Crédito: Astronomía UdeC
Desde Concepción, localizar T CrB en el cielo nocturno será relativamente sencillo, especialmente durante su fase de erupción. Será especialmente visible hasta el 16 de agosto antes que la perdamos en el horizonte.
En las vastas profundidades del Universo, una joya resplandece en la constelación de Corona Borealis: T Coronae Borealis (T CrB). Este sistema binario explosivo no solo es fascinante por su belleza y su lugar en el cielo nocturno, sino también por su naturaleza explosiva y recurrente. Los habitantes de Concepción, Chile, tendrán la oportunidad única en la vida de presenciar uno de los eventos más impresionantes del cosmos en los próximos meses: la gran erupción de T CrB. Con una frecuencia de aproximadamente cada 80 años, esta erupción convierte a T CrB en un faro deslumbrante en el cielo, aumentando su brillo de manera espectacular. Si tienes la suerte de observar esta próxima erupción, estarás presenciando un fenómeno que puede no volver a ocurrir en tu vida.
Descubierta por el astrónomo irlandés John Birmingham el 12 de mayo de 1866, T CrB hizo su primera aparición como nova con una explosión espectacular. Este fenómeno se repitió en febrero de 1946, cuando observadores en Inglaterra y en el Observatorio Yerkes en Estados Unidos reportaron otra erupción brillante. Estas explosiones recurrentes han capturado la atención de astrónomos y entusiastas del cielo por igual, quienes esperan con ansias el próximo espectáculo celestial.
T CrB es normalmente una estrella tenue, con una magnitud visual aparente de alrededor de 10.2 magnitudes, apenas visible a simple vista. Sin embargo, durante una erupción, su brillo se incrementa dramáticamente hasta alcanzar una magnitud de 2.0 magnitudes, comparable a la brillante Polaris, la Estrella del Norte. Este incremento espectacular en brillo convierte a T CrB en un faro deslumbrante en la noche.
T CrB es un sistema binario fascinante compuesto por una gigante roja de tipo espectral M3III y una enana blanca peculiar. Las erupciones ocurren cuando la gigante roja transfiere material a la enana blanca, provocando explosiones termonucleares en su superficie. Estas explosiones son eventos cíclicos, ocurriendo aproximadamente cada 80 años, y la próxima erupción podría suceder en cualquier momento antes de septiembre, manteniendo a los observadores del cielo en vilo.
El proceso que lleva a estas impresionantes erupciones comienza cuando la estrella gigante roja transfiere material a la enana blanca. Este material acumulado eventualmente desencadena una explosión termonuclear, liberando una inmensa cantidad de energía y aumentando dramáticamente el brillo de la estrella. La gigante roja tiene una masa de 1.12 veces la del Sol y un radio 75 veces mayor, mientras que la enana blanca, aunque más pequeña, tiene una masa de 1.37 veces la solar y es 100 veces más luminosa que el Sol debido a la energía liberada por la acreción de material.
Desde Concepción, localizar T CrB en el cielo nocturno será relativamente sencillo, especialmente durante su fase de erupción. Para encontrar esta joya celeste, mira hacia el norte y eleva tu mirada a unos 25 grados sobre el horizonte. Busca la constelación de Corona Borealis, que tiene la forma característica de un semicircular o «corona». Identifica la segunda estrella de derecha a izquierda y justo al lado de esta estrella encontrarás T CrB. Durante su erupción, su brillo será comparable al de Polaris, facilitando su identificación.
T CrB será especialmente visible hasta el 16 de agosto antes que la perdamos en el horizonte. A partir de entonces, se desplazará gradualmente hacia el noroeste, acercándose al horizonte y eventualmente perdiéndose de vista. Esta es una oportunidad única para observar uno de los fenómenos más espectaculares del cielo nocturno. Prepárate para maravillarte con la belleza del Universo y el poder de T CrB, la perla de la Corona Borealis.
Columnista
Dr. Jaime Rosales Guzmán
Académico del Departamento de Astronomía UdeC
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