Experto de Agronomía UdeC: enfermedades en madera de avellano europeo serían un peligro latente en huertos del país
Crédito: Agronomía UdeC
A través de los hongos que afectan a la madera se generan diversas enfermedades asintomáticas, que pueden provocar pérdidas económicas irreversibles en la producción de este frutal.
Diversos son los patógenos, hongos o bacterias que pueden atacar la madera del avellano europeo, aunque de acuerdo a lo manifestado por el académico del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía UdeC, Dr. Ernesto Moya Elizondo, son las enfermedades fungosas las que están afectando mayormente a este frutal en el país.
El investigador, que por años se ha especializado en nogales y avellano europeo, manifestó que el tizón bacteriano, que necrosa tejidos e involucros del fruto en la planta, es una de las enfermedades más comunes.
“Nos dimos cuenta de que muchas de las muertes de madera son causadas por distintas especies de hongos y principalmente son un complejo de distintas especies de hongos fitopatógenos que atacan la madera, siendo aquellos que afectan a la vid los más estudiados hasta el momento”, explicó el Dr. Moya, quien agregó que en los nogales y avellanos aún existe poca información e investigación en Chile.
Es por esta razón que desde el 2019, junto a un equipo de profesionales, se encuentra analizando y validando un producto para el control de tizón bacteriano que afecta al avellano europeo.
“Hemos investigado especies de hongos de madera, como Diaporthe, Fusarium o Diplodia y diversos patógenos asociados a muerte de madera y cancrosis en avellano europeo y con el apoyo de Ferrero Hazelnut Company (HCo) y la Frutícola AgriChile determinamos en 26 predios con este frutal, que las especies del género Diaporthe son las más recurrentes desde la Ñuble hacia el sur, con las especies Diaporthe foeniculina y Diaporthe ambigua. Por otra parte, detectamos la presencia de Diploides mutila, patógeno que afecta al nogal y avellano europeo en Chile, y determinamos que especies de Fusarium, como Fusarium culmorum y Fusarium avenaceum, que son patógenos que afectan al trigo, son capaces de infectar madera de avellano europeo, especialmente en primaveras que son lluviosas”, indicó.
Como en Chile existe poca información sobre el manejo adecuado de estas enfermedades, considerando estudios realizados en la Universidad de California-Davis, por el Dr. Themis Michailides, se pueden considerar prácticas culturales para manejar y prevenir estos patógenos.
“Las principales prácticas son evitar exceso de humedad en la canopia, daño por insectos y eliminar ramas que presenten síntomas. Sin embargo, esta última labor es la práctica que yo más recomiendo, pues el productor debe sacar aquellas ramas que se están secando dentro de los árboles durante el periodo vegetativo y/o que presenten necrosis o cancros en la madera en periodos en que no haya lluvia, por ejemplo, de diciembre en adelante, teniendo siempre la precaución de sacarlas del predio y eliminarlas, ya sea quemándolas o enterrándolas”, explicó el Dr. Ernesto Moya.
También destacó el trabajo de tesis que está desarrollando con la alumna de magíster, Verónica Retamal, a través del cual se están «validando distintos ingredientes activos tanto químicos, como también productos biológicos para el control de hongos como Diplodia mutila y distintas especies de Fusarium. Además, también hemos estado evaluando controladores biológicos para ser utilizados en cortes de poda, porque este corte es una herida que se realiza principalmente en invierno y que se puede transformar en una fuente de ingreso importante para este tipo de enfermedades”, precisó.
El académico agregó que es necesario hacer este tipo de trabajos considerando que es una investigación que está en desarrollo.
El investigador advierte que el crecimiento de los cultivos puede influir en la mayor presencia de la enfermedad. De acuerdo, al Dr. Moya, las estimaciones oficiales indican que en Chile, entre la regiones del Maule y Los Lagos, existen alrededor de 24.500 hectáreas de avellano europeo, pero extraoficialmente se calcula que son unas 30.000.
“Y se podría llegar a 50.000 hectáreas (…) es muy probable que esta enfermedad se vaya haciendo cada vez más recurrente y probablemente las condiciones de sequía estival, y de lluvias inesperadas en primavera o verano, van a ir acentuando la aparición de enfermedades y patógenos; entonces habrá temas y preguntas que se tienen que responder desde el punto de vista científico para poder ir desarrollando los mejores programas fitosanitarios para el manejo de esta problemática, aseveró.
Parte de los estudios en el tema de las enfermedades a la madera fueron presentados recientemente por el Dr. Moya, en el Segundo Día del Avellano Europeo, actividad organizada por el por Grupo Avexa, en el que participaron diversos especialistas nacionales y extranjeros.
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