Aunque no presentan la misma efectividad que las formulaciones de origen sintético, los insecticidas en base a aceites esenciales se presentan como una alternativa sustentable y segura para el control de plagas en instalaciones pecuarias.
Una serie de bioensayos realizados en la Universidad de Concepción Campus Chillán, demostraron el potencial del limón, (Citrus ×limon), canela (Cinnamomum zeylanicum), la menta (Mentha ×piperita), el eucalipto (Eucalyptus globulus), el hinojo (Foeniculum vulgare) y la salvia (Salvia officinalis) como insecticidas y repelentes contra la mosca común (Musca domestica L.)
La mosca es una plaga doméstica, médica y veterinaria de importancia sanitaria y económica, que actúa como vector de numerosos organismos patógenos y que afecta la producción animal.
La especie cumple un rol ecológico relevante como descomponedor; pero en esa acción, el insecto se carga de patógenos que luego transmite a humanos y animales de la casa y las granjas, comentó el académico del Departamento de Producción Vegetal de la Facultad de Agronomía UdeC, Dr. Gonzalo Silva Aguayo.
“En los planteles pecuarios este artrópodo estresa a los animales, que dejan de comer y como consecuencia producen menos carne, huevos o leche”, expresó el experto en toxicología y manejo de insecticidas. Por eso importa su control.
Resistencia a los insecticidas
Históricamente, debido a su acción rápida, bajo costo y eficacia, el manejo de la mosca común se ha hecho con insecticidas sintéticos. Sin embargo, el insecto ha mostrado una rápida capacidad para desarrollar mecanismos de defensa contra los biocidas químicos, anotó el investigador.

De hecho, la Base de Datos de Artrópodos Resistentes a Plaguicidas registra 463 casos de resistencia a insecticidas en todo el mundo, incluyendo prácticamente todos los compuestos activos autorizados para el control de Musca domestica.
En ese contexto, se hace necesario contar con alternativas que permitan superar la resistencia frente a los productos comerciales, un desafío en el que los insecticidas en base a aceites esenciales se presentan como una buena opción.
Así, los bioensayos se centraron en el limoneno (en limón), cinamaldehído (en canela) y mentol (en menta piperita), 1,8-cineol (en eucalipto), trans-anetol (en hinojo) y α-Tujeno (en Salvia).
Cada esencia fue utilizada en distintas preparaciones y formulaciones para evaluar la toxicidad por contacto, fumigación y repelencia sobre la mosca doméstica en condiciones de laboratorio.
Los bioensayos mostraron resultados distintos en estadios larvales y en individuos adultos, aunque todos con valores promedio sobre 80%, niveles bastante cercanos al 90% que se le suele asignar a los compuestos sintéticos.
En las pruebas de contacto, las larvas fueron más sensibles a las esencias de menta hinojo y canela; mientras que los adultos respondieron mejor a los extractos de limón.
La canela y el eucalipto resultaron ser más eficaces para ambos estadios en los ensayos de toxicidad por fumigación.
Todos los aceites esenciales mostraron una capacidad repelente por sobre el 80%, que los hace viables para su uso contra adultos, “que son los que colonizan los diferentes ecosistemas para alimentarse y colocar huevos”.
De este modo, se evita que ingrese a las estructuras de producción, y también habitacionales, explicó el especialista.
Oportunidades productivas de Insecticidas en base a aceites esenciales
Los resultados de la investigación apuntan a que, en algunos casos, los aceites de canela presentan los mejores niveles de toxicidad; sin embargo, este producto -por su origen- es comparativamente más costoso que las esencias de limón, menta, hinojo o eucalipto.
Pero, como señaló el Dr. Silva, esto representa a la vez una oportunidad en términos de producción.

El limoneno puede obtenerse a partir de residuos de la industria cítrica y el 1-8 cineol (también conocido como eucaliptol) de los restos de poda o raleo en plantaciones de este árbol, contribuyendo a la economía circular.
En tanto, la menta, el hinojo y la salvia podrían instalarse como cultivos para surtir la materia prima destinada a la obtención de sus esencias.
Estos estudios sientan las bases para pensar en la formulación de un bioinsecticida con aceites esenciales que pueden ser producidos en el país; aunque, como aclaró el investigador, no significa reemplazar lo que existe hoy.
“La idea es pensar estas alternativas dentro de un programa de manejo integrado de plagas, incluyendo los compuestos químicos naturales en la rotación y trabajar con densidades poblacionales menores, para disminuir el riesgo de resistencia y residuos peligrosos”, puntualizó el especialista. Pero llegar a un nuevo producto significa pasar una serie de etapas.
En primer término, si se piensa impulsar la obtención del aceite esencial como materia prima hay que establecer estándares para obtener un producto uniforme que, según el investigador, es un proceso que puede ser bastante largo.
En el caso de las plantas, el producto no es igual si crece al sol o a la sombra; depende también de la edad o si éste está concentrado en la flor o la hoja.

En estos momentos, el equipo de investigación en conjunto con otros docentes y especialistas de la facultad está realizando investigaciones en cultivos de menta, hinojo y salvia, entre otros, para evaluar la mejor alternativa productiva.
“Una vez estandarizado eso, viene una segunda etapa de laboratorio para hacer una formulación que pueda llegar a un prototipo de insecticida para posteriormente validarlo en campo”, explicó.
La proyección de este trabajo es formular insecticidas naturales en base de aceites esenciales obtenidos desde plantas cultivadas, de manera de ofrecer nuevos rumbos a los productores nacionales.
Otros estudios
Este estudio es parte de una línea de trabajo en productos naturales implementada hace 20 años, a través de la cual se han llevado a cabo experiencias con distintas especies de plantas aplicadas a insectos que afectan cultivos, cereales almacenados y, ahora, animales de granja.

El equipo de investigación está terminando un proyecto financiado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) en el que desarrollaron un acaricida formulado en base a paico (Dysphania ambrosioides).
Aquí, las y los especialistas trabajaron en la domesticación de la planta, a partir de distintos ecotipos, que fueron cultivados para evaluar sus niveles de toxicidad.
Luego, seleccionaron los ecotipos de mayor toxicidad, que sirvieron de base para la formulación de un prototipo con una eficacia cercana al 80% en condiciones de invernadero.
“Pronto comenzará el proceso de patentamiento con la Vicerrectoría de Investigación y Desarrollo UdeC (VRID)”, adelantó el académico Gonzalo Silva.
Finalmente, en el último concurso de proyectos FIA, el equipo se adjudicó recursos para, en base a los resultados obtenidos con Musca domestica, formular un nuevo insecticida destinado al control del complejo de moscas que afectan al ganado.
De este modo, trabajarán en una propuesta para el manejo de la mosca doméstica junto a la de los cuernos (Haematobia irritans) y de los establos (Stomoxys calcitrans), ambas hematófagas.
