Estudio revela el impacto del ejercicio de fuerza en la composición corporal de quienes siguen una dieta vegana
Crédito: Esteban Paredes Drake | Dirección de Comunicaciones
La Investigación dirigida por el Dr. (c) Richar Cárcamo Regla, analizó cómo dietas veganas y omnívoras impactan la composición corporal cuando son combinadas con entrenamiento de fuerza muscular, destacando la importancia de estilos de vida activa.
Un equipo de investigadoras e investigadores del Centro de Vida Saludable (CVS) de la Universidad de Concepción publicó un estudio que analiza los efectos de una dieta vegana, también conocida como dieta basada en plantas, cuando es combinada con programas de entrenamiento de fuerza, comparando sus resultados con personas de similares características que siguen una dieta omnívora.
Este trabajo no solo buscó aportar nueva evidencia científica, sino que también se enfoca en responder a algunas interrogantes planteadas en otros estudios, donde algunos autores han reportado su preocupación, debido a que una alimentación que restringe de manera absoluta la ingesta de proteínas de origen animal, pudiera producir un déficit de macro y micronutrientes afectando la pérdida de masa musculoesquelética.
El estudio, liderado por el Profesor de Educación Física e investigador del CVS, Dr. (c) Richar Cárcamo Regla, enmarcado en su proyecto de tesis doctoral, evaluó durante 16 semanas a un grupo de 70 personas que seguían dietas veganas u omnívoras desde al menos 6 meses previos al estudio, centrándose en cómo estas dietas impactan en la composición corporal, especialmente en términos de masa musculoesquelética y masa grasa cuando se combinaban con un programa de entrenamiento de fuerza muscular.
Uno de los hallazgos preliminares fue que no se observaron diferencias iniciales en los niveles de masa musculoesquelética entre los participantes veganos y omnívoros evaluados previo al estudio.
«En los resultados basales no se observó una diferencia en masa musculoesquelética entre quienes seguían una dieta vegana y quienes seguían una omnívora, por lo que, en este grupo de estudio, no se encontró una disminución de la masa muscular en aquellas personas que no consumen proteínas de origen animal», señaló Richar Cárcamo.
Otro de los resultados significativos es este estudio señala que el grupo de personas con dieta vegana que realizó el programa de entrenamiento experimentó una importante reducción en la masa grasa después de una intervención de 16 semanas.
«Las personas que participaron del programa de ejercicio respondieron de manera muy eficiente. Bajaron considerablemente sus porcentajes de grasa, incluso con un efecto al entrenamiento más eficiente que los participantes omnívoros, con un impacto clínico y estadístico significativo que pudiera estar relacionado a la densidad energética de los alimentos vegetales, entre otras causas», explicó el investigador.
El rol crucial del entrenamiento de fuerza
El estudio subraya la importancia de combinar una buena alimentación con actividad física regular, especialmente el entrenamiento de fuerza. Según Cárcamo, «el ejercicio físico es un estimulante natural de la síntesis de proteínas musculares, un anabólico natural. Independiente del tipo de dieta, entrenar al menos dos o tres veces por semana, como recomienda la OMS, ayuda a mantener niveles saludables de masa musculoesquelética y a reducir la masa grasa corporal».
En relación al punto anterior, la investigación también reveló que, a pesar de seguir una dieta vegana, muchos participantes presentaban factores de riesgo cardiometabólico similares a los de los omnívoros, como obesidad o perímetros de cintura elevado, posiblemente, debido a un consumo elevado de alimentos ultra procesados, harinas refinadas y azúcar.
«Una dieta vegana, por el solo hecho de ser vegana, no garantiza una mejor salud si no se acompaña de hábitos alimenticios adecuados», aclaró Richar Cárcamo.
La intervención se realizó utilizando Apptivate, plataforma de salud digital desarrollada por el Centro de Vida Saludable que permitió a los participantes seguir el programa de entrenamiento de manera remota, con sesiones flexibles. Esto fue clave para garantizar la continuidad del estudio en el contexto post-pandemia.
«Apptivate nos permitió prescribir y monitorear las sesiones sin necesidad de reunir a grupos masivos en el centro. Esto facilitó mucho la adherencia de los participantes durante las 16 semanas, ya que podían entrenar en cualquier horario», comentó Cárcamo.
El estudio abre la puerta a futuras investigaciones que busquen mejorar la salud pública y optimizar intervenciones basadas en la dieta y el ejercicio. Además, Cárcamo enfatizó la importancia de asesorarse con profesionales.
«Recomiendo a las personas que siguen una dieta vegana asesorarse siempre con un profesional de la nutrición, debido a la necesidad de complementar la dieta con suplementación con vitaminas y proteínas vegetales, convirtiéndose en un factor clave para asegurar una dieta balanceada», afirmó Richar Cárcamo.
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