Estudio UdeC destaca el rol del apoyo social en el éxito y la permanencia en la Universidad

Iniciar los estudios superiores implica un cambio significativo en la vida de muchos estudiantes, donde se enfrentan a nuevos retos y adaptaciones. En Chile, se estima que aproximadamente el 39% de los estudiantes abandonan la educación superior durante su primer año, cifra que supera el rango mundial de deserción que fluctúa entre el 20 y el 30%.

Este fenómeno plantea interrogantes sobre las razones que llevan a estos jóvenes a considerar abandonar sus estudios universitarios y cómo pueden ser abordadas estas dificultades para promover una mayor retención estudiantil y satisfacción con las carreras.

La académica del Departamento de Psicología de la Universidad de Concepción, Dra. Yaranay López Angulo, ha liderado por ocho años diversos trabajos para analizar variables asociadas al éxito académico, a la intención de abandono y de permanencia de los estudiantes. Entre dichos trabajos se encuentra el estudio “Predictive model of the dropout intention of Chilean university students”, publicado a inicios de 2023 que aborda estas interrogantes.

Según la Dra. López, «la satisfacción con la carrera es una variable crucial que impacta en la motivación, el compromiso y el bienestar emocional de los estudiantes, así como en su rendimiento académico«. Agregó que la percepción del cumplimiento de expectativas respecto a asignaturas, profesores y contenidos influye directamente en la percepción de los estudiantes sobre el valor de su experiencia universitaria.

El estudio reveló que, además de la satisfacción con la carrera, factores como el apoyo social y la claridad en las metas académicas juegan un papel fundamental en la retención estudiantil. El apoyo social se refiere a la percepción que tienen los estudiantes de contar con redes y vínculos sociales dentro de la comunidad universitaria, lo cual incluye tanto la interacción con compañeros y profesores como el acceso a recursos y servicios que brinden apoyo emocional y práctico.

En este sentido, las universidades tienen un papel crucial en promover un ambiente que fomente la interacción social y el establecimiento de relaciones sólidas entre los estudiantes.

La académica de Psicología UdeC sugirió que «desde el punto de vista institucional, promover mayor integración social requiere que la Universidad genere espacios donde puedan interactuar las distintas carreras y los distintos estudiantes». Esto, aclaró, implica no solo la organización de eventos interdisciplinarios, sino también estrategias específicas desde las facultades para fomentar la interacción entre los estudiantes.

Además del apoyo social, la fijación de metas académicas claras también juega un papel crucial en la retención estudiantil. La Dra. López destacó que contar con una visión definida de cómo el estudiante busca transitar su etapa formativa puede conducir a un trabajo consciente y planificado hacia el logro de estas metas.

«Lo primero que deben tener los estudiantes es una clara idea y convicción de para dónde van. Hay una variable que he estudiado mucho que tiene que ver con los propósitos académicos. Un estudiante que tiene un propósito académico claro, delimitado, qué es lo que quiere de esta Universidad, de esta etapa en mi vida, si quiere un título universitario, ser mejor el estudiante de mi generación, ser alumno ayudante, ser profesor en el futuro, hacer un aporte en mi área del conocimiento, son algunos de los propósitos que pudieran promover o mantener un afrontamiento a los cambios y a los desafíos en este periodo complejo que son los primeros años», expresó.

Un aspecto que la Dra. Yaranay López Angulo resaltó para los estudiantes de primer año es la importancia de la apertura al cambio tanto por parte de los estudiantes como de las instituciones educativas. Los estudiantes, reflexionó, están enfrentando nuevas experiencias y desafíos al ingresar a la vida universitaria, lo que implica una actitud proactiva hacia la adaptación y la búsqueda de relaciones sociales sólidas.

“Para los estudiantes de primero están cambiando los olores, los lugares, los contextos, las personas y las aspiraciones, la forma en la que se transporta desde su casa a la universidad. Un estudiante de primer año puede sentir que la demanda que tiene en este momento excede la capacidad que tiene para responder. Este proceso de adaptación a veces tiende a ser crítico al inicio y después se va tomando el ritmo, y a veces es un poco complejo y crónico. Por ello, muchos estudiantes terminan con desempeños no esperados, con baja intención de permanencia”, explicó.

Si bien la psicóloga cree que existe disposición individual de las y los estudiantes al cambio, en este aspecto la capacidad de las universidades para generar espacios y estrategias que promuevan la integración social y el apoyo mutuo entre los miembros de la comunidad educativa pueden propiciar una dinámica virtuosa.

En este sentido, la flexibilidad y la innovación en los enfoques pedagógicos y organizacionales son aspectos fundamentales para responder a las necesidades cambiantes de los estudiantes y fomentar un ambiente de aprendizaje dinámico y enriquecedor.

“Hay que considerar distintas dinámicas de los docentes, de las carreras, desde las direcciones, que se pueden dar en una clase en específico o en actividades asociadas de la carrera, como una bienvenida a los estudiantes, juegos participativos que les permita conocerse. Están hoy las tecnologías como medios que se pueden emplear en función de la integración”, añadió.

Aprovechar las oportunidades de la vida universitaria

La Directora de Servicios Estudiantiles de la Universidad de Concepción, Cecilia Pérez Díaz, enfatizó la importancia de promover un sentido de pertenencia y comunidad entre los estudiantes universitarios.

«Una de las cosas más importantes para la plena adaptación a la vida universitaria y también para lograr satisfactoriamente la carrera académica es que las personas tengan redes, los estudiantes y las estudiantes tengan vínculos», afirmó la Directora de la DISE. «Eso se tiene que construir, hay que promoverlo, fomentarlo y facilitarlo».

Por otra parte el Jefe del Centro de Apoyo al Desarrollo del Estudiante, Jorge Roa Molina, subrayó el papel del CADE en la promoción de una adaptación exitosa a la vida universitaria. «Tratamos de que sea un rol relevante a la hora del proceso de adaptación a la vida universitaria», dijo. «Nuestro foco está puesto en estudiantes de ingreso especial o PACE, pero también está abierto a todas y todos los estudiantes que lo requieran».

El CADE ofrece apoyo individual y grupal en diversos ámbitos, incluyendo el académico, psicoeducativo y psicosocial. «Creemos que esto contribuye a la reducción de la intención de abandono para estudiantes de primer año», afirmó Jorge Roa. «Nuestro objetivo es acompañar a los estudiantes en su proceso de adaptación y ayudarles a superar los desafíos que puedan enfrentar en esta nueva etapa de sus vidas».