El artículo científico que en 2007 previno sobre la eventual aparición de un nuevo Coronavirus
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Una publicación científica de hace 13 años advirtió sobre lo que podría ocurrir en caso de que un nuevo coronavirus se transmitiera desde los murciélagos y otros mamíferos a los humanos. Desde entonces, la evidencia indicaba la posibilidad de que los mercados de venta de animales salvajes sirvieran como foco de contagio y expansión de una nueva epidemia.
En el año 2007, un grupo de científicos de la Universidad de Hong Kong publicó el resultado de la revisión de 4 mil artículos relacionados con Coronavirus, publicados tras la epidemia del SARS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), bautizado como “la primera mayor pandemia del nuevo milenio”.
El SARS tuvo su primera aparición en 2002, infectando a más de 8 mil personas en distintas partes del mundo, con una alta tasa de mortalidad (10%). La investigación asegura que la rápida expansión económica del sur de China produjo a su vez una alta demanda de proteína animal incluyendo la de animales exóticos. Dichos animales, encerrados en jaulas sobrepobladas y con falta de medidas de bioseguridad, facilitaron el salto del virus SARS-CoV a los humanos a distintos países, ayudado por los viajes internacionales.
El paper afirma que “el reciente descubrimiento de un virus similar en murciélagos herradura, sugieren que el SARS podría volver si las condiciones son las adecuadas para la introducción, mutación, amplificación y transmisión de este peligroso virus”.
Al parecer, dicha estimación es la que se volvió realidad en noviembre de 2019, fecha en la que se detectó por primera vez una enfermedad respiratoria que no respondía a los tratamientos habituales. En cuatro meses, el Covid-19 se encuentra presente en casi todo el mundo, y la tasa de contagiados y decesos aumenta de manera dramática. El epicentro del virus pasó de China a Europa y hoy se presume que pronto puede ubicarse en Estados Unidos.
Andrés Opazo-Capurro, doctor en Microbiología y profesor asistente de la Facultad de Ciencias Biológicas UdeC, explica que los países que sufrieron el SARS estaban más preparados y al tanto de la evidencia. “Países como Singapur tienen planes de contingencia porque aprendieron de esta experiencia previa. Una de las grandes falencias en nuestro país es que no teníamos una institucionalidad, un ministerio, que pudiera conectar estos hallazgos científicos a la estrategia de acción”.
Una bomba de tiempo
El artículo asegura que si bien hubo un esfuerzo para trabajar y descubrir nuevos tipos de Coronavirus, aun existen brechas en términos de determinar la estabilidad física, la transmisibilidad del virus y el desarrollo de formas de detección temprana y tratamiento mediante vacunas. Asegura además que los Coronavirus “son bien conocidos por su recombinación genética, lo que puede derivar en nuevos genotipos y brotes” y destaca que la presencia del virus en murciélagos, junto al pobre tratamiento higiénico en los mercados del sur de China es una “bomba de tiempo”.
Opazo comenta que ya existe claridad de que el brote actual responde a las anticipaciones que se hicieran en 2007, y que el virus pasó de animales a humanos en el contexto de su comercio y consumo. “El problema con este nuevo virus es su capacidad de contagio, más alta que el SARS original”. La explicación que se propone a esto es que los receptores en la membrana del virus tienen una mayor afinidad con la célula humana, lo que produce una unión más firme entre virus y célula, y por lo mismo, se necesitan menos virus para generar la infección.
“El virus tiene forma de esfera, con espículas (cuerpo en forma de aguja) que salen de su superficie. Esta espícula tiene mayor afinidad con el receptor de la célula y así se produce que con poca cantidad de virus se pueda transmitir de persona a persona. Sabemos que el tiempo de sobrevivencia en superficies es menor, en algunos casos puede llegar a semanas pero en general no es así. Por lo tanto, el humano es el mayor reservorio del virus”, dice el especialista.
Otra hipótesis para explicar la alta tasa de contagio es que las personas con pocos síntomas o incluso sin síntomas pueden transmitir el virus a otras. “Está bajo discusión esta idea. Cuando el virus genera infecciones más graves es cuando avanzó a las vías respiratorias inferiores. En los primeros 4 o 5 días desde que se contrae el virus, este ataca a las vías respiratorias superiores y entonces los síntomas son leves o ninguno, pero en este período se puede transmitir igualmente el virus”.
De todas maneras, el microbiólogo advierte que estas son hipótesis que deben continuar investigándose. Por el momento, señala que es una buena noticia el alto interés que ha provocado la investigación de la Universidad de Hong Kong: si en marzo de 2019 su versión PDF tenía 21 visitas, en marzo de 2020 ya lleva cerca de 180 mil. “Es importante tener en cuenta estas investigaciones porque los epidemiólogos proponen que las próximas pandemias seguirán siendo zoonóticas, es decir, transmitidas por animales, porque cada vez estamos invadiendo más su espacio natural”.
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