Estudiantes relatan qué ha significado la beca de conectividad UdeC para sus clases virtuales
Crédito: Vraea UdeC
La beca de conectividad ha beneficiado a un total de 4 mil 41 estudiantes de la UdeC hasta la fecha. Paralelamente, tras el proceso de postulación respectiva, se han adjudicado 764 préstamos de equipamientos (notebook) a jóvenes que no contaban con un computador.
Una tarea a la cual la Universidad de Concepción tuvo que hacer frente, al asumir la modalidad de trabajo virtual, en el ámbito administrativo y académico, fue la necesidad de facilitar la conectividad de los estudiantes que se integraron a clases virtuales.
Esta labor la encabezó la Vicerrectoría de Asuntos Económicos y Administrativos y significó un proceso de postulación y asignación de becas de conectividad, traducidas en bolsas de 70 Gb que se suman al plan de datos del alumno y chips con datos móviles, que han beneficiado a un total de 4.041 estudiantes de la UdeC, hasta la fecha.
Paralelamente, tras el proceso de postulación respectiva, se han adjudicado 764 préstamos de equipamientos (notebook) a estudiantes que no contaban con un computador.
Al respecto, el Vicerrector de Asuntos Económicos y Administrativos de la Universidad, Dr. Miguel Ángel Quiroga, recalcó que la institución estableció estos beneficios —que se extenderán durante el periodo en que no sea posible realizar clases presenciales— para apoyar el desarrollo de las clases virtuales de los estudiantes que tenían dificultades para acceder a la modalidad online, ya sea por problemas económicos o de conexión a internet y ha significado un esfuerzo institucional por responder ante circunstancias excepcionales.
Conexión académica y social
Detrás de los miles de estudiantes que recibieron estos beneficios hay diversos contextos familiares, económicos y sociales. Pero un factor común es el cambio significativo que significó para los alumnos contar con este apoyo institucional, pues no contaban con equipos y/o planes de internet que les permitieran integrarse a las clases virtuales y responder a los requerimientos académicos en óptimas condiciones.
Así ocurrió con Giovanna Trujillo Sáez, estudiante de Obstetricia y Puericultura, quien cursa cuarto año de la carrera, oriunda de la isla de Chiloé y residente de un sector rural donde la conectividad es prácticamente nula.
“En mi zona, era imposible contratar wifi hogar y las redes móviles son la única opción, aunque la calidad de señal depende del clima a veces. Gracias a esta beca de la UdeC he podido asistir a clases, reuniones y también mantenerme conectada con mis compañeras. Ha sido no solo una ayuda en lo académico, sino también ha sido importante en el ámbito social”, expresó
A miles de kilómetros del Campus, de sus docentes y compañeros, para Giovanna, mantenerse conectada ha sido relevante. “Me ayuda a distraerme del estrés que provoca la carga académica, sobre todo en esta situación de pandemia en que nos encontramos. Además, al no poder salir, me siento abrumada en el encierro y ayudan un poco las videollamadas con amigas y compañeras, nos hace sentir un poco más cerca, a pesar de la distancia. Salir un poco de la rutina con las personas que estoy conviviendo, porque a veces los ánimos no son los mejores, debido a toda la situación y la ansiedad que genera”.
Nicolás Méndez Uribe, alumno de cuarto año de Odontología, vive actualmente en Chillán, lugar del que es oriundo. Para él, desde que se asumió la modalidad de clases online, la beca de conectividad que le asignó la Universidad ha sido un tremendo aporte. “En mi casa, por temas económicos, no contamos con internet. Debido a esto, la bolsa de 70 GB de la beca me ha permitido participar de mis clases, hasta el momento, sin mayores dificultades”, expresó al dar cuenta del significativo apoyo académico que ha sido este beneficio.
Una experiencia similar relata María Carolina Iraira, estudiante de Ingeniería en Biotecnología Vegetal en el Campus Los Ángeles. “No tenía como conectarme, pero con la beca, mi problema fue solucionado. Hace semanas que fui a buscar chip a la universidad y he podido participar de las clases online”, señaló.
Desde que comenzó la modalidad virtual, María Carolina se trasladó a su hogar, en San Carlos de Purén, y la Beca Conectividad significó un apoyo para toda la familia. “Mi hermana también estudia en la universidad y gracias a este chip, que nos permite conectarnos a internet, hemos podido asistir cómodamente a nuestras clases, revisar y subir tareas. Esta beca ha sido una gran ayuda para la mayoría de los estudiantes que residimos en lugares rurales, como también para los que no podemos acceder a un plan de telefonía móvil”, recalcó.
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