Flora del Biobío: trabajo de especialistas UdeC entrega claves para identificar plantas de la región

Crédito: Esteban Sanhueza Drake/DirCom UdeC.
El texto de más de 600 páginas da cuenta de un universo de unas mil 500 especies de plantas vasculares silvestres, de las cuales mil 110 son nativas y 383 alóctonas asilvestradas.
Con ecosistemas de ambientes mediterráneos, propios de la zona central de Chile, y templados, como los del sur del país, la Región del Biobío es un espacio llamativo desde el punto de vista de su diversidad vegetal.
Esta riqueza está expresada en cerca de mil 500 especies de plantas vasculares silvestres, de las cuales mil 110 son nativas y 383 alóctonas asilvestradas o advenas.
Dentro de las nativas, se cuentan 331 especies de carácter endémico y 779 plantas que también están presentes en otros países de Sudamérica y del mundo.
Este es el balance de un trabajo realizado desde la Universidad de Concepción, que da vida a la Flora de la Región del Biobío, guía para la identificación de las especies, un texto de más de 600 páginas, cuya presentación está prevista para el 10 de julio.
Sus autores son el investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB) Dr. Sebastián Teillier Arredondo; el Director y la curadora del Herbario UdeC (CONC), Dr. Carlos Baeza Perry y Alicia Marticorena Garri, y el fotógrafo naturalista, Eitel Thielemann (✝2024).
El texto contiene unas mil fotografías y 400 ilustraciones, así como datos clave para el reconocimiento de las plantas que crecen en la región; además de un recuento histórico de los estudios en torno a la flora del Biobío y una descripción general de la vegetación local con acento en los remanentes mejor conservados y las especies amenazadas.

Están incluidos distintos tipos de bosques (esclerófilos, caducifolios, siempreverdes y montanos) y la vegetación andina, de las dunas y los humedales.
La lista de las especies que cubre el libro se elaboró a partir de las bases de datos de la Nueva Flora de Chile, del Herbario del Departamento de Botánica; del Instituto de Botánica Darwinion (Argentina); del herbario del Museo Nacional de Historia Natural de Santiago y la revisión de diversas bibliográfica sobre taxonómica y fitogeográfica.
Todo ello fue complementado con visitas a terreno en distintos puntos de la región para complementar y/o actualizar información existente.
“La elección de los lugares tuvo que ver con registrar fotográficamente flora de los arenales del río Laja o complementar estudios en zonas bien conservadas, como el Parque Nacional Nonguén; la parte alta del Laja, el Parque Nacional de Laguna del Laja y el Paso Pichachén; también Alto Biobío y el Parque Nacional, para complementar estudios de flora y fotografiar las especies”, cuenta Sebastián Teillier.
También se realizaron terrenos en sectores del litoral, como Tumbes, la desembocadura del Biobío, caleta Chome, isla Rocuant, entre otras, agrega el botánico, quien actualmente está vinculado al Herbario CONC a través de los proyectos Nueva Flora de Chile y Biodata (cuyo objetivo es la digitalización de las colecciones botánicas de la UdeC).
“En estos terrenos, que se hicieron en todas las estaciones del año, nos encontramos con algunas sorpresas, como por ejemplo el hallazgo de especies que no estaban dadas para la zona. Eso fue un buen aporte y lo más interesante fue mirar, también, dónde están creciendo las plantas ahora”, comenta el Dr. Carlos Baeza.

Para el académico, este trabajo -que a su juicio es una primicia, en el sentido de que es el primero en su tipo para la Región- condensa los aportes que históricamente han hecho diversos investigadores al conocimiento botánico en la UdeC.
“Nosotros somos como la punta del iceberg, porque el trabajo grande lo hicieron los colegas que dejaron su legado en el Herbario. Entonces, este libro es un tributo a los cien años de las colecciones de plantas de la UdeC”, señala el especialista en Sistemática de Plantas Vasculares.
La curadora del Herbario considera que este texto viene a saldar una deuda con la región al poner a disposición información accesible sobre la vegetación regional a diversos públicos.
“Tenemos un departamento de Botánica importante, potente y no habíamos hecho algo que lo mostrara y que sirviera no solo a los botánicos, sino a zoólogos, por ejemplo, que necesitan saber en qué planta encontró a su insecto o a los ecólogos; a quienes trabajan en medicina natural o hacen consultorías. Estábamos debiendo eso a la región y al país”, dice la académica.
Este trabajo no solo está pensado en profesionales que estudian la flora y la vegetación o que administran recursos vegetales o trabajan en paisajismo, sino que también en estudiantes de distintos niveles y cualquier persona interesada en aprender sobre plantas o profundizar sus conocimientos sobre ellas.
El libro es el segundo que aborda la totalidad de la flora vascular de una zona específica del país, siguiendo la ruta de la Flora de la Región Metropolitana de Santiago, lanzado en 2022.

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