos de financiamiento y esta idea permitió sortear esos primeros años. Hoy los desafíos son diferentes, el crecimiento tecnológico, la expansión internacional, pero siempre resguardando el juego de azar desde una perspectiva responsable, de transparencia de uso y destinos de los recursos que se entregan anualmente”.
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