EULA celebra 30 años con libro donde se revisa la historia de la cuenca del Biobío
Crédito: Libro Eula Chile
El Centro EULA publicó un libro en el que recorre las investigaciones que ha desarrollado durante sus 30 años de existencia. En ellas, se aprecian los cambios en la cuenca del Biobío y sus investigadores realizan un balance de los avances y retrocesos en materia medioambiental.
Hace 30 años, un grupo de investigadores chilenos e italianos comenzaron una colaboración que duraría tres años, pero que terminó fundando las bases de lo que hoy es el Centro EULA, líder en investigación en temas medio ambientales y pionero en la región del Biobío y el país. El Centro Interuniversitario de Ciencias Ambientales, Europa-Latinoamérica, fue establecido por la Universidad de Concepción en marzo de 1990, como una unidad académica multi e interdisciplinaria, dedicada a la investigación y asistencia en temas medioambientales.
Para celebrar, el centro publicó el libro “EULA Chile, evolución y perspectivas a 30 años de su creación”, en el que sus investigadores dieron cuenta de los cambios que se han producido en la cuenca del Biobío, tomando los datos elaborados en 1990 y en sus últimas publicaciones.
Desde la cordillera hasta desembocar en el mar, el libro revisa cómo se han modificado los parámetros medioambientales de la cuenca del Biobío. “En estos 11 capítulos, hacemos un análisis comparativo y vemos que hay buenas noticias y otras no tanto”, señaló el director del Centro EULA, Dr. Ricardo Barra Ríos. Y agregó que “es preocupante que después de 30 años de creado este proyecto de no contemos con una política nacional de cuencas hidrográficas, que es una de las tareas fundamentales que nos deja el proyecto, promoviendo la gestión de cuencas como una herramienta de adaptación al cambio climático”.
Uno de los capítulos del libro da cuenta del estado de los lagos Laja, Icalma y Galletué, apuntando a que estos dos últimos son los que dan origen al Río Biobío. Un análisis de la calidad del agua y una comparación con la línea trazada en 1990 permiten apreciar que presentan un buen estado de conservación, “de manera que es importante implementar medidas para que estos sistemas sigan manteniendo su actual condición”. Esto, porque se aprecia un leve incremento en el desarrollo de floraciones cianobacterianas, que pueden producir sustancias tóxicas para las personas y los organismos que habitan los lagos. Por ello, señaló el Dr. Roberto Urrutia Pérez, es importante incluirlos en la Red de Control de Lagos de la Dirección General de Aguas, para su monitoreo.
En cuanto a la calidad del agua de la cuenca, otra de las investigaciones señala que en los últimos 30 años se han generado dos fenómenos relevantes. Por un lado, la sequía se ha hecho notar en el caudal. Por otro lado, existe una leve mejoría, desde una condición “mala” a una “regular”, debido al establecimiento de plantas de tratamiento de aguas servidas, a partir de 2004. Sin embargo, el mismo estudio asegura que en la parte alta de la cuenca el cambio fue negativo, desde una clase “muy buena” a una “buena” a partir del año 2007, “lo que evidencia los cambios de las nuevas presiones como son los cambios de un sector de ritrón (río de alta pendiente) a uno de características lacustres, como son los embalses”, señala el documento, cuya presentación estuvo a cargo del Dr. Ricardo Figueroa Jara.
Peces nativos: 30 años después
Otra de las alertas levantadas por la publicación tiene que ver con la cantidad de especies de peces nativos. De las 46 especies que existen en el país, el 78% se encuentra clasificadas en las categorías de mayor preocupación de conservación. El Biobío alberga 18 especies, el mayor número para un sistema fluvial y algunas de ellas son prácticamente exclusivas de sus aguas, como el bagre y la Carmelita de Concepción.
“Hay una disminución del número de especies, de las cuales de detectaron al menos cinco que están en un mayor peligro. Asimismo, se ha detectado un crecimiento de las especies introducidas, tanto en número como en distribución y abundancia”, señala el texto que fue presentado por la Dra. Evelyn Habit Conejeros. Aunque existen múltiples factores para explicar estos cambios, se menciona la combinación de los efectos de canales de riego, centrales, industrias y ciudades, así como los cambios en el uso de suelo y la invasión de especies como los principales responsables.
El libro también da cuenta de los cambios que han sufrido las comunidades mapuche aledañas a la cuenca, así como los efectos que el desarrollo industrial, agrícola y forestal han tenido en sus diferentes tramos y sobre todo, en su desembocadura en el Golfo de Arauco.
La publicación se encuentra disponible en la página web del EULA, para su descarga. La presentación del libro, que estuvo a cargo de distintos investigadores e investigadoras del centro, también se puede observar en el siguiente enlace.
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